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La licitación de la Brigadier López cuenta con un único oferente: la Central Puerto de la ciudad de Buenos Aires integrada por Guillermo Reca, Eduardo Eskasany y Nicolás Caputo.
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Solo la Central Puerto se ha interesado en la privatización de la Brigadier López, ubicada en el Parque Industrial de Sauce Viejo.
Puerto es la segunda empresa del mercado de generación eléctrica en el país y es propiedad de un holding de empresarios locales, encabezados por Guillermo Reca, Eduardo Eskasany y (en menor medida) del cónsul en Singapur, Nicolás Caputo.
Al respecto cabe agregar que el sitio econojournal subraya que el amigo del presidente Mauricio Macri posee solo el 4% de ese paquete accionario.
La central construida por el Estado y en manos de la empresa estatal Ieasa (ex Enarsa) produce 280 megavatios. Fue puesta en venta mediante la Resolución N°289, que contiene la “Aprobación de los pliegos para la transferencia de las centrales termoeléctricas Brigadier López (Santa Fe) y Ensenada de Barragán (Buenos Aires)”.
Dos para dos
La privatización de las dos centrales eléctricas que están en manos del sector público nacional ingresó en la recta final con sendos candidatos.
La empresa estatal recibió la semana pasada las propuestas técnico-económicas por las centrales. La meta es recaudar un monto neto -posterior al pago de una deuda con la Anses- cercano a los US$ 400 millones para el Tesoro.
Hasta pocos días antes de la presentación de ofertas, el Estado proyectaba un proceso con más jugadores. “Se esperaban dos o tres ofertas más, porque algunos fondos compraron el pliego y realizaron consultas”, indicaron allegados a la empresa que preside Mario Dell’Aqua.
La compañía que preside Guillermo Reca pelea con YPF Luz puja por quedarse con Ensenada Barragán. La escasez de financiamiento, por la fragilidad macroeconómica, condiciona ambos procesos licitatorios.
Semana clave
De no mediar complicaciones este 7 de febrero se realizará una pre-calificación, después de evaluar los antecedentes financieros y bancarios de los oferentes (uno para cada licitación).
Lamativamente “la compulsa parece definida en el caso de Brigadier López, una usina de median envergadura de 280 megawatt (Mw). Central Puerto se quedará con la planta santafesina por ser la única interesada”, sostiene el sitio mencionado.
En tanto, la oferta de Central Puerto, cuyo presidente es Guillermo Reca, un ex-Citybank que cultiva un bajísimo perfil y evita casi toda exposición pública, prevé el pago en efectivo de unos US$ 150 millones.
Además, deberá inyectar capital para cancelar parte de una deuda con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que financió la construcción de la planta en 2014. Podrá utilizar, con ese objeto, acreencias a su favor que están certificadas por un pasivo histórico que el Estado acumuló con las generadoras durante el gobierno anterior.
En cambio, la central térmica Ensenada Barragán, de 540 megavatios (MW), ubicada en las afueras de La Plata, está aún inconclusa. Resta construir un acueducto cuya ingeniería es complicada. Se estima que la inversión necesaria ronda los US$ 250 millones. La empresa cuenta, en gran medida, con equipos de alta antigüedad que no se destacan por su eficiencia.
Como YPF Luz no pudo cerrar la ingeniería financiera por la escasa profundidad del financiamiento internacional disponible para la Argentina, es la empresa madre, YPF SA, la que se presentó en la licitación de Ieasa.
La petrolera que preside Miguel Gutiérrez deberá desembolsar unos US$ 310 millones en efectivo -220 millones por la central y US$ 90 millones para saldar la primera cuota de la deuda con el FGS- y garantizar una inversión de casi US$ 200 millones para concluir la construcción de la central.