El radical mantiene en alto su postulación presidencial
Manes levanta la bandera de estabilizar la economía para encarar el desarrollo
El diputado advierte que la política está trabando toda la economía. Dice que su tarea es convertir la resignación en esperanza. Marina dal Poggetto y Martín Rapetti entre su equipo de asesores. Preferencia por Losada en Santa Fe.
Manes llamó a que la política no siga trabando el desarrollo de la Argentina. Crédito: Luis Cetraro
"La política se ha convertido, lamentablemente, en un fin en sí mismo. Valoro la política, es la mayor herramienta de transformación social, por eso me incorporé a la política viniendo de afuera. Se ha perdido lo mejor de la política que es la militancia, la fraternidad y se ha convertido en una lucha para preservar espacios de poder. Esto afecta a una gran parte del sistema político, por eso el enojo de la gente y ese enojo es peligroso que lo aprovechen los que tienen un discurso de intolerancia y los que proponen básicamente el caos" señala a El Litoral el diputado nacional bonaerense y precandidato presidencial de la UCR, Facundo Manes. Neurocientífico, sigue recorriendo el país buscando sumar adhesiones. "La tarea es convertir la resignación en esperanza; es una tarea inmensa, pero no nos queda otra porque estoy convencido que más allá de que nos sintamos huérfanos, no representados, si los argentinos nos unimos detrás de un objetivo común -en este caso es la estabilización económica y el plan de desarrollo del siglo XXI- creo que Argentina puede salir más resiliente y mejor que antes, pero si seguimos peleándonos por el poder en sí mismo, alejado de la agenda de la gente, vamos a seguir administrando pobreza y vamos a seguir discutiendo el subdesarrollo sustentable".
- Mirando los indicadores de la pobreza, la cantidad de chicos pobres, 200 y pico mil pesos que necesita una familia tipo para vivir con los salarios de convenio del sector privado por abajo de esa cifra, y se ve la rosca política -tanto oficialista como de Juntos- que no para..
- Una de las cosas que yo no hago es rosca. Dejé todo lo que tenía en mi vida para involucrarme en esta contribución a mi país que me dio todo. Soy producto de la educación pública Argentina, todo lo que tengo me lo dio la Argentina. Coincido que mucha de la política actual está alejada totalmente de la realidad que vive el 99,9 % de los argentinos. En nuestro espacio, la interna del Pro lamentablemente nos hace hablarle al voto histórico y no atraer a jóvenes, a sectores populares, a otros espacios que se defraudaron con el gobierno del 2015 al 2019, a los que confiaron en nosotros o los que nunca nos votaron. La interna del Pro está afectando con la ampliación de Juntos por el Cambio en términos electorales.
- ¿Cómo está parado el radicalismo que tiene dos precandidatos -usted y Gerardo Morales-, pero parece que los medios o la opinión pública miran hacia la interna del Pro?
- El radicalismo tiene una obligación histórica, hace 40 años el radicalismo lideró un nuevo paradigma, que era el proceso democrático. Hoy, 40 años más tarde, ese proceso democrático lamentablemente no nos pudo dar prosperidad, nos dio democracia que aunque es frágil en algunos sectores de la Argentina, hay que cuidarlo porque tenemos democracia, pero no nos educó, no nos dio de comer, no nos curó, como decía Alfonsín Hay una deuda pendiente y hoy el desafío es el desarrollo. El radicalismo tiene una nueva oportunidad, en la última elección casi la mitad de los votos de la coalición opositora que ganó la elección de 2021 fueron de liderazgos radicales en todo el país y el radicalismo va a tener un candidato presidente. Estás hablando con uno de ellos, vamos a presentar la candidatura a presidente. Hay mucha gente en todo el país que se siente radical y que no quiere votar en la interna del PRO, quiere que la coalición de Cambiemos tenga una expresión de centro popular y creo que ahí está el secreto de incluso ganar la elección, de atraer a un electorado que quizás no se sienta tan atraído por el Pro.
