El presidente de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura de la Nación, Horacio Rosatti, compartió una serie de reflexiones sobre los desafíos actuales de la judicatura en la Argentina, en el marco de la cena anual de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional.
"Nos guiamos por la Constitución y las leyes, y eso a veces significa sentenciar de manera antipática para la mayoría de la población", dijo, y añadió: "No tenemos que sentenciar a la tarde en función de lo que leímos o escuchamos a la mañana. Debemos tener sensibilidad, pero no demagogia".
Mirá tambiénMaqueda: "Estoy seriamente preocupado por la democracia y las instituciones"Rosatti apuntó que "los malos ejemplos en el Poder Judicial son absoluta minoría" y alentó a sus pares a "divulgar lo que se hace bien".
En tal sentido, respecto al creciente cúmulo de causas que llegan a los tribunales, enfatizó la necesidad de cubrir cargos vacantes en todos los ámbitos y señaló que "en la Corte superamos las 19 mil decisiones este año, estamos en el límite; tenemos la misma estructura de los años '90, el gasto presupuestario se ha mantenido a valores constantes desde entonces, pese a que la judicialización de conflictos creció de modo constante".
Por eso, instó a "concientizar a la sociedad de que los conflictos, muchos de ellos de vecindad o familiares, deben tratar de resolverse, en la medida de lo posible, antes de llegar a los tribunales" ya que "hoy toda la conflictividad se judicializa y nos llega, sin filtros". Sugirió, por otra parte, avanzar en la realización de plenarios "para que lleguen a la Corte los temas no individualmente, sino de criterios: una vez que se fija un criterio hay que seguirlo, y eso nos lleva al acatamiento obligatorio de las decisiones de la Corte como una herramienta no solamente de seguridad jurídica sino también de celeridad, para evitar la reiteración de procesos cuyos resultados ya conocemos".
Carga administrativa
Rosatti también se refirió a la creciente carga de actividades no jurisdiccionales que enfrentan los jueces. "Estamos trabajando para que el peso de las tareas administrativas y de superintendencia no le reste tiempo a lo realmente importante y para lo cual hemos sido convocados, que es analizar los expedientes y dictar sentencia", afirmó. Así, destacó la creación de cuerpos multidisciplinarios que hoy asesoran a la Justicia Federal, Civil y de Menores. "Para eso también se ha federalizado el Cuerpo Médico Forense, que está viajando a distintos lugares del país", agregó.
Además, resaltó el trabajo del Consejo de la Magistratura, el cual, sostuvo, "está funcionando como nunca: ha remitido y va a remitir, a lo largo de todo este año, unas 90 ternas y está trabajando en tiempo real para cubrir las vacantes que tanto necesitamos". En tanto, en materia de infraestructura anticipó que se realizarán "aproximadamente 120 pequeñas obras durante 2025, si el presupuesto nos ayuda, y vamos a seguir mejorando la comodidad de los tribunales donde se está implementando el sistema acusatorio, junto con el Ministerio de Justicia".
IA y lenguaje claro
El presidente de la Corte también hizo alusión al avance de la inteligencia artificial: "Estamos trabajando en la Corte, y lo haremos en el Consejo, para incorporar esta herramienta no en su faz generativa, no para reemplazar en lo más mínimo la capacidad de los jueces, sino para que sea un soporte, un auxilio y un recurso de ordenamiento, de clasificación, de agrupamiento de temas. Para que facilite la tarea del juez y le permita dedicarse predominantemente a su tarea fundamental, que es la jurisdiccional".
Rosatti reiteró su prédica en favor del lenguaje claro en los pronunciamientos judiciales: "Hay que explicar en términos llanos y sencillos las garantías judiciales, por qué algunas causas prescriben y otras situaciones que desafían el sentido común. Escribimos para resolver un problema entre partes, pero además debemos hacerlo para que toda la comunidad nos comprenda", remarcó.
Caballero y hombre de Estado
Hacia el cierre, homenajeó a su saliente colega Juan Carlos Maqueda, a quien calificó como "un caballero en todo sentido y un hombre de Estado, comprometido, que hace cierto aquello de que un juez que llega a un cargo con experiencia anterior en la gestión pública tiene un plus con relación al que no ha tenido ese contacto".
Al evocar la convención constituyente de 1994, que compartió con Maqueda, subrayó el valor de quienes, pese a sus diferencias políticas, "pusieron el bienestar del país por delante de sus enconos personales", y expresó: "Los que trabajamos en órganos colegiados sabemos que es así: no nos llevamos todos de la mejor manera, pero eso no nos impide desarrollar nuestro trabajo".
A modo de ejemplo, comentó que "la Corte jamás ha suspendido un Acuerdo por falta de quórum, y sus miembros tienen un nivel de presencia que no baja del 98% a través de los años", y concluyó: "La responsabilidad y el compromiso para nosotros son fundamentales. "Nuestra única referencia debe ser la Constitución: mientras seamos leales a ella estaremos cumpliendo nuestro deber".
Finalmente, hizo hincapié en la convicción del Máximo Tribunal de "seguir trabajando por una Justicia idónea, independiente de todos los factores de poder", como garantía para contribuir a que el país alcance el desarrollo, entendido en sentido amplio: no solo desde el punto de vista económico, sino contemplando factores como la calidad institucional, entre cuyas variables ponderó la libertad de expresión, el respeto a la división de poderes y al ejercicio de la independencia del Poder Judicial.
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