Cuando Javier Milei decidió acortar su gira, cumplir con la etapa en EEUU, darle prioridad a su encuentro con Elon Musk y no ir a Dinamarca, en Casa Rosada se explicó que “el Presidente vio la gravedad del ataque de Irán a Israel y consideró que era conveniente volver al país para analizar qué peligros corríamos”. En la dinámica argentina, y en particular en la de la administración libertaria, se pasó de un comité de crisis -que luego fue degradado a una reunión de Gabinete especial- a la continuidad de intentar convertir en ley el proyecto denominado “Ley de Bases”. Ocurre que los votos que se tenían por favorables empezaron a entrar en dudas cuando las objeciones a la iniciativa en particular volvieron a resonar en el ministerio del Interior, desde el que Guillermo Francos lleva adelante las negociaciones con los gobernadores y sus congresistas junto al jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el principal asesor presidencial, Santiago Caputo.
Las interferencias giran en torno a los mismos puntos que detonaron que el paquete de medidas fuera retirado de la Cámara baja el pasado 6 de febrero luego de ser aprobado en general. Entre otros, la reforma del Estado, las emergencias, privatizaciones y el conflictivo paquete fiscal, que el ministro de Economía, Luis Caputo, había retirado en su momento con el propósito de incentivar el consenso de la mayoría, esa aquiescencia que finalmente no se logró.
A mitad de esta semana, y luego de recibir al bloque de Innovación Federal, la administración central envió al Parlamento el flamante formato de Ingresos y Bienes Personales -con el blanqueo incluido- para que sea tratado en la Comisión de Presupuesto y Hacienda. La diputada salteña, Pamela Calletti, dijo en el Patio de Las Palmeras -al salir del cónclave con el jefe de la cartera de Interior- que “la ley ómnibus al principio marcó claramente un camino en que era imposible poder sacarla en ese contexto. Hoy este nuevo proyecto de ley ha tenido observaciones previas, es mucho más escueto, más reducido, y creo que con un diálogo más institucional y mayor apertura es posible llegar a algunos acuerdos, sin perjuicio de lo cual puede haber algunas diferencias que ya son menores”.
Javier Milei, presidente de la Nación. Crédito: Agustin Marcarian/Reuters
Habrá que ver cuáles son esas “diferencias menores” en el tratamiento previo y en el recinto, al que se aspira llegar con el renovado articulado en los primeros días de mayo. En lo que hace al DNU de desregulación económica que Martín Menem retiene en Diputados y fue rechazado en el Senado, el Gobierno obtuvo buenas señales de parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que rechazó los planteos de inconstitucionalidad -contra el decreto- que hizo el mandatario riojano, Ricardo Quintela, y por su parte, el abogado Jorge Rizzo de la Asociación Civil Gente de Derecho.
A la “batalla cultural” que se desarrolla desde Balcarce 50 y Olivos, se sumó el clima beligerante contra las prepagas acusadas de “presunta cartelización”, a la vez que fueron conminadas a retrotraer valores a diciembre del año pasado sin poder ajustar por encima de la inflación. Las decisiones que se han tomado con el rubro que tiene como referente a Claudio Belocopitt es -al mismo tiempo- utilizado a modo de advertencia direccionada al resto de los sectores que “aprovechan la liberación de precios para lucrar desde la ilegalidad”, señaló un alto colaborador presidencial.
El apercibimiento apunta a las telecomunicaciones y a la cadena formadora de costos que deriva en incrementos en góndolas, comercios de cercanía y la gastronomía. “Es que los supermercadistas se dieron cuenta que lo de la apertura de importaciones a los productos de la canasta básica fue más discursiva que objetiva”, apuntan desde la AFIP. De todos modos, mientras Luis Caputo está en Washington participando de la Asamblea de Primavera del FMI y buscando otro acuerdo que facilite mayores flujos de dólares en los próximos meses, la proyección oficial con respecto a la inflación sigue siendo en torno a un dígito en abril. “El 11% de marzo fue un buen dato, y ahora se viene otro lindo número en el superávit fiscal”, adelantó un alfil libertario que es permanentemente reposteado por Milei.
La interna legislativa de La Libertad Avanza se intensificó en la Comisión de Juicio Político donde otra vez Marcela Pagano fue la protagonista, en este caso con una crisis que tuvo derivaciones médicas que promete continuar, pero que es soslayada en el palacio gubernamental, donde se procura poner la atención en el viaje del primer mandatario -ya no en vuelo comercial por cuestiones de seguridad sino en el Tango 11- hacia Bariloche para exponer en el foro empresarial de Llao Llao. Es que el titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, anunció un corte de ruta con el propósito de impedir su llegada en repudio a las cesantías en la administración pública.
Una vez desmentidas las amenazas contra el titular del Ejecutivo por su férreo posicionamiento del lado de Israel en el conflicto que tiene con Hamas e Irán, uno de los hombres de confianza de Javier Milei aseveró que “lo de Aguiar es una amenaza, y si hace eso estará violando la ley por lo que habrá operativo”, remató refiriéndose a la posibilidad de activar el “protocolo Bullrich”.
A poco más de cuatro meses de administrar los destinos del país, la gestión de LLA demuestra que se atreve a abrir varios frentes de guerra a la vez, reclinada especialmente en la imagen positiva que la Casa Rosada percibe en favor del Presidente. Sin embargo, hay un punto débil que los opositores empiezan a oler a la distancia. Se trata del temor obsesivo y la aprensión que los hermanos Milei tienen sobre todo aquello que esté afuera del pequeño círculo áulico que abarca el primer anillo de confianza que los rodea. Este síntoma es observado por la tropa propia, que por ahora hace la vista gorda y sigue la corriente del devenir en el poder. Pero esto no quita que advierta en la potenciación de esa manifestación un talón de Aquiles que podría ser peligroso en un futuro cercano, donde combatir y recelar son actitudes y términos inversamente proporcionales.
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