Esta semana, el gobernador Maximiliano Pullaro y la vice, Gisela Scaglia, cruzaron la Plaza de Mayo y llegaron hasta el arzobispado de Santa Fe donde los aguardaba monseñor Sergio Fenoy en companía de la hoy funcionaria de Educación, Betina Florito y su esposo, Cristian Hoffmann, muy cercanos ambos al religioso.
El propio Pullaro dio cuenta del encuentro donde conoció personalmente al prelado. "Una persona sencilla y, por sobre todas las cosas, un hombre de Fe", escribió en mandatario.
Pullaro y Fenoy venían postergando -especialmente por cuestiones de agenda- un encuentro personal desde hace bastante tiempo. Florito se encargó de buscar la coincidencia para concretar el encuentro que se prolongó más de una hora. Varios temas sobre la mesa y ambos intercambiaron números telefónicos para estar al habla cuando sea necesario.
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