El ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, destacó como de los mejores de los últimos tiempos a los porcentajes de desempleo y población activa que dio a conocer el Indec; rechazó la posibilidad de implementar una reforma laboral, porque considera que el crecimiento del empleo depende de la actividad económica y no de las normas y anticipó que, de acuerdo a relevamientos que hace el ministerio, las expectativas para el segundo semestre son buenas, ya que son más las empresas que dicen que van a contratar empleados que las que van a despedir.
Moroni participó en esta capital de la "Jornada sobre Trabajo y Empleo en Argentina y Santa Fe", organizada por el ministerio de Trabajo de la provincia, que consistió en una presentación conjunta de las políticas de empleo e inserción laboral que se están desarrollando a representantes del sector público, organizaciones sindicales, empresariales y de la sociedad civil.
"El empleo está en un muy buen momento. La Encuesta Permanente de Hogares que se difundió días pasados da uno de los mejores números de desempleo para un primer trimestre del año, que es del 7 % y un muy buen porcentaje de población activa que es de casi 47%, un nivel alto para Argentina. También en materia de empleo no registrado, que es un fenómeno histórico en el país, no de los últimos tiempos, estamos en una cifra baja, del 36%", resumió el ministro en una entrevista con este diario.
"Está creciendo todo el empleo, el asalariado registrado lo está haciendo desde hace 13 meses a una tasa de entre el 0,3 y 0,4 por ciento mensual -unos 20 mil empleos nuevos promedio por mes- y también lo está haciendo el empleo no registrado, pero que tiene una explicación. No es que está empeorando el empleo no registrado, como suelen publicar, sino que como consecuencia de la pandemia el empleo que prácticamente desapareció es el no registrado porque la gente no salía a trabajar, por lo que es razonable que al volver la actividad también sean más altas las tasas de recuperación del que más perdió que en este caso es el empleo no registrado. Y también está creciendo el empleo en el sector de autónomos y monotributista. En el sistema registral tenemos el número más alto de trabajadores registrados", informa Moroni.
-La semana pasada en la ciudad de Santa Fe estuvo el secretario general de la CGT Héctor Daer y dijo que los dos principales problemas que tienen los trabajadores son la inflación y el empleo no registrado. Usted me dice que es bajo y él dijo que nunca hubo tanto como ahora.
-A lo mejor está hablando de su sector, que es el de la sanidad, donde estamos viendo un fenómeno de crecimiento de servicios particulares, por ejemplo. Ahora, la realidad es que Argentina tiene tasas superiores a los 40 puntos y estamos en 36. ¿Esto es bueno? No, porque es un tema endémico que no podemos resolver. También tenemos que pensar que estamos en un subcontinente como Latinoamérica, donde las tasas de empleo no registrado más que nos duplican. Somos tres países los que tenemos tasas parecidas: Chile, Uruguay y Argentina. Ellos tienen tasas de más del 70%. También hay otro fenómeno. Uno analiza el empleo no registrado como si fuera una categoría uniforme, pero en esa categoría hay de todo, desde trabajadores dependientes que no están registrados hasta autónomos que deberían registrarse en alguna categoría y no lo están. Hay casos que son infracciones a la ley y hay casos donde tenemos que analizar las normas tributarias porque en muchos casos son barreras para el acceso a la formalidad.
-Muchas veces se culpa de la informalidad a las leyes laborales.
-Vamos a los datos empíricos. El empleo ha crecido y decrecido con las mismas normas laborales. En períodos de crecimiento económico el empleo registrado sube y en períodos de recesión baja.
-Es decir que es un problema de ciclos económicos y no de leyes.
-Lo voy a decir en términos de almacenero. Nadie contrata a nadie para producir algo que no va a vender. Después, cuando uno empieza a analizar los datos de empleo registrado, el mayor problema está en empresas de hasta 5 trabajadores, en empresas grandes es casi inexistente. Existe, pero es mínimo.
El factor inflacionario
-Usted habla del muy buen momento que vive el empleo en Argentina, pero la gente no llega a fin de mes ni en ciudades de pleno empleo.
-Estamos en un proceso inflacionario de niveles increíbles, que tiene un par de componentes. Uno endémico propio ya que venimos de décadas de inflación y por esa razón tenemos una conducta inflacionaria muy fuerte; y después está el contexto mundial del que Argentina suele olvidarse. Estuve hace muy poco en la conferencia de la OIT donde los países desarrollados contaban que van a tener entre dos y tres veces más inflación que el año pasado. Países que tenían 3 por ciento van a tener 9. Excepto que consideremos que estamos fuera del mundo, hay un fenómeno de crecimiento de los precios relativos muy complejo.
-Eso impacta muy fuerte en los salarios.
