La Argentina ofrece sus góndolas, Japón procura clima de inversiones
El embajador Takahiro Nakamae le contó a El Litoral sobre el "cambio de paradigma" del que habló con el gobernador Perotti y empresarios santafesinos. ¿La condición..? estabilidad macroeconómica y reglas claras.
Nakamae espera aprobación en el Congreso de acuerdos bilaterales que firmaron el ex primer ministro Shinzo Abe y el ex presidente Mauricio Macri. Crédito: Pablo Aguirre
Japón importa alimentos por unos US$39 mil millones al año. La Argentina exportó a ese destino y por todo concepto, apenas US$256 en 5 meses. La presencia del embajador Takahiro Nakamae en Santa Fe, productora y exportadora de alimentos, obliga a la pregunta; el diplomático responde -literalmente- desde el otro lado del mundo.
"Lo que estuve hablando con empresarios de la Cámara de Comercio Exterior y con el gobernador Omar Perotti, es que tal vez sea útil considerar un cambio de paradigma".
El diplomático se lo explicó a El Litoral: "Japón ha exportado su capacidad de producción al exterior; más del 24% de su capacidad manufacturera está en otros países. Un ejemplo son los vehículos, vemos aquí varias marcas japonesas, unidades que en absoluta mayoría se fabrican en Argentina, Brasil o México. Esto no se refleja en el comercio bilateral. Japón -insiste- no es un país exportador de productos. Japón invierte en el exterior para exportar desde terceros países".
"El monto de comercio bilateral con México es 8 veces más que el que tiene con la Argentina, pero no es de alimentos o bienes de consumo sino de bienes de producción", insistió.
Tras visitar a Omar Perotti, el diplomático se entrevistó con el rector de la UNL, Enrique Mammarella y con empresarios santafesinos del Comercio exterior. Además cenó con parte de la comunidad japonesa en Santa Fe, que cuenta con 165 integrantes de unos 65 mil en todo el país. También realizó una visita a El Litoral.
- Nuestra provincia es proveedora de alimentos y Japón un gran importador.
- Lo que expliqué al señor gobernador y a los miembros de la Cámara de Comercio Exterior es que Japón es un gran importador de productos alimenticios. Más del 60% de las calorías que se consumen son importadas. La autosuficiencia es menor al 40%. Por otra parte, el mercado de alimentos está muy saturado; hay una competencia enorme y a diferencia de mercados emergentes como China, no se está expandiendo. Al contrario, la población está disminuyendo casi medio millón cada año sobre un total de 126 millones. Es una disminución entre 0,3% a 0,4% anual. No se puede esperar una expansión cuantitativa en productos alimenticios; hay una competencia muy fuerte en calidad, precio, presentación, marketing…
- ...y cumplimiento con los mercados. Que es un problema argentino.
- Todos los países proveedores tienen sus intereses, problemas, desafíos. El tema es cómo la Argentina puede presentarse como proveedor confiable y competitivo en el mercado japonés. Y no se puede contar con este comercio de alimentos si miramos para adelante, considerando la característica del mercado de Japón.
- En las crónicas argentinas sobre negociaciones con el FMI, Japón aparece habitualmente como un negociador riguroso ante incumplimientos de nuestro gobierno. ¿Es así?
- Hay que pensar muy bien cuál es la función, el papel que desempeña el FMI ante un país que tiene programas con el organismo. El Fondo Monetario no es una organización financiera como un banco; no tiene por objetivo la ganancia de un préstamo; es un organismo del que la Argentina es miembro y cuando hay decisión de consenso el país es parte. El objetivo es fomentar reformas económicas para el regreso al mercado financiero, y para ello el FMI ofrece el préstamo hasta que el país tenga la capacidad de manejar su financiamiento. En este sentido el programa desempeña un papel importante para la estabilidad de la economía. Lo que esperamos es que la Argentina tenga buena comunicación con el Fondo, un acuerdo e implementación de un programa que contribuya a la estabilización de su macroeconomía. Para nosotros el asunto no es sí o no ajustes; el ajuste no es la meta. Lo que queremos es el regreso de la Argentina al mercado financiero. Es algo que se define a través de diálogos entre el equipo del FMI y el gobierno argentino; en ese sentido Japón tiene mucho apego a la disciplina, porque queremos que el FMI haga su contribución a la solvencia y el funcionamiento del sistema financiero argentino. Ese es el motivo.
"Japón tiene mucho apego a la disciplina, porque queremos que el FMI haga su contribución a la solvencia y el funcionamiento del sistema financiero argentino", dijo Nakamae sobre el rigor de su representante en el organismo multilateral. Crédito: Pablo Aguirre
- Toyota es un ejemplo exitoso de Japón, incluso en Argentina. ¿Puede la organización industrial superar el desorden macroeconómico como el nuestro?
