Como es tradición para estos eventos, la novena Cumbre de las Américas que se está celebrando en Los Ángeles y a la que acudirán una veintena de mandatarios de la región, entre ellos Alberto Fernández, será discutida desde otro evento paralelo y protestada con la movilización de dirigentes sociales, académicos y políticos que buscan torcer la agenda de temas planteada por el país anfitrión.
La Cumbre de los Pueblos que empieza este miércoles en el Colegio Técnico de Comercio de Los Ángeles tendrá algunas presencias destacadas y también cierta representación argentina. El evento auspiciado por el gobierno de Cuba, que no fue invitada por los Estados Unidos al encuentro de presidentes, cuenta entre sus disertantes a la legisladora porteña Ofelia Fernández.
La joven política partió el martes desde Ezeiza y tenía previsto llegar a Los Ángeles al día siguiente en la mañana, luego de una escala en Houston. Ofelia participará de un panel titulado "Fin del patriarcado: violencia de género y lucha por la liberación", junto a otras activistas sociales.
Mirá tambiénEl presidente se prepara para viajar a Los Ángeles por la Cumbre de las AméricasDesde el entorno de la legisladora aseguraron que la joven dirigente egresada del Colegio Nacional Buenos Aires estará en contacto con la delegación del presidente Alberto Fernández, que se hospedará en el hotel Ritz-Carlton. Ambos Fernández se conocen, y el Presidente le ha mostrado apoyo cuando ella fue víctima de una campaña difamatoria y violenta en redes sociales.
La Cumbre de los Pueblos busca "elevar las voces de los ciudadanos e imaginar un nuevo mundo que dé prioridad a la democracia". Otro argentino que llegó a Los Ángeles, Manuel Bertoldi, cordinador de asuntos internacionales del Frente Patria Grande -el brazo político de Juan Grabois- dijo que "la contracumbre va a discutir la problemática de los alimentos, la desigualdad social, el drama de miles de familias migrantes, porque entendemos que no va a ser parte de la Cumbre".
Bertoldi también auguró que el viernes, luego de las deliberaciones, unas 2000 a 3000 personas marcharán hasta el Centro de Convenciones de Los Ángeles para visibilizar sus pedidos. Será la manera que los organizadores encontraron de aguar una ya diluida fiesta a cargo del presidente anfitrión, Joe Biden, que fue blanco de críticas por excluir del convite a Cuba, Venezuela y Nicaragua, y manejar con desaciertos la asistencia de los demás mandatarios. Los jefes de Estado y de gobierno de México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Bolivia, San Vicente y las Granadinas y Uruguay tampoco estarán presentes.