“Los incendios son en lugares predecibles y, lamentablemente, los anuncios que han hecho tanto desde el Gobierno Nacional como el Gobierno de la provincia de Santa Fe no tuvieron efecto. No hay un interés real para esta catástrofe”, señaló Enrique Estévez, quien solicitó de “manera urgente la aprobación de esta ley”. Esto permitiría la creación de un fondo económico acorde a la magnitud de la tragedia ecológica que padecen los humedales del delta del Paraná, para que haya una inversión real destinada a recuperar lo dañado, prevenir futuros incendios y cuidar a los brigadistas con mayor infraestructura y recursos técnicos.
Estévez viene llevando adelante la presentación de varios proyectos que ponen sobre la mesa la gravedad y la falta de decisión política ante el desastre ambiental que se está provocando en el delta, afectando a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. “El oficialismo nacional tiene la llave para abrir el debate en el seno del Congreso e impulsar la ley de humedales que es un piso que permitirá cuidar estos ecosistemas, pero deciden no hacerlo. Eso es una decisión política”, sentenció el diputado. Y agregó: “Durante el 2020 trabajamos para tener un dictamen común, pero el oficialismo frenó su tratamiento en la comisión de Agricultura e hicieron que pierda estado parlamentario. Actualmente, trabajan en un proyecto de cuidado de los humedales que no tiene consenso, no da un marco ni herramientas para defender el ecosistema y solamente conserva el título de ‘ley de humedales’”.
El proyecto presentado por el diputado socialista considera fundamental que el programa de recomposición ambiental se trabaje articuladamente con las autoridades jurisdiccionales de - Santa fe, Entre Ríos y Buenos Aires - asignadas en el PIECAS. “Es imperioso que exista una coordinación estatal entre la Nación, las provincias y el Poder Judicial”, fundamentó Enrique Estévez, y dijo: “Cabandié, que deja mucho que desear, no tiene una noción real del tema, sólo viene al territorio como un gran relator sin un plan concreto de trabajo”.
El ecocidio ha adquirido una dimensión alarmante. Existe el riesgo inminente de pasar un punto de no retorno, a partir del cual el ecosistema colapsa y pierde la capacidad de regenerarse.
A esto, se suma una repercusión negativa en la salud de las personas que viven en localidades aledañas a los incendios. Los niveles de contaminación por partículas detectadas en el aire superan los umbrales de contaminación determinados por la Organización Mundial de la Salud, lo que afecta considerablemente a grupos de riesgo, como pueden ser adultos mayores y niños, dejando secuelas en personas con afecciones cardiológicas y pulmonares. “Si el humo no llega a Capital Federal es como si no hubiese pasado nada, hay una mirada que termina en la panamericana, no les interesa lo que pasa en el interior del país”, concluyó