-La verdad es que nosotros empezamos con el salario muy atrasado, con una pérdida de casi 20 puntos entre el 2018 y el 2020 y tenemos que ir recuperándolo. Tuvimos pandemia, donde es muy difícil pensar que se puede recuperar el salario, sin embargo, el de los trabajadores registrados quedó menos de un punto debajo de la inflación. Y tenemos un problema inflacionario donde la negociación colectiva -que es la herramienta que regula el 98% de las relaciones laborales en Argentina- está haciendo recuperar los salarios muy poquito por encima de la inflación, pero algo se están recuperando. Es un proceso que requiere no solo políticas de ingresos, sino que la inflación baje porque es muy difícil en procesos inflacionarios recuperar salarios.
-Como decía Perón, los precios suben por el ascensor y los salarios por la escalera.
-No estamos inventando nada, son procesos por los que ya hemos pasado. Tienen que suceder las dos cosas. Desde el ministerio de Trabajo creemos que no tenemos que alterar la negociación paritaria porque es lo ideal, reconoce la heterogeneidad de cada sector, las posibilidades reales de negociación. Nosotros reabrimos las negociaciones colectivas aún con convenios no vencidos porque habíamos visto que lo pactado quedaba por debajo de la inflación. Esto permitió que se renegociaran 60 convenios en los últimos días y lo vamos a seguir haciendo.
- ¿Hay chances de un aumento de suma fija como se pide desde algunos sectores?
-La realidad es que cuando se dieron aumentos de suma fija fue porque no funcionaban las paritarias. Lo hicimos nosotros en 2020 ya que tenían un atraso de más de 9 meses, estaban congeladas, de hecho. Y en 2002 y 2003 porque no había negociaciones colectivas, razón por la cual hasta que se reabrieron se dieron aumentos por decreto. Habiendo negociaciones paritarias libres que están funcionando muy bien ya que prácticamente no hubo conflictos, no veo que sea necesaria la intervención del Estado. Es más, podríamos estar provocando un aumento que no sea el mismo que podría conseguir el sindicato libremente.
-Si tenemos que comparar el poder adquisitivo actual del salario con el nivel de algún otro momento de los últimos años ¿Con cuál lo haríamos?
-Estamos en promedio entre 2010 y 2011, que no fue el mejor momento.
-De vez en cuando se busca instalar en la discusión pública la necesidad de una reforma laboral. ¿Cuál es su opinión y la del gobierno sobre el tema?
-Mi opinión coincide con la del gobierno y es que no es necesaria una reforma laboral de las leyes básicas. En Europa hoy hay una discusión respecto de las flexibilizaciones que se hicieron en España y en Italia con los contratos laborales y que están revirtiendo. España lo hizo con una ley para empezar a privilegiar los contratos por tiempo indeterminado por sobre los temporales e Italia está analizando algo parecido. Nosotros tenemos más del 90 % de los contratos laborales por tiempo indeterminado y ellos al revés, más del 90 % son a plazos. La verdad es que no hay demostración empírica en ningún lugar del mundo, no solo en Argentina, que modificar la estructura normativa del contrato de trabajo haya generado un efecto positivo en el empleo, así que no vamos a hacer eso. Nosotros tenemos período de crecimiento muy fuerte del empleo como sucedió entre 2007 y 2011 y fueron con estas normas laborales. Ahora estamos viendo un crecimiento fuerte del empleo con estas normas laborales. Argentina tiene una cosa maravillosa respecto de otros países que son los convenios colectivos, con un nivel de cobertura y capacidad de negociación como pocos tienen. Por lo tanto, creemos que la negociación colectiva es un excelente ámbito para hacer los ajustes para lo que la actividad requiera. Y hay quienes lo han utilizado libremente como Smata con Toyota.
- ¿Tiene indicadores sobre cómo se va a comportar el empleo en el segundo semestre?
-El ministerio de Trabajo publica todos los meses un informe sobre empleo que además de los datos registrales tiene una encuesta que se hace desde muchos años atrás con un grupo seleccionado de empresas a las que se les pregunta por ejemplo si piensa tomar trabajadores, mantenerse constante o despedir. Lo que nos está diciendo la encuesta hasta ahora es que son más las empresas que piensa sumar trabajadores que las que piensan mantener en disminuir. Ese indicador viene funcionando bien porque después lo comparamos con lo que sucedió y tiene un buen porcentaje de anticipo. Es decir que nuestros indicadores dan que tenemos una situación de empleo creciente. Ahora, para que este indicador se cumpla es necesario que este proceso de crecimiento continue, que no depende solo del gobierno nacional sino de una continuidad de factores. De continuar la actividad en los volúmenes que estamos va a seguir creciendo el empleo.
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