La ex intendenta rosarina, Mónica Fein, asumirá en junio como presidenta del Partido Socialista nacional; será la primera mujer en ocupar dicho cargo de conducción. Ello resultó de la elección interna que tuvo la fuerza este domingo, con un acotado nivel de participación: votó aproximadamente el 25% del padrón de afiliados. La pandemia afectó la afluencia de votantes, y complicó la organización del comicio puesto que varias autoridades de mesa se encontraban aislados. Pese a todo, la elección se consumó en quince provincias. Fein se impuso sobre las listas de Eduardo Di Pollina y sobre la de Roy Cortina. En la provincia, Enrique Estévez logró la reelección como titular de la fuerza.
En diálogo con El Litoral, Fein adelantó los objetivos de su gestión, que ya debuta con un año electoral.
- ¿Implica un desafío mayor asumir la presidencia del Partido Socialista a nivel nacional siendo mujer?
- Sin dudas. Miremos los partidos históricos y centenarios como la UCR o un poco más joven el PJ, y nunca han tenido mujeres en la conducción. Las mujeres siempre hemos sido parte fundamental en la organización y territorialidad de los partidos, pero en general no hemos estado en la conducción que es donde se definen muchas de las cuestiones que después hacen a la vida partidaria pero también política de los partidos. Además, llevamos listas de paridad y la verdad es que anoche pensaba en las miles de mujeres que desde hace años trabajan por la igualdad en el partido; es la síntesis de muchos años de trabajo de muchísimas compañeras. En el año de pandemia fortalecimos una red que se llamó Mujeres Socialistas muy transversal pero convencidas de que las mujeres debíamos encarar este cambio, y la verdad es que representarlas es un gran desafío pero también un proceso colectivo.
- ¿Cuál será el rol del Partido Socialista a nivel nacional en este momento de tanta grieta?
- Justamente, más allá de nuestra fuerza que es significativa en cuanto a su historia pero no somos mayoría, creo que tenemos que aportar nuestra mayor capacidad para construir una alternativa que hable de futuro. Hoy hablamos todo acerca de la responsabilidad del pasado; o en el presente cuando discutimos una situación que nos duele, buscamos siempre responsables hacia atrás. Tenemos que pensar en propuestas de futuro y convocar a fuerzas políticas, porque creemos en coaliciones; y también a movimientos sociales para salir de esta polarización y antagonismo y empezar a coincidir en algunos puntos básicos de cara al futuro. Y reconstruir el diálogo y la confianza de la gente con la política. El socialismo tiene una historia de coherencia, de manos limpias y uñas cortas, por eso creo que podemos hacer un aporte significativo.
- ¿En el corto plazo, el desafío es aumentar la presencial del socialismo en el Congreso?
- Sí, por supuesto. Demostramos que somos un partido nacional aunque con diferente nivel de desarrollo, pero hicimos una elección en quince provincias. Y claro que queremos que el PS tenga más representantes. Santa Fe tiene un gran protagonismo en ese desafío, pero también tenemos legisladores provinciales en Córdoba, en Mendoza, Jujuy… Por qué no trabajar este año para aumentar también nuestra representación a nivel de otras provincias. Ése sería el objetivo a corto plazo; yo asumo en junio así que nos va a quedar poco tiempo para las elecciones. Pero será el camino a empezar a recorrer para en 2023 ser una alternativa en Argentina.
- ¿Qué implicó ser la candidata producto de un acuerdo entre Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti?
- El acuerdo no fue nada sencillo pero también las mujeres llegamos a la política para plantear que esos acuerdos tienen que tener generosidad y humildad de todos, aceptando los errores de todos, no entendiendo que cuando uno pierde una elección es responsabilidad de uno solo, sino que todos y todas tenemos algo de responsabilidad en eso. Hay que aprender de esa derrota y prepararnos para ser una opción política. Y creo que tanto Miguel como Antonio son actores fundamentales. Los dos tienen una gran experiencia y han estado construyendo; anoche como nunca lo extrañamos a Hermes (Binner). Para mí es una gran satisfacción tener el afecto y una relación personal con dos dirigentes de peso de nuestra provincia.
- ¿Hubo llamados y felicitaciones de los adversarios?
- Fundamentalmente de los locales, Claudia Balagué y Miguel Capiello. Todavía no de Eduardo (Di Pollina) ni de Roy (Cortina). Pero será cuestión de sumarlos; estarán en la conducción del partido como lo están ahora. Creo en un Socialismo unido en la diversidad.
- ¿Es Miguel Lifschitz ahora el candidato firme para disputar una banca en el Senado de la Nación?
- Para nosotros, sí; para el Socialismo, sí. Creo que en el marco del Frente Progresista habrá que discutirlo y ver también cuál es su propio deseo. Ayer (por el domingo a la noche), participó aun con fiebre (por su cuadro covid) de un zoom que hicimos para festejar así que espero que él lo tenga como desafío porque nosotros desde ya creemos que es el mejor candidato.
- ¿Hay chances de armar un frente de frentes en la provincia?
- Yo creo que todo aquel que quiera sumarse al Frente Progresista o como le pongamos porque siempre hay posibilidades de ampliar con otros sectores, bienvenido. Pero eso, sobre la base de una serie de coincidencias que nos hagan construir un futuro progresista. No es unirse para ganarle a alguien. Tenemos que tener coincidencias para poder construir un frente y poder gobernar. Sumar pero con esas condiciones, y creo que en ese caso, hay algunos sectores que están lejos de nuestras coincidencias.
- ¿Esperaban un mayor nivel de participación?
- Esperábamos entre un 25 y 30%. La última semana se complicaron mucho las cosas. Muchos de los que tenían que participar como autoridades estaban aislados; hubo muchos inconvenientes. Hubo pedidos para que las elecciones no se hiciesen, pero había que hacerlas. Que hayan participado unas veinte mil afiliados es histórico en este contexto de pandemia. Nos hubiera gustado más participación pero es lo que se pudo. Estamos agradecidos por el esfuerzo de tantos y tantas.