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El ministro de Educación subrayó que la administración Macri “no ha descuidado a los sectores más vulnerables”. Y que “los argentinos estamos haciendo un sacrificio, pero tenemos la íntima convicción de que esta vez vale la pena”.
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El ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnolgía, Alejandro Finocchiaro, criticó a “una oposición que quiere anclar a la Argentina en el pasado, con un modelo de país en donde el Estado central tenía de rehenes a las provincias y a los argentinos”.
En declaraciones a Télam, y en el marco del próximo análisis del Presupuesto 2019 por parte del Congreso de la Nación, Finocchiaro aclaró que, como contrapartida, “hay gente de la oposición que entiende y que sabe que el momento es difícil”; que la administración Macri “no ha descuidado a los sectores más vulnerables”, y que “la inversión social en el Presupuesto debe ser la más alta desde que se volvió la Democracia”.
Reconoció el funcionario que “los argentinos estamos haciendo un sacrificio, pero tenemos la íntima convicción de que esta vez vale la pena”, al tiempo que aseguró que “no estamos poniendo parches”, sino que se está “atacando la raíz de los males que aquejan” al país para que haya “solidez para siempre”.
Finocchiario dijo que el presidente Mauricio Macri “tiene el control de la situación (económica) y es el que toma las decisiones”, y sostuvo que “claramente habría preferido tomar un camino más gradual, para no afectar tanto el bolsillo de los argentinos”, pero recalcó que “no se cambió el rumbo, se aceleró para alcanzar el objetivo”.
El ministro dijo que “ahora se marcha hacia un país normal, hacia un Estado equilibrado, hacia un Estado que no gasta más de lo que recauda, que se ocupa de aquellas cosas que se tiene que ocupar, y por supuesto particularmente de los sectores más vulnerables”.
Además, ponderó: “Es la primera vez que un gobierno entra en una crisis y sale con las mismas reglas”, y, en esa dirección, distinguió que en “tormentas como las que hemos vivido, en otros casos se terminaba muy drásticamente”.
En ese plano, evaluó que “el Gobierno ha trabajado mucho para estabilizar las variables económicas”, e insistió en que “no se han alterado las reglas de juego”.
Asimismo, enfatizó que “también estamos sincerando la relación fiscal entre Nación y provincias”, y puntualizó que “el Estado nacional les está devolviendo 10 puntos de participación, y eso va a hacer que provincias vuelvan a hacerse cargo de las cosas que le son específicas, porque antes se les sacaba plata y se les daba paliativos y subsidios”.
Rol de la oposición
Consultado sobre su punto de vista sobre el papel de la oposición política, en cuanto a si contribuye a la gobernabilidad o pone palos en la rueda, el ministro evaluó: “Hay de todo; hay gente de la oposición que entiende y que sabe que el momento es difícil, y otros que no”, aunque evitó individualizar a ese sector político.
No obstante, y acerca de la inminente votación del presupuesto nacional, sobre el anunciado voto en contra del sector kirchnerista, Finocchiaro analizó que “la oposición que no ayuda es una oposición que quiere anclar a la Argentina en el pasado con un modelo de país donde el Estado central tenía de rehenes a las provincias y a los argentinos”.
Ya en plano personal, y requerido sobre si aspira a una candidatura a intendente de La Matanza, de donde es oriundo, el funcionario puso distancia en el tema, aunque no descartó la posibilidad. “Es mi pago chico (La Matanza), pero soy ministro de Educación, amo lo que hago y lo único que me preocupa es seguir trabajando para lograr en la Argentina una educación de calidad para cada uno de las chicas y chicos”.
Lo viejo y lo nuevo
Finocchiaro afirmó que “lo que estamos construyendo es el futuro que se expresa a través de la renovación del sistema educativo”, y criticó a sectores docentes que se oponen, al sostener que “hay una tensión entre lo viejo que no termina de morir y lo nuevo que está naciendo”.
De esa forma, definió “con una adaptación libre” de una frase del teórico marxista italiano Antonio Gramsci, su visión del sector gremial docente, que ha realizado numerosos paros y marchas en contra del Gobierno.
En ese sentido, apuntó que “con la Universidad tuvimos una discusión salarial en momentos de gran tormenta financiera y económica en el país, y no podíamos llegar básicamente a un acuerdo salarial. En cambio, con otros gremios del sector docente, no todos, tenemos buen diálogo, pero algunos se han transformado en un partido político y sus dirigentes son kirchneristas, y así es muy difícil llegar a acuerdos porque lo que estamos discutiendo es muy profundo, no es un punto más o menos, sino quién define la política educativa, que la estamos recuperando para el Estado”.
El ministro subrayó que “quienes tuvieron privilegios de haber hecho esto durante 15 años se resisten y generan tensión. La foto del paro docente con sindicalistas dejando sin clases a chicas y chicos y gritando encima de una tarima es una foto sepia, vieja, del pasado”.
En esa línea, el funcionario señaló que “necesitamos una escuela que se adapte a los saberes del siglo 21”, al sostener que el sistema educativo “se ha anquilosado”.
“Sabemos que el cambio nunca va a ser tan lento como lo fue en el pasado, ahora necesitamos una escuela que se adapte a saberes del siglo 21 y en esto trabajaremos”.
Además, Finocchiaro definió que para la coalición oficialista Cambiemos es “el Estado el que debe planear, planificar y llevar adelante política educativa del país”.
“Debe hacerlo tratando de consensuarla con la mayor cantidad de los actores políticos y sociales posibles, pero es una función indelegable, porque el Estado representa a todos los argentinos, no a un gobierno”.
Consultado sobre si el sector sindical debe tener participación, el ministro explicó que “el Estado con los gremios dialoga cuando esas políticas educativas modifican o alteran las condiciones laborales”, y citó que “en el caso de las provincias también se hablan de condiciones de salariales”.