- Son conscientes que deben explicarle a la gente que se van a vivir momentos de turbulencia muy duros en el inicio del próximo gobierno
- La gente está sufriendo hoy. Un sufrimiento tremendo. Un tercio de los jóvenes y niños en la Argentina no tienen una alimentación saludable, aún trabajando se es pobre en la Argentina. Lo que le decimos es que si seguimos así con el populismo, con el gobierno del Frente de Todos que nos ha gobernado 16 de los últimos 20 años esto es un desastre, un país que evoluciona, vamos a seguir administrando pobreza y generando pobreza. La opción es, humildemente, lo que proponemos nosotros: una gran coalición de centro popular que convoque a todos los sectores y que estabilice la economía, y para eso necesitamos consenso político, músculo político, porque incluso se puede fallar en el primer intento de estabilizar la economía y encarar el desarrollo.
En ese momento, claramente va a haber dolor, como ahora, pero por lo menos vamos a tener una luz de futuro. Ahora solo tenemos dolor. Hace décadas que los argentinos venimos con dolor cada vez más intenso sin ver la luz. Hay una gran posibilidad que Argentina en los próximos ocho años duplique las exportaciones en minería, en el agro, en la energía, en el turismo, en la industria de la pesca sustentable, de la forestación, de la industria del conocimiento. En ocho años podríamos duplicar las exportaciones en el doble de ricos con casi la misma población, podemos bajar la pobreza a la mitad. Ese sufrimiento con una luz hacia adelante, la gente lo acepta, lo que la gente no acepta más es sufrir por estar cada vez peor.
Admitió Manes la angustia que hoy tiene gran parte de los argentinos fruto del momento económico pero con secuelas de la pandemia. Crédito: Luis Cetraro
- Una de sus espadas económicas es siendo Marina del Pogetto, es muy crítica de lo que está pasando y de lo doloroso va a ser el tránsito.
- Marina no solo que es mi referente sino también está Martín Rapetti que es un economista que está enfocado en el desarrollo. El desafío de lo que viene, el desafío que tenemos que hacer y que vamos a hacer es estabilizar la economía con un consenso de centro popular ganado en las elecciones pero al mismo tiempo un plan de desarrollo. El Plan Austral fue un plan de estabilización que tuvo un éxito en un tiempo para bajar la inflación; la Convertibilidad también fue un plan antiinflacionario, pero no fueron planes de desarrollo. Lo que tenemos que hacer los argentinos es el doble de esfuerzo, porque es un plan de estabilización económica que no es muy sofisticado, todo el mundo sabe lo que consiste un plan de estabilización macroeconómica, que son tomar en cuenta las variables fiscales, monetarias, financieras, pero eso necesita consenso político, sustento político, músculo político, no se puede hacer de los extremos y al mismo tiempo vamos a encarar el desarrollo.
El partido Radical está trabajando en todos los temas. Veo un partido que se ha modernizado, que le habla a los jóvenes, a los sectores populares, que se ha renovado, que tiene tres gobernadores, 400 intendentes, tiene dirigentes en todo el país, tiene una estación territorial única, tiene legisladores nacionales, provinciales. Falta que se anime a pelear por la presidencia y va a ser necesario en la Argentina porque el radicalismo puede atraer al votante peronista desencantado, al votante popular. Estamos trabajando con los mejores talentos argentinos creando musculatura política para enfrentar lo que viene, que no sólo es estabilización sino también es encarar, de una vez por todas, el desarrollo.
- ¿Cómo médico está viendo mucha angustia en la población?
- Sí, la Argentina está depresiva, la Argentina está triste. A diferencia del 2001 -ese año regresé a la Argentina de mi formación en el exterior en Estados Unidos e Inglaterra- y el país era un caos, pero la gente estaba con la sensación de que alguien iba a solucionar el problema argentino. Hoy es peor la situación, porque la gente está angustiada, triste y pensando que la Argentina no tiene solución, que la Argentina puede ser un país fallido, que nadie iba a solucionar esto, no cree en nada. El mayor desafío de un liderazgo hoy es de convertir esa tristeza, esa resignación en esperanza. La salud mental es fundamental; los niños, los jóvenes están muy afectados en su ánimo y un país que está depresivo no va a poder ser un país que de prosperidad y que sea productivo.
- Esta afectación es por el momento económico y también viene arrastrándose todo lo que fue el encierro de Covid y las secuelas que recién ahora estamos viendo en la población, ¿no?
