- Después de 20 años en la gestión pública, actualmente no ocupa ningún cargo. ¿Cómo lo encuentra este momento?
- Después de 20 años en la gestión pública, actualmente no ocupa ningún cargo. ¿Cómo lo encuentra este momento?
- El 12 de diciembre entregamos el mando en la ciudad y una semana más tarde presentamos Sembrar, que es un espacio de ideas, muy activo, en el que trabajamos con nuestros legisladores, nuestros concejales, con la idea de asumir el rol que nos dio la ciudadanía, que es el de oposición, que asumimos con toda responsabilidad y entendemos como la obligación de formular propuestas para las actuales gestiones de gobierno, pero también construir opciones. La democracia necesita opciones y creemos que eso tiene que estar nutrido de propuestas. Muchas mujeres y muchos hombres de la provincia, muchos jóvenes, están sumándose.
Pensábamos recorrer la provincia presencialmente, pero bueno, la pandemia nos hizo, como a todos, readecuar los planes y entonces hicimos muchas actividades web, seminarios, reuniones, encuentros, que nos permitieron explorar una nueva manera de comunicarnos y estuvimos cerca de miles de santafesinos de toda la bota provincial
-¿Tiene relación con el gobierno de Omar Perotti?
- Yo soy un ferviente defensor del diálogo, me parece que es lo normal en democracia, y he hablado varias veces con el gobernador. Cuando comenzó la pandemia él me llamó, me pidió opinión, después volvimos a hablar, participé de una reunión de la comisión de Acción Política del partido con el gobernador, y le llevé a la ministra (de Educación, Adriana) Cantero la propuesta para volver a las aulas cuando se pueda. Estamos muy preocupados de que los quintos años y los séptimos grados puedan tener sus colaciones, por lo menos. Llevamos 8 meses de escuelas cerradas y hay que volver lo antes posible. Acompañamos también a sectores productivos en reuniones con las áreas respectivas de la Provincia para que se vayan habilitando actividades.
Ya en la primera reunión le dijimos al gobernador "cuidado, que los sistemas de salud no funcionan en el vacío, funcionan en un sistema económico, social, político". Y tal vez se dependió demasiado de las decisiones de Buenos Aires, y Santa Fe siguió demasiado el ritmo de la pandemia del área metropolitana de Buenos Aires, y eso nos hizo perder muchos recursos cuando acá todavía no teníamos casos
-¿A nivel municipal hubo algún contacto, después de las reuniones de la transición?
- Yo dejé pasar unos meses para opinar, además está la situación de la pandemia, que es especial. Pero justamente allí es donde aparece la necesidad de un municipio más cercano, y de un liderazgo del que hoy la ciudad carece. Por nuestra experiencia, lo que recogimos en los años de gestión, en momentos de tanta angustia, tanta incertidumbre, tantos temores de la ciudadanía, el gobierno tiene que estar cerca, tiene que escuchar, tiene que orientar, tiene que dar indicaciones claras, y el municipio tiene una gran cantidad de herramientas: los centros de distrito, los jardines, las escuelas de trabajo, los solares, para llegar a las personas. Y nos parece que no se aprovechó lo suficiente esa posibilidad. Y sentimos reclamo de mayor presencia del municipio.
Nuestros concejales han formulado propuestas, que yo acompaño. Una de ellas es fortalecer los equipos de salud del municipio. En nuestra gestión tuvieron un papel muy importante, hoy los vecinos no saben ni siquiera cuáles son las personas a cargo. A diferencia de lo que ocurre con Buenos Aires o Rosario, donde han tenido un protagonismo mayor.
- El escenario político actual se vio sacudido por la posibilidad de que se se suspendan las elecciones primarias (Paso). ¿Qué opinión tiene de eso?
-Uno se pregunta, si no hay Paso, cómo se elegirían los candidatos. Y esta respuesta que se ha escuchado en estos días de volver a la ley de Lemas, es realmente desopilante. Porque los santafesinos ya vivimos esa experiencia de un sistema tramposo, que hizo durante años que votaras a alguien y tu voto fuera a otro candidato. Y las Paso son una forma de expresión de la ciudadanía. Yo creo que en momentos de tanto cuestionamiento a la política, y desconfianza, y de crisis económica, hay que, primero, cuidar a las instituciones y no manosearlas. Y segundo, provocar estas instancias de participación.
Dicen: es caro. Pero más cara es una mala política, una reforma judicial innecesaria como la que impulsa el gobierno nacional. Hay otros gastos que se podrían reducir. Pero entendemos que hay que ser muy cuidadosos con las reglas electorales.
Con respecto a la pandemia, se votó en EEUU, se votó en Bolivia. No se puede poner en cuarentena a la democracia. Y hay que cuidar la salud de la República.
- ¿Qué perspectivas ve para el futuro inmediato del radicalismo en Santa Fe?
-El radicalismo a nivel nacional integra Juntos por el Cambio, porque comparte los valores que reúnen a la coalición. El respeto a las instituciones, el apego a la ley, rescatar el mérito y el esfuerzo como manera de progreso social.
Yo creo que los radicales de Santa Fe están comprendiendo cada vez más que somos un partido nacional y que lo que se va a discutir en el país en el 21 es ponerle un freno al kirchnerismo. Especialmente en el Senado, que es donde tienen casi los dos tercios, y en Santa Fe se votan senadores. Así que es un momento en que los radicales de Santa Fe tenemos que acompañar las decisiones de nuestro partido nacional, que incluso tiene aspiraciones de liderar esa coalición; que en este momento tiene una misión muy importante, la de poner freno a los intentos de llevarse por delante a las instituciones.
