Luis Rodrigo
Destacó que el gobernador le expresó su solidaridad y disposición. El Senado santafesino escuchó un relato preocupante sobre el narcotráfico y sus conexiones.
Luis Rodrigo
Armando Traferri es el senador por el departamento San Lorenzo, es el jefe de la bancada de la oposición que tiene la mayoría del Senado y es quien preside la Comisión de Seguridad de la Cámara Alta. Aun así, el legislador tampoco puede respirar tranquilo.
Ya le quemaron un auto, un departamento, robaron varias veces a integrantes de su familia y ahora -en un asalto a mano armada- le sustrajeron un llamativo automóvil a su hija que -un par de días después y sin que le hayan cambiado la patente- fue impunemente utilizado por el narcotráfico, y en medio de Capitán Bermúdez. Además, el principal sospechoso (de quien se sabe su domicilio) estaba cómodamente prófugo desde hace un año y medio, tras una salida transitoria.
El relato de Traferri, atentamente seguido por los senadores de todos los bloques, tanto mostró la impericia policial y la inseguridad que sufren todos los ciudadanos, como la despreocupada actitud de quienes robaron en Rosario el auto (de “un celeste que no hay dos igual”) para usarlo luego justamente en el departamento San Lorenzo y para repartir drogas.
Lo peor del episodio que vivió Traferri y su familia es que desde el primer momento contó en su favor -como es obvio para un legislador- con la ayuda de las más altas autoridades de la provincia. Con él se comunicó y solidarizó el gobernador Miguel Lifschitz y mantuvo un estrecho contacto con el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro, entre otras figuras políticas. Habló con fiscales, comisarios e integrantes de la Gendarmería. Pullaro fue ayer a la Cámara a volver a tomar contacto con el senador.
El auto, sin embargo, apareció porque “un amigo” (prefirió guardar el nombre y la actividad de quien resolvió el caso) que, tenía algunos pocos datos del caso, sospechó de una banda dedicada al rubro repuestos. En cuestión de horas encontró al auto celeste, con la misma chapa, “en San Salvador 353” de Capitán Bermúdez.
Se sospecha de un delincuente de esa zona, que “está prófugo desde hace un año y medio y ha vuelto a su casa sin que nadie lo moleste”, indicó el senador.
Horas
Según el relato del senador, pasaron más de cuatro horas entre que el coche fue detectado frente al domicilio señalado y el momento en que -finalmente- fue librada la orden de allanamiento para revisar esa propiedad. “Para entonces habían escapado”, dijo Traferri.
Luego formuló una serie de preguntas que apuntan a verificar la existencia de vínculos entre el narcotráfico y una parte de la Policía. “¿Cómo puede ser que está prófugo y que pase un año y medio en la ciudad donde vivía antes?; ¿cómo puede ser que al auto lo encuentro yo, gracias a un amigo, con datos de un vecino?, si esto le ocurre a un senador, ¿qué no puede pasarle al ciudadano común?”.
Reacciones
Para Rubén Pirola (PJ-Las Colonias) “esto es sistemático: cada vez que el senador Traferri avanza con alguna expresión o alguna precisión sobre el narcotráfico en el departamento que representa sufre algún hecho de inseguridad”. Y más tarde opinó: “Es triste, pero está sucediendo: la política en Santa Fe está atravesada por el narcotráfico”.
Lisandro Enrico (UCR-General López) dijo que “éste no es un hecho aislado”. Y opinó: “Es otro atentado contra el senador”.