Martes 25.6.2019
/Última actualización 22:46
El gobernador electo Omar Perotti armó el equipo de transición que intentará conocer la situación en la que el socialismo deja la administración provincial, después de doce años de gestión. En rigor, serán dos grupos, uno político y el otro más bien de perfil técnico. En el primero estarán -por ahora- los diputados Roberto Mirabella y Leandro Busatto, y el senador Armando Traferri. En el segundo, Rubén Michlig -ex ministro coordinador durante la última gestión de Jorge Obeid-, y otros funcionarios de carrera de procedencia peronista. Según pudo saber El Litoral, esta semana pretenden concretar el primer encuentro que por el lado de la actual gestión encontrará con seguridad a los ministros de Gobierno, Pablo Farías, y de Economía, Gonzalo Saglione.
Una de las ideas que se madura en el equipo de transición es solicitarle al gobernador actual se abstenga de tomar determinadas decisiones que puedan comprometer el patrimonio de los santafesinos. Se mencionan como ejemplo varias licitaciones en curso para la ejecución de obras y la posible incorporación de personal a la planta permanente del Estado. Éste último es uno de los puntos más sensibles. Allí, confluye un reclamo de los gremios estatales -de extracción peronista-, ya formulado al Poder Ejecutivo, para efectivizar a unos tres mil agentes precarizados, y el “presunto intento oficial” -eso temen los peronistas- de nombramientos de personal que ingresó a la carrera administrativa con altas categorías.
En términos generales, el PJ tiene la percepción de una situación administrativa sin excesos ni crítica, aunque ya se dejan trascender algunas decisiones de Perotti que pasarían por una reducción del gasto político y la disolución de los denominados “nodos”.
En términos particulares, sin embargo, hay aspectos que preocupan; algunos, habían sido motivo de fuertes cuestionamientos del peronismo como oposición, como el fin de la concesión de la autopista Santa Fe-Rosario. ¿Qué pasó con ese contrato que se rescindió sin ejecución de garantías y que según el propio PJ habría redundado para la provincia en una pérdida de 1.500 millones de pesos?
La nueva gestión también quiere indagar sobre los vínculos que el gobierno del Frente Progresista ha entablado en los últimos años con el Banco Municipal de Rosario, administrador -precisamente- del fideicomiso para el corredor entre Santa Fe y Rosario, y responsable de la bancarización de la Tarjeta Única de Ciudadanía.
Por el lado del oficialismo, Miguel Lifschitz convocó para esta tarde a los 28 diputados electos del Frente Progresista. Lo hizo como legislador electo, como cabeza de dicha lista y como el dirigente socialista más votado. Esos méritos le permitirán, probablemente, presidir la Cámara Baja desde el 11 de diciembre, en una gestión que -según lo confesó durante la campaña- tendrá como principal desafío personal encarar la reforma de la Constitución provincial desde la banca.
El gobernador Miguel Lifschitz tenía previsto retomar este lunes su agenda en la ciudad de Santa Fe, después de las elecciones del domingo 16 de junio. Sería con la habitual reunión de gabinete. El encuentro iba a ser el primero -en términos formales- con su equipo de ministros después de los comicios en los que el Frente Progresista perdiera la gobernación.