Este será el año que marcará la consolidación de La Libertad Avanza en el Congreso, especialmente en la Cámara de Diputados, si el oficialismo hilvana victorias en la mayoría de las provincias y se muestra competitivo en Buenos Aires, "la madre de las batallas".
Entonces Javier Milei podrá disputar palmo a palmo la condición de primera minoría al peronismo en el cuerpo que preside Martín Menem.
La hipótesis es que -aún lejos de números propios en la Cámara- con musculatura suficiente, LLA ya no requerirá de servicios prestados por parte de aliados coyunturales para sostener, por ejemplo, vetos presidenciales.
En la Cámara de Diputados apenas arriesga 8 de sus 40 bancas, la mayoría de ellas de legisladores que se fueron sumando a las filas de las "Fuerzas del Cielo" sobre la marcha.
Todo el terreno que logre avanzar la fuerza libertaria tras las elecciones de octubre será sobre el lecho desierto y seco que dejen el PRO y la UCR, si es que sus desempeños electorales confirman lo que sugieren las encuestas.
Es decir, el éxito o fracaso de Milei será inversamente proporcional al resultado que obtengan sus aliados en las elecciones.
El imperio liberal-libertario se construirá sobre las ruinas de lo que dejó Juntos por el Cambio.
Karina Milei y Santiago Caputo, por separado, lograron convencer al Presidente que no le debe nada a nadie, y que todo lo que consiguió fue por obra y gracia de su astucia política y al modelo de shock económico, que Mauricio Macri no se animó a hacer cuando tuvo la oportunidad.
Cuando llegó al balotaje, Milei le agradeció al fundador del PRO haber convocado a su electorado a votar por La Libertad Avanza. Con el tiempo, la hermana y el asesor estrella le hicieron ver que la transferencia del voto de Juntos por el Cambio a La Libertad Avanza era espontáneo y natural.
Desplazamiento PRO
El apetecido desplazamiento de la base electoral del PRO por parte de LLA, se profundizó una vez que el Gobierno empezó a hacer camino al andar, y en especial desde que el modelo de Milei empezó a dar algunas respuestas parciales verificables, como la baja de la inflación y el final de los piquetes.
Al nivel de la superestructura dirigencial, ese desplazamiento también se fue replicando, primero con la captura de la dupla presidencial de Juntos por el Cambio conformada por Patricia Bullrich y Luis Petri, y más tarde con la llegada a las "Fuerzas del Cielo" de otros dirigentes de segundo orden.
Ahora en LLA apuntan a fagocitar a Diego Santilli, Cristian Ritondo y Alejandro Finocchiaro, tres de las figuras que llevan la negociación electoral en la provincia de Buenos Aires.
En este contexto de absorción de dirigentes y electorado, Milei se encuentra ante la disyuntiva de "dejar morir" al que fuera su principal socio, arrojándolo a la deriva y a su suerte, o tenderle una mano para ir juntos en un frente electoral.
El riesgo de soltarle la mano al PRO existe, ya que tras las elecciones quedaría en pie un bloque de una veintena de diputados amarillos con más razones que antes para complicar los planes del oficialismo. En este momento, la relación entre Milei y Macri está más fría y distante que nunca, pero es reversible.
Una campaña en la que ambas fuerzas políticas se saquen los ojos para conquistar a la misma porción del electorado llevaría la convivencia en el Congreso a un punto de no retorno.
La tentación de enterrar al PRO y llevarle el certificado de defunción a Macri para convertirse en la única referencia de la derecha argentina es fuerte. Karina Milei y Caputo soplan para ese lado y tienen viento a favor.
La cuestión capital
En la Ciudad de Buenos Aires La Libertad Avanza tiene a Patricia Bullrich, Manuel Adorni y Daniel Scioli como cartas fuertes para jugar. Solamente la presencia en el cuarto oscuro de una boleta encabezada por Mauricio Macri podría hacer peligrar el triunfo libertario en el último bastión amarillo.
En la provincia de Buenos Aires, en cambio, el PRO no mide más de 10 puntos ni tiene figuras rutilantes que le puedan hacer sombra a José Luis Espert, quien encabezaría la oferta libertaria.
De todos modos, Macri conserva algo de poder de fuego en el hecho de que esos 10 puntos que dividen al electorado antiK son los que pueden regalarle la victoria a Cristina Kirchner y a Axel Kicillof en Buenos Aires.
Panorama radical
La UCR está presa del mismo panorama sombrío que el PRO. En el alicaído bloque que lidera Rodrigo de Loredo 14 de los 20 diputados terminan su mandato en diciembre, y reina la certeza de que la mayoría de esas bancas no podrán renovarse.
De los seis con mandato hasta 2027 solamente Karina Banfi, Gerardo Cipolini y Lisandro Nieri son UCR puros.
Los otros tres (Mariano Campero, Luis Picat y José Federico Tournier) pertenecen al grupo de los denominados "radicales peluca", quienes en un abrir y cerrar de ojos podrían saltar al campamento de LLA.
Y si se quedan en la bancada de la UCR, será por razones meramente especulativas. Aunque permanecieran allí, no responderían a otro liderazgo que no sea el de Milei. "Incluso los pelucas se pueden adueñar del bloque", advierten los más pesimistas, en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas.
Sobre esa base habrá que calcular cuántos nuevos diputados logrará incorporar el radicalismo. En las provincias que son gobernadas por el partido centenario, apenas podrán colar un diputado nacional. Es el caso de Mendoza, Santa Fe, Corrientes, Chaco y Jujuy.
En Santa Fe y Jujuy, sin embargo, existen chances reales de que quienes asuman sus bancas lo hagan por Democracia para Siempre o el nombre que en el futuro tenga el bloque del radicalismo "rebelde".
En la Ciudad de Buenos Aires, no tiene posibilidad de sumar a nadie ya que solamente Martín Lousteau tiene chances de renovar como senador o ganar una banca de diputado. Lo que es seguro es que de seguir en el Congreso no jugará con el radicalismo deloredista.
Y en Provincia de Buenos Aires no hay marco alguno para que haya unidad en el radicalismo. Ni siquiera si se ratifican las PASO se podrán salvar las diferencias.
Facundo Manes irá en una alianza con el larretismo y otros sectores residuales de Juntos por el Cambio, mientras que Facundo Abad podría negociar una lista conjunta con el macrismo. Democracia para Siempre pone en juego a 9 de sus 12 bancas. Corre peligro de extinción.
Así las cosas, el radicalismo, que supo tener 33 diputados antes de su implosión, quedará reducido a una decena de diputados nacionales, que encima no tendrán un comportamiento homogéneo sino que cada uno atenderá su negocio.
Todo el terreno que logre avanzar la fuerza libertaria tras las elecciones de octubre será sobre el lecho desierto y seco que dejen el PRO y la UCR, si es que sus desempeños electorales confirman lo que sugieren las encuestas.
La hipótesis es que -aún lejos de números propios en la Cámara- con musculatura suficiente, LLA ya no requerirá de servicios prestados por parte de aliados coyunturales para sostener, por ejemplo, vetos presidenciales.
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