Ser mujeres en la Esma: la represión desde una nueva perspectiva
La violencia de género y los delitos sexuales fueron prácticas sistemáticas de torturas entre quienes ingresaban al centro clandestino de detención. Así queda plasmado en los testimonios brindados ante la Justicia por 28 mujeres sobrevivientes. Fragmentos de esas declaraciones integran la exposición.
Mauricio Garín Poner en palabras. Los testimonios de las sobrevivientes están plasmados por escrito en paneles y, en forma oral, en fragmentos de juicios por delitos de lesa humanidad.
Un puente entre el 8 de marzo, Día de la Mujer, y el 24 de marzo, Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, y un cruce entre dos etapas históricas que se materializa en espacios físicos cercanos pero distintos y que, a la vez, dialogan entre sí. De esa manera fue concebida la muestra itinerante "Ser mujeres en la Esma. Testimonios para volver a mirar", que se habilitó al público este martes en la sede del Foro Cultural y Museo Histórico de la UNL (9 de Julio 2154).
La exposición, que podrá ser visitada hasta el 22 de abril, recupera testimonios de mujeres que padecieron torturas y tormentos por su condición de género en el ex centro clandestino de detención, ahora Museo Sitio de Memoria Esma.
Así, con testimonios en primera persona, intervenciones silenciosas y fragmentos de procesos judiciales puestos en pantalla, se da visibilidad a una práctica sistemática de tormento, como fue la violencia sexual sobre las mujeres capturadas y retenidas entre 1976 y 1983. "La consideración de esa violencia en toda su especificidad en los juicios por delitos de lesa humanidad es un fenómeno reciente. Y la muestra solo se refiere a ellos como una etapa más del proceso de justicia. Notamos esa omisión cuando el museo ya había abierto sus puertas, fue señalada en varias oportunidades durante las visitas por grupos de mujeres que impulsan el análisis específico de esa dimensión de los crímenes en el campo de la justicia".
En efecto, la violencia ejercida sobre los cuerpos de las mujeres fue puesta en palabras en 2001 en el libro "Ese infierno", mientras que la primera condena por esos crímenes se produjo en el año 2010 (en Santa Fe). Desde entonces y hasta 2018 fueron 107 condenas en 26 sentencias por abuso sexual, violación y abortos forzados caratulados como crímenes de lesa humanidad.
"Yo creo que tomar conciencia del maltrato sobre la mujer, como hoy, no lo teníamos entonces. Había cosas que teníamos normalizadas y además en esas condiciones no lo hablábamos o nos avergonzaba hablarlo", afirma una de las víctimas desde uno de los paneles que componen la muestra. Algunas de esas revelaciones llevan nombre y apellido y otras las iniciales de sus autoras.
Mauricio Garín De galera . Así se llaman las correcciones al margen que, en este caso, visibilizan la ausencia de las mujeres en los relatos sobre los centros clandestinos de detención, y que esta muestra recupera y reivindica.
"De galera". Así se llaman las correcciones al margen que, en este caso, visibilizan la ausencia de las mujeres en los relatos sobre los centros clandestinos de detención, y que esta muestra recupera y reivindica. Foto: Mauricio Garín
A unos pasos, desde una pantalla se observan tramos de procesos judiciales, aquellos en los que las personas que dieron su testimonio aceptaron hacerlo público. "Yo acuso: el proceso de justiciacuando el Estado habilita la palabra", es el texto que introduce ese tramo de la exposición.
"La muestra tiene un presentación simbólica muy movilizante", reconoció Paula Saini, directora de Inadi Santa Fe. Junto a Rocío Gimenez, directora de Extensión Cultural de la UNL, explicaron la manera en que se fue gestando la presentación de la muestra en esta capital, la primera que se habilita al público de manera presencial -aunque con protocolos- luego de un 2020 signado por la pandemia.
Matías Bonfiglio fue el encargado de guiar a visitantes a través de las dos partes que componen la exposición: una centrada en los testimonios de sobrevivientes de centros clandestinos de detención, y otra en la que emergen las nuevas demandas del feminismo, donde expresiones como "Vivas nos queremos" y "Sororas" se resignifican en un ida y vuelta entre pasado y presente.
Entre uno y otro espacio se proyectan sobre una pared los nombres de las mujeres que estuvieron en la Esma, como testimonio de una historia que ahora si empieza a ser contada.
La muestra itinerante "Ser Mujeres en la Esma. Testimonios para volver a mirar", podrá ser visitada hasta el 22 de abril en el hall del Foro Cultural Universitario y la sala Ángela Romera Vera del Museo Histórico UNL (9 de Julio 2154), de lunes a viernes, excepto días feriados.
Los recorridos se hacen con protocolos sanitarios y por grupos de 15 personas. Para solicitar turno, las personas interesadas deberán escribir a [email protected] o llamar al teléfono 0342-4571144 Int. 114/115.
Integración
La muestra forma parte del ciclo "Mujeres protagonistas. Arte, cultura y política", impulsado por la Universidad a través de la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología y la Secretaría de Extensión Social y Cultural, en un trabajo articulado con el Programa de Derechos Humanos de la UNL y la delegación Inadi, Santa Fe.