Hubo asistencia perfecta al almuerzo que el gobernador ofreció a los integrantes de las dos bancadas que tiene el PJ en la Cámara alta de la Legislatura. "Fue como si nunca hubiera pasado nada", resumió uno de los comensales. "Sería bueno pasar de las palabras a los hechos", comentó otro unos días después.
El 1ro de mayo de 2021 los senadores Alcides Calvo y Armando Traferri formaron parte de la Comisión de Poderes que recibió al titular del Poder Ejecutivo en la apertura de las sesiones ordinarias. En marzo de ese año había renunciado Marcelo Sain al ministerio de Seguridad y en noviembre fue desplazado del Organismo de Investigaciones. Entonces todo comenzó a cambiar. Crédito: Mauricio Garín.
Tal como sucedió con la picada anterior que les ofreciera el gobernador Omar Perotti, ninguno de los senadores provinciales peronistas faltó a la cita. Estuvieron los 12, a las 12 del día 12. Fue un lunes diferente para los 6 senadores justicialistas del Nes y para los otros 6 del mismo partido que forman en "Lealtad". A la docena que da una cómoda mayoría (y queda apenas a un voto de los dos tercios) se llega con una suma que, desde hace algunos meses entre los legisladores justicialistas de la Cámara alta de la Legislatura santafesina, se ha repetido cada vez que lo necesitó la Casa Gris.
Sin grabadores encendidos, a la hora de hablar en off con El Litoral esta vez hubo lecturas similares entre unos y otros sobre la situación interna de la mayoría justicialista de la Cámara alta, respecto de la relación entre los dirigentes con territorio y el gobierno provincial (o debería decirse con los funcionarios que pueden resolver o pisar un trámite), sobre la necesidad de que el gobernador conduzca un proceso de unidad en el peronismo provincial, pero -sobre todo- para poder mirar adelante, para las elecciones de 2023.
Ahí se anotan todos y optan por lo que el peronismo necesita hoy: buenos modales en la mesa, ninguna voz más alta de lo que corresponde para ser escuchados, algún sarcasmo disfrazado de broma y la imprescindible hipocresía que mantiene en buenos términos una relación que en algún momento se rompió.
Varios días después del muy buen asado en calle Amenábar y San Jerónimo, en otras ocasiones usada como residencia del gobernador, se dijo que el clima fue bueno. Que se dijo y se escuchó lo que se esperaba dar y recibir, que se habló en buenos términos y que el principal orador fue el anfitrión: "si se cumple en un 70 o un 80% lo que nos dijo, vamos a estar bien", sostuvo uno de los que disfrutaron del encuentro. "Sería bueno pasar de las palabras a los hechos", agregó otro. Ninguno olvida ofensas pero nadie las menciona, "fue como si nunca hubiera pasado nada", resumió un tercero.
En términos políticos, los desayunos entre Perotti y Traferri en el despacho del titular del Poder Ejecutivo Provincial, la picada con los senadores del Nes y de Lealtad y ahora el asado "con los 12", como si fueran un solo bloque, exteriorizan un objetivo del peronismo provincial: la reconstrucción del oficialismo. De quienes en 2019 acordaron cómo hacer que el PJ vuelva gobernar Santa Fe.
No debe olvidarse que el rafaelino llegó a la Casa Gris luego de ganar unas Paso, en las que sus aliados fueron casi todos los senadores presentes en el almuerzo, tras enfrentar a la fórmula María Eugenia Bielsa-Danilo Capitani. Y que el producto de esa alianza entre aquellos integrantes del Nes y el perottismo fue la fórmula con la vicegobernadora Alejandra Rodenas que, dicho sea de paso, no estuvo en la reunión.
Presupuesto y otros temas
El gobernador Omar Perotti ofreció maruchas y costillas, con frutillas con crema de postre, y tres ministros a la mesa: Celia Arena, de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos; Marcos Corach, de Gestión Pública; y Walter Agosto de Economía. El último llevó al menú un plato importante: criterios sobre cómo será la ley presupuesto para el último año de la gestión de Perotti, en la que resta poner en el calendario las elecciones y construir desde el PJ al candidato para la sucesión.
Los grandes números, pero también los pequeños gestos para que avance o se duerma un trámite en segundas o terceras líneas cuentan para los senadores. Durante doce años (otra vez ese número) esperaron a contar con las ventajas de tener línea directa "con las soluciones para el departamento". Se dice que en los dos primeros no hubo "un círculo virtuoso" para la gestión, y que recién ahora se entiende que todos perdieron. Aunque no haya habido brindis, ni autocríticas.
En el Senado santafesino no hay formalmente un interbloque pero desde que comenzaron las sesiones ordinarias, de hecho así se comportan los dos grupos que, en el primer caso están encabezados por Armando Traferri (San Lorenzo) y en el segundo por Alcides Calvo (Castellanos). Traferri era y es el presidente del bloque Juan Domingo Perón, Calvo un dirigente con votos propios en el departamento que representa cuya lealtad a Perotti ha pasado por muy duras pruebas, en especial en 2021.
El quiebre se produjo antes del inicio del gobierno actual, y con la elección de autoridades y de miembros de comisiones, al celebrarse la primera sesión preparatoria en diciembre de 2019, se mostró la hilacha de los desacuerdos en las bancas. Al año siguiente se produjo el pedido de dos fiscales a la Cámara para imputar a Traferri y el bloque del peronismo se fracturó con un muy amplio respaldo para el senador, tanto de senadores de su partido como del radicalismo. Con el tiempo fueron 6 senadores de cada lado, entre pases y negociaciones, con la UCR como árbitro. Hoy ya no lo es: otro capítulo comenzó con la salida en dos etapas de Marcelo Sain de la vida política santafesina, primero al tener que renunciar en marzo de 2021 al ministerio de Seguridad porque los resultados mandan y luego, en noviembre del año pasado, al ser desplazado por amplia mayoría de la Legislatura del Organismo de Investigaciones del Ministerio Público de la Acusación, porque sus expresiones de proselitismo fueron consideradas incompatibles con su cargo.