Sábado 8.8.2020
/Última actualización 16:56
El escenario de emergencia provocado por la pandemia impide ver con claridad hacia el horizonte. Hasta que la comunidad científica ponga fin a la carrera en el desarrollo de una vacuna, ninguna medida publicada en boletines oficiales parece tener una proyección mayor a las cifras informadas en los reportes epidemiológicos.
Frente a esta "miopía" del Covid-19, la Asociación Civil Río Paraná, junto a CARSFE y BCSF, invitó a compartir perspectivas sobre los desafíos futuros de la política regional con el expresidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, y el exministro de Defensa y Economía, Ricardo López Murphy.
¿Qué hay más allá de las cifras de contagios y muertes diarias? ¿En dónde termina el declive de la economía mundial? ¿De qué forma se reacomodarán las potencias? ¿Cuáles serán las vías de desarrollo que tomarán los países menos favorecidos?.
Como respuesta a los interrogantes, el periodista, abogado y político de nacionalidad uruguaya apostó principalmente por la armonía sudamericana para enfrentar un mundo cada vez más globalizado y en crisis: "Debemos reencontrarnos en términos de fraternización. Necesitamos un reencuentro desde la democracia para enfrentar un reordenamiento del mercado mundial del que nadie saldrá ileso".
En un diálogo de casi dos horas, Sanguinetti lamentó: "Nunca hemos asistido a una globalización tan profunda, mediada, además, a través de un inesperado fenómeno como la pandemia. Desgraciadamente, no tenemos una gobernanza como es necesario para estos momentos excepcionales".
Gentileza Unas quinientas personas escucharon la disertación que Sanguinetti ofreció desde su hogar.Unas quinientas personas escucharon la disertación que Sanguinetti ofreció desde su hogar. Foto: Gentileza.
"Sin política no hay nada"
Entre los desafíos urgentes para la política post pandemia, Sanguinetti ubicó el avance de distintas formas de populismo, entre los que incluyó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. "Las tendencias populistas han avanzado en los últimos años y se han construido relatos zigzagueando la democracia", sostuvo.
Frente a ello, el expresidente, actual senador y líder del Partido Colorado de Uruguay abogó por una consolidación política: "Por distintas razones, la política se ha desprestigiado. Pero los políticos no somos mejores ni peores que la sociedad que nos elige. Debemos entender que los partidos se deben a la instrucción cívica y que la ciudadanía es parte fundamental de la democracia".
Asimismo, pidió "sobretodo a los más jóvenes" que busquen "prestigiar y defender" la política, ya que dijo que "al final, todo empieza y termina en la palabra mágica: confianza".
"Sin ella, no hay nada posible. Y con ella, tenemos los cimientos para empezar a construir la sociedad que queremos entre todos", agregó.
Apuestas en el ajedrez mundial
Desde una perspectiva geopolítica, Sanguinetti encuadró el "complejo" escenario mundial bajo una "confrontación entre potencias", donde describió que "las relaciones entre Estados Unidos y China se asemejan a una guerra fría; Europa se ha demorado en asumir su lugar; y ni la ONU ni la OMS han logrado ser líderes de la situación".
En ese marco, sostuvo que Latinoamérica se ha enfrentado a la pandemia "por carriles diferentes". Particularmente, apuntó a los "dos socios principales": "Brasil que sin un partido estable asumió consecuencias difíciles; y Argentina, que tiene una estructura de poder compleja, gobernada nuevamente por el peronismo, un movimiento de diferencias".
En tanto, sobre su país dijo que "jugamos un papel articulador". "Los uruguayos somos estrábicos. Ponemos un ojo en Capital Federal y otro en San Pablo", dijo, y agregó que el gobierno presidido por Luis Lacalle Pou "está dispuesto a colaborar en este complejo escenario".
"No soy pesimista en el largo plazo, pero me cuesta ser optimista en la inmediatez. Todo ha puesto de relieve las enormes carencias que, de nuestra parte, tenemos respecto de la visión global. Al punto que, después de muchos años, parece que tendremos un presidente del BID norteamericano y apoyado por los latinoamericanos. Luego nos enojamos con ellos, pero son decisiones apoyadas en nuestra propia debilidad. No hay inventos mágicos, lo que hace falta son proyectos sostenidos en el tiempo con las coincidencias básicas y las disidencias necesarias", concluyó Sanguinetti.
La Asociación Civil Río Paraná programó las siguientes jornadas: el jueves 13, a las 19, José Luis Tedesco, vicepresidente de Aapresid sobre Sistemas Agropecuarios Sustentables; el viernes 28, con Pablo Benítez Jaccod de la Fundación Progreso y Libertad en Homenaje a Alberdi; lunes 14, junto a la Asociación Conciencia, sobre Garantías Individuales para alumnos de Colegios Secundarios.
Populismo a la norteamericana
"En Estados Unidos vemos claramente el tema de la institucionalidad. Ser potencia no es lo mismo que ser líder. El gran problema con Trump es que no ha ejercido el liderazgo para el que fue llamado. Trump es un populista: apela permanentemente al sentimiento y a desafíos poco racionales, actúa con individualidad absoluta y debilita las instituciones de forma muy agresiva, sin respetar el sistema que se encargó de construir norteamérica durante tanto años. Pero considero que el país no cayó en sus manos, en gran medida, porque los medios, la justicia y las fuerzas armadas son fuertes", definió Sanguinetti.
Sobre las próximas elecciones presidenciales en EEUU, sostuvo que Joe Biden "tiene un perfil democrático", pero que "no da muestras de ser un gran líder".
Por su parte, López Murphy bregó por una "consolidación de las instituciones nacionales": "Debe ser el instrumento para obtener la cohesión necesaria, por medio de las libertades individuales. Lo único que no hay que hacer en estas circunstancias complejas es generar querellas innecesarias. En una emergencia tan demandante es necesario no entrar en conflictos".
De cara a lo que vendrá, el exministro recalcó la necesidad de "restaurar la confianza interna y externa". "El mundo deberá hacer un esfuerzo de reconstrucción. Defendiendo nuestros intereses podemos tener más incidencia que asistiendo a una mesa de negociación. Los países chicos no estamos en condiciones de imponer reglas, por lo que la multilateralidad de las grandes potencias nos favorece enormemente", concluyó.