- Exactamente. Hubo una pandemia, como toda pandemia que cambia la época. Podemos salir mejores o peores. El futuro depende de lo que hagamos ahora nosotros. La pandemia fue obviamente una crisis multidimensional, económica, de salud, productiva, geopolítica. Pero fue una crisis educativa, social, ética, moral, algunos privilegiados se vacunaban mientras la mayoría estábamos fuera de los privilegios. Se manejó muy mal la pandemia, el gobierno tuvo un manejo pésimo de la pandemia, y tanto tiempo sin clases presenciales van a tener un impacto de décadas en la educación y también en la salud mental. Estamos viviendo la década post-Covid, tuvo mucho que ver la hiatrogenia del gobierno en el mal manejo de la pandemia.
- Son todos desafíos porque miramos generalmente lo económico y si se piensa en estabilizar para el desarrollo en el medio habrá que tener anticuerpos para que la gente pueda comer. No quitar toda la ayuda social más allá de lo que conocemos de la ayuda social, que en muchos casos son negocios intermedios de la política.
- Por supuesto. Te diría que hay cuatro espacios hoy políticos económicos. Uno, los libertarios fantasiosos, los que quieren incendiar el Banco Central -no conozco ningún país desarrollado sin un Banco Central independiente-, que quieren dolarizar, -dolarizar en una Argentina con un Banco Central sin dólares y un Estado sin crédito, sería pulverizar los salarios-, que quieren vender órganos, que quieren la portación libre de armas, eso sería el caos y el subliberalismo que yo llamo fantasioso. Está el kirchnerismo que podríamos definirlo como asistencialismo, asistencialismo anticapitalista; no hay una promoción a la actividad privada, no hay reglas claras, todo lo que vivimos en 16 de los últimos 20 años y nos llevó a este caos. Otros quieren hacer a lo guapo, de cambiar todo a lo guapo y eso en un país con tanta desigualdad, con tanta pobreza, lamentablemente no va a ser posible. En lo que creo y lo que radicalismo y el nuevo radicalismo tiene que convocar es a la teoría de la cooperación, de que si no hay un nuevo contrato social que nos involucremos todos los argentinos para estabilizar la economía y para el desarrollo, como lo hicimos con la democracia, esto no lo va a poder solucionar un presidente o una presidenta.
Losada
- Está siguiendo el proceso electoral en que está inmerso la provincia de Santa Fe? Tiene simpatía por alguno de los candidatos que se ha presentado en Santa Fe?.
- Por supuesto; soy muy amigo de Pablo Javkin, de Carolina Losada y voy a ir a ni bien pueda a apoyarlos. Me parece que el frente de frentes que se hizo es muy importante, pero claramente Carolina Losada es excelente y vamos a hacer todo lo posible para que sea la próxima gobernadora de Santa Fe
"La política traba a la Argentina"
"El problema argentino hoy es político, la política traba a la Argentina", reafirma Manes ante El Litoral. "Está paralizado el Congreso, lo digo como diputado nacional, está semi paralizado el Congreso. El Poder Ejecutivo avasallando la Corte Suprema de Justicia. Hoy el problema argentino es político. Si la Argentina se destraba políticamente, puede venir por las materias primas una década importante, de crecimiento. El mundo necesita de las cosas que Argentina puede ofrecer: alimentos, minería en la etapa de transición energética, Vaca Muerta, el agro".
Enseguida pide que en pleno siglo XXI "no podemos seguir dependiendo del clima de las materias primas. En la próxima bonanza que podemos tener, si hacemos las cosas bien por las materias primas, tenemos que evitar despilfarrarla como lo hizo Kirchner en el 2003, o lo hicieron los argentinos en el 1895, 1895 cuando exportábamos vacas, pero no invertíamos en la economía del futuro, en la tecnología. Si hay un liderazgo en la Argentina que es respaldado socialmente por una amplia mayoría centro popular, logra destrabar la política, puede venir una gran etapa económica en los próximos ocho años. Ahí tenemos que invertir en la educación, en el capital humano, en la ciencia, en la tecnología, para exportar valor agregado, porque no podemos vivir de las materias primas. La matriz productiva argentina hay que diversificarla y agregarle valor. No podemos seguir esperando que no salve una cosecha o el químico".
Para Manes, "estamos ante desafío histórico, como lo tuvo Alfonsín en el 83, cuando decía vamos a reconstruir la democracia y la gente decía no, no. Hoy vas a tener un loco que va a ir para adelante, me metí en la política para esto, por eso cuando me vienen y me ofrecen alianzas, estrategias, les dijo no, yo quiero que la Argentina se encamine en el desarrollo. Quiero cambiar la historia".
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