- Conocemos que la macroeconomía argentina está con varios desafíos. Pero en este contexto el sector automotriz japonés está contribuyendo, también Nissan en Córdoba con inversiones adicionales de US$180 millones y demanda de empleo para exportaciones. Además de las del sector automotor hay otras inversiones de mucho significado en un parque eólico en Santa Cruz, en la exploración de litio en Jujuy… Argentina tiene una potencialidad enorme. Lo que estamos observando es la inflación, desafíos macroeconómicos… hay empresas que tienen éxito pero no son todas. Hay 70 empresas japonesas pero en 2019 eran 102; una parte importante se han retirado. Hay más de 100 empresas en Chile, 650 en Brasil, 1300 en México. No valdría una comparación simplista, pero no hemos logrado aprovechar la potencialidad argentina desde el sector empresarial japonés.
- ¿Y qué haría falta?
- En primer lugar una mayor estabilidad macroeconómica. Además un mejoramiento en el ambiente de negocios, que incluye mayor previsibilidad jurídica. Y mayor comunicación entre la autoridad y los empresarios para crear un ambiente más favorable de negocios. Japón y la Argentina firmaron dos acuerdos importantes de promoción y protección de inversiones y otro para evitar la doble imposición. De la parte japonesa, se aprobaron en la legislación; estamos a la espera de la aprobación del Congreso argentino; son proyectos en comisiones del Senado.
- El carbonato de litio es uno de los principales productos de exportación argentina a Japón. ¿Es posible pensar en inversiones japonesas para producir baterías aquí?
- De parte del gobierno no estamos en condiciones de pronosticar la estrategia de cada sector. Creemos que la posible producción de baterías se definirá en el contexto de la estrategia global de las empresas. Lo que puedo comentar es la importancia de la buena comunicación entre los sectores interesados porque explorar litio es una cosa y fabricar la batería otra industria totalmente diferente. Lo que se hace es exportar el litio como materia prima; el tema es si la Argentina puede presentarse como una alternativa más atractiva con el modelo de producción. Yo no tengo respuesta.
- Está claro el rol del Estado y el del sector privado.
- Creo que la discusión tiene que ser por ahí, porque la Argentina no es el único país. Es un gran productor de litio pero no el único, hay competencias. Para las empresas -no solo japonesas- lo importante es este ambiente, el clima de negocios, la competitividad, la ventaja comparativa que pueda presentar la Argentina.
- Las rutas de la Seda que impulsa China suponen enlaces logísticos con Oriente. ¿Tiene Japón una postura pro comercial que lo aproveche, o de recelo geopolítico?
- China es un socio comercial muy importante para Japón, el mayor socio comercial. Lo que esperamos es el desarrollo compatible con el orden internacional global. En cuanto al desarrollo de Franja y Ruta de la seda, lo que espera Japón es la mayor apertura de la infraestructura, mayor transparencia, sustentabilidad de las deudas que causa. Esperamos que los proyectos asuman reglas de armonía con el orden internacional. De todas maneras observamos con mucho interés cómo este planteamiento se va a desarrollar en Latinoamérica.
Mejor inversiones que intercambio
En enero-mayo la Argentina importó de Japón US$463 millones. De ellos, US$ 107 millones en bienes de capital; 83 en intermedios; 232 millones en piezas y accesorios para bienes de capital y sólo US$ 24 fueron en bienes de consumo
"Parecen cifras bajas. El intercambio bilateral es modesto, considerando el potencial que tienen ambos países", señaló el embajador Nakamae. Pero insistió en no mirar el volúmen del intercambio bilateral para definir el vínculo, sino en el potencial de inversiones japonesas que desarrollen producción aquí. "La Argentina está apostando a nuevos sectores como la economía del conocimiento, hay varios unicornios exitosos", reconoció.
De Ucrania a Taiwán
En recientes declaraciones, el presidente norteamericano Joe Biden dijo que su país respondería militarmente si China intervenía en Taiwán. Es el conflicto latente detrás del escenario bélico desatado por la invasión rusa a Ucrania.
"El primer ministro Fumio Kishida -dijo el embajador Nakamae ante la consulta de El Litoral- mencionó claramente sobre Taiwán que la posición de Estados Unidos y Japón no ha cambiado.
"Tengo entendido que el gobierno de Estados Unidos explicó que esto no implica cambios de posición de Estados Unidos sobre el tema. Ambos mandatarios han enfatizado la importancia de la paz y la estabilidad del estrecho de Taiwán; estamos observando cuidadosamente los movimientos o intentos de alterar el status quo que se intenta en el Mar de China meridional y Mar de China oriental".
Añadió que "sobre la invasión de Rusia a Ucrania, Japón no considera este asunto como ajeno. Tiene una implicación global. Es un intento de Rusia de cambiar el estado de cosas por la fuerza de manera unilateral. Es un chantaje al orden internacional, a la integridad del derecho internacional del cual tanto depende la paz mundial, el multilateralismo global. Es cierto que en el mundo muchas personas esperan la pronta situación del problema; lo importante es cómo se soluciona. No podemos permitir la violación del orden internacional".