Persiste la volatilidad en el Gobierno libertario, entre sus aliados y en la oposición dura
El único que sigue en la lista negra, cuyos pares pidieron la renuncia este miércoles, es el senador Francisco Paoltroni, alineado con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, fue uno de los heridos que dejó la salida de la mendocina, Lourdes Arrieta, tras los escándalos en los bloques oficialistas. Foto: Prensa Diputados
Uno de los más encumbrados colaboradores del “triángulo de hierro”, como bautizó Javier Milei al tándem que componen él, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo, manifestó que a nivel parlamentario, lo más importante ya se consiguió. “Con la Ley Bases y el paquete fiscal estamos hechos”, enfatizó. De esa manera minimizó el último derrotero legislativo, que incluyó los escándalos en los bloques oficialistas que terminaron con la salida de la mendocina, Lourdes Arrieta –ahora con su monobloque denominado “Fuerzas del Cielo”- que a su vez dejó a varios heridos en el camino, en particular al titular de la Cámara baja, Martín Menem y al jefe de la bancada libertaria, Gabriel Bornoroni. De todos modos, desde esa misma mesa chica se transmitió tranquilidad al resto de los integrantes de esa escasa representación que tiene el Poder Ejecutivo en el Congreso. El único que sigue en la lista negra, porque redobla la apuesta cada vez que se lo llama al silencio desde Balcarce 50, es el senador Francisco Paoltroni.
Consultado por el anuncio de la vicepresidenta sobre la intención de reabrir las causas por terrorismo, Manuel Adorni señaló que “es un tema de la agenda de (Victoria) Villarruel”. Foto: Prensa Senado
El formoseño infiere que está cubierto por su cercanía a la presidenta de la Cámara alta, que es la única persona con la que –por ahora- Casa Rosada intenta no entrar en una grieta insalvable. De hecho, consultado por el anuncio de la vicepresidenta sobre la intención de reabrir las causas por terrorismo, Manuel Adorni señaló que “es un tema de la agenda de (Victoria) Villarruel, y está muy bien que así lo sea porque es su bandera, es su lucha, por lo que ella viene luchando. Yo la conozco desde hace mucho tiempo a la doctora y desde que la conozco está en esa lucha, y la conocí peleando por esto”.
Los consejos a los hermanos Milei que tienen la petición de desactivar el conflicto con ella provienen del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien en medio de esas discusiones, que considera estériles, decidió mantenerse al margen en las últimas negociaciones con los sectores dialoguistas para obtener mejores resultados en lo que fue la fracasada batalla por quedarse con la bicameral de Inteligencia; sostener sin problemas el DNU con fondos por 100 millones de dólares para la nueva SIDE, al igual que en el tratamiento de la fórmula jubilatoria.
Los colaboradores más cercanos al veterano dirigente, adujeron que “él no puede estar en todas”. Esta vez se abrió el juego que permitió que su segundo, José Rolandi y el vicejefe de Interior, Lisandro Catalán, encabezaran los acercamientos a los acuerdistas. “Si las cosas no salieron como esperábamos no es culpa de ellos, la verdad es que los números no estaban”, reconocen fuentes cercanas al ministro coordinador. Nadie reprochó nada a los ex funcionarios que sobrevivieron a la gestión del Frente de Todos, y menos aún a Francos, a quien se nota agotado, pese a seguir apoyando la gestión y al presidente.
Cabaret sin cortinas
“La Cámara de Diputados es una vergüenza. Nosotros no somos los únicos impresentables”, resaltó un alto colaborador ministerial que potenció esa idea con una frase más ‘coloquial’: “Todos los bloques son un cabaret, nada más que nosotros no usamos cortinas”, refirió sonriente. Todo esto en alusión a los intercambios y divergencias dentro del PRO y Unión por la Patria, donde, por ejemplo, José Mayans se plantó ante la críticas de la mismísima Cristina Kirchner, que apuntó contra quienes consideran a Victoria Villarruel de raigambre peronista.
El único que sigue en la lista negra, porque redobla la apuesta cada vez que se lo llama al silencio, es el senador formoseño Francisco Paoltroni. Foto: Agencia NA
El hombre de Gildo Insfrán, que reclama como otros gobernadores del PJ una mesa de autocríticas, pidió los mismos cuestionamientos para quienes pusieron como titular del justicialismo al “socialdemócrata”, Alberto Fernández.
Los líderes de La Libertad Avanza refuerzan la idea de que “hay plan A, B y C en materia de jubilaciones”. En las últimas horas, pese al anuncio del veto total que hizo el primer mandatario –que tiene unos días para confirmar- circunda la posibilidad propuesta por algunos consejeros previsionales que sugieren bajar el bono y modificar su aplicación y así evitar juicios. Eso permitiría sacar ventajas del resultado negativo de la votación en el palacio legislativo. La jubilación mínima, en torno a los $250.000, tendría una suba si se entrega la ayuda a quienes no tienen otro tipo de ingreso alternativo y no a todos. El tema, aunque se niegue públicamente, está en estudio. Es que en este contexto de ajuste permanente, el costo político a la administración central podría expandirse junto con el que está generando la quita de subsidios al transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Estos últimos temas coparon la agenda mediática -que es muy observada por las usinas libertarias- por sobre el caso Fernández-Yáñez. El golpe se siente en los despachos de Balcarce 50, en particular en la Residencia de Olivos.
Carpetazos
El martes pasado se suspendió la reunión del Gabinete nacional y la conferencia de prensa del portavoz del PEN. Ya hacía ruido una denuncia periodística por presuntas facturaciones que el jefe de Estado habría hecho como asesor de empresas del Banco Provincia en épocas de Daniel Scioli como gobernador bonaerense. En los corrillos de la sede del Ejecutivo niegan las versiones y sostienen que “fue algo que pasó hace 15 años” y que “en todo caso la investigación quedará en manos de la Justicia". “Para nosotros se trata de los clásicos carpetazos con olor a golpismo”, subrayaron, para terminar reforzando la idea que publicó en X el subsecretario de Prensa de la Nación, Javier Lanari: “Pasaron del "Club del Helicóptero" al "Club del Juicio Político". Lo dicen abiertamente”.
Tras un par de semanas complejas, Javier Milei y Mauricio Macri volvieron a compartir una cena en la quinta presidencial. Adorni sólo se limitó a comentar el menú en una de sus habituales conferencias de prensa. Lo único que explicitó es que la relación entre ellos es de “amigos”, “excelente” e “inmejorable”, pero no arrojó una sola línea sobre lo que se trató en el cónclave.
Entretanto, el primo del ex mandatario y jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri, volvió a tener cruces con el ministro de Economía, Luis Caputo, por la manera en que la Nación está abonando la coparticipación porteña, que para el edil rioplatense no cumple con el fallo de la Corte Suprema, y que por el contrario, según el jefe de Hacienda, ocurre que después de revisar cuentas entiende que se le está pagando más de lo que corresponde. Lo mismo le explicó a Mauricio Macri, su ex jefe en el gobierno de Cambiemos.
A esto se adiciona la quita de subsidios al transporte metropolitano que hará trepar los mínimos en 31 líneas de CABA de $371 a $642. Los popes del macrismo porteño respondieron a El Litoral, que “si el Gobierno piensa que esto no lo perjudica, no está viendo -como dicen ellos- la película completa”.
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