Con toda la humildad y la autocrítica del caso, asumiendo que fuimos gobierno y cometimos errores; que hay cosas para cambiar y que hay una etapa concluida también de Cambiemos en el gobierno. Pero con la convicción de que tenemos que dar una alternativa al país hacia el futuro. Y ojalá se pudieran sumar otros sectores.
- ¿Hay posibilidad de que eso incluya al socialismo?
Ojalá el socialismo, con todas las particularidades y las diferencias que tenemos, quisiera sumarse; ojalá haya peronistas republicanos, como el caso de Pichetto, que se sigan sumando. Y otros sectores, tenemos que seguir construyendo una alianza amplia. Pero en el caso del socialismo, tiene que darse una discusión interna. Desde ahí hubo apoyos a la expropiación de Vicentín, incluso quienes apoyaban votar a Fernández. Si quieren venir son bienvenidos, pero tenemos que estar de acuerdo con el posicionamiento nacional, y en la voluntad de poner un freno al kirchnerismo.
- ¿Cómo ve el gobierno de Fernández?
- El kirchnerismo ha impuesto su agenda y eso ha llevado a Fernández a incumplir su principal promesa de campaña, que era la moderación, el diálogo, bajar los niveles de confrontación. Iniciativas como la liberación masiva de presos, el avance sobre la Justicia, la agenda personal de la vicepresidenta de resolver su situación judicial apartando jueces, la estatización de Vicentín, no hacen más que profundizar la grieta
Fernández fue votado por mucha gente que, al igual que muchos que no lo votamos, teníamos la esperanza de una nueva etapa de moderación y diálogo. Fernández incumplió esta promesa. Con una crisis económica muy importante; pero además, nos habían dicho que había que renunciar a la economía para tener resultados en salud, y resulta que vamos a los peores resultados de la economía en el país y en el mundo, y ya estamos en el top ten de muertos por habitante, y tenemos (lo ha dicho la Unesco) una catástrofe educativa. Ningún país de Europa tuvo como nosotros ocho meses las escuelas cerradas.
- ¿A Juntos por el Cambio le llegó el momento de una renovación de dirigentes?
- Juntos por el Cambio es un equipo que necesita jugadores para todos los puestos. Lo que está claro es que no hay liderazgos excluyentes, como a lo mejor lo hubo durante la presidencia de Macri. Mauricio tiene un rol, pero ya no el de líder principal. Hay otras figuras, como la de Horacio Rodríguez Larreta, que tiene una gran capacidad de gestión y una gran vocación de diálogo y búsqueda de consensos; Alfredo Cornejo, que es un gobernador que ha demostrado condiciones para avanzar incluso en temas tan difíciles como la seguridad; María Eugenia Vidal, la propia Elisa Carrió, Mario Negri. La coalición tiene muchas figuras, y me parece que todos tienen un rol. Pero especialmente en el 21 tenemos que llevar el mensaje de que hay una oposición dispuesta a razonablemente poner límites, pero que además está lista para gobernar
- ¿Adónde se ve en el futuro cercano? ¿En el Congreso?
- No me desvela que rol me toque, he cumplido diferentes. Sí quiero ser protagonista de la construcción de una opción en el 21 para que los santafesinos que no están conformes con los oficialismos tengan alternativas.
En lo provincial estamos charlando con Roy López Molina, con quien nos unen valores, fuimos candidatos juntos. Así que nos sentimos complementarios, que podemos sumar y hacer una propuesta. Juntos estuvimos reunidos con Horacio Rodríguez Larreta, él nos alentó a que armemos una propuesta para la provincia. Hemos conversado en estos días con Lucila Lehmann, porque nos gustaría que esta propuesta tenga también una presencia de la Coalición Cívica. Pero lo importante es que demos un mensaje a la ciudadanía de que hay equipo para ponerle freno al kirchnerismo, y particularmente en Santa Fe, porque aquí se eligen senadores y esa batalla se da en el Senado.
La deuda transferida a Jatón
- ¿Cómo ve a la gestión municipal? El intendente Emilio Jatón informó que se encontró con un endeudamiento de más de $ 1.800 millones y que eso fue un gran condicionamiento.
- Yo creo que la gente nos elige para que resolvamos problemas, y no para que pongamos excusas. Yo mismo cuando asumí recibí una deuda mayor que ésta, veníamos de aquella crisis de 2009. Pero incluso Mario Barletta había recibido una deuda mayor. El 2019 fue un año muy malo para las finanzas municipales, porque a la caída de ingresos se sumó el ajuste de salarios por inflación, un incremento del 54 % de salarios en el año, que hizo que muchos municipios no pudieran pagar los salarios u otros, como Rosario, lo pagaran con un auxilio extraordinario de la Provincia. No fue el caso de Santa Fe: nosotros pagamos con nuestros propios recursos todos nuestros compromisos salariales, dejamos depositado el aguinaldo, y la Provincia nos quedó debiendo plata. Yo creo que los gobernantes tenemos que incluso mejorar las situaciones. Por eso, lo que debería estar haciendo la actual gestión es ir equilibrando ese déficit, porque este año no aumentaron los salarios. Y sí hubo inflación. Por lo tanto, los municipios fueron acomodando sus recursos. Sin embargo, lamentablemente la ciudad de Santa Fe tiene una deuda 28 % más alta que la que recibió el intendente Emilio Jatón en diciembre. Ojalá que en los próximos años eso se pueda ir acomodando, y no cargándoselo al vecino. Porque además hubo un aumento significativo de todos los gravámenes, la tasa más del 100 %. Y a eso nosotros no lo compartimos, veníamos de una política de baja tributaria, e incluso eliminación de algunos cargos, como la cuota de alumbrado público.