La llamada “Generación Distribuida” en la que los consumidores generan su propia energía y vuelcan excedentes a la red del servicio tenía en la provincia un programa, denominado “Prosumidores”, con el que Santa Fe lideraba esos desarrollos a nivel nacional. Se paralizó con la actual gestión, que en cambio optó por crear otros beneficios dirigidos a instituciones sin fines de lucro igualmente interesantes. No se contempla —de ahora en más- a los usuarios residenciales que son la clave de este nuevo actor, que crece en el panorama nacional.
Por otra parte, es una deuda pendiente con el sector una legislación de fondo, con la que el gobierno anterior no logró avanzar. Hoy existen proyectos de legisladores de ambas Cámaras y del Gobierno Provincial que llevan más de un año de debates, marchas, contramarchas y anunciados acuerdos, pero no se ha alcanzado aún la sanción de una norma.
Hasta diciembre de 2019 Santa Fe lideraba el sector con casi 400 usuarios conectados a la red eléctrica que totalizaban una potencia superior a 1 MW, con fuerte peso de las industrias con generación propia, además de los hogares. Pero en 2020 y lo que va de 2021 en Córdoba se nota un crecimiento constante que pronto superará ese número santafesino. Sin incentivos oficiales en la provincia de la bota el usuario-generador se estanca.
Un informe de la Secretaría de Energía de la Nación indica que se triplicaron los usuarios que generan energía eléctrica para autoconsumo y para inyectar a la red.
El aumento interanual fue del 304% y ya están adheridas al régimen de promoción creado a nivel nacional otras 12 provincias.
Precisamente, ese es uno de los puntos a discutir en la Legislatura: sumar a Santa Fe a los beneficios fiscales nacionales de la norma nacida en diciembre de 2017, durante la gestión anterior en la Casa Rosada.
Para entonces, a nivel provincial, en la Casa Gris se inició el programa de Prosumidores que dio lugar a un nuevo perfil de usuarios de la Empresa Provincial de la Energía que además están autorizados a inyectar sus excedentes en generación de renovables.
Mientras la ley nacional se ocupa de otorgar ayudas al “usuario-generador”, los santafesinos se acostumbraron a hablar de los “prosumidores”. Y junto con ese nuevo cliente de la Epe surgió un nuevo sector para abastecerlo con equipos y especialistas. Pero desde hace más de un año las señales que reciben del Estado provincial no son claras.
La provincia dejó sin efecto el programa anterior (lo cambió por otro que pone el acento en transferir tecnologías y equipos a entidades sin fines de lucro), que —en rigor- es compatible con lo que había.
Para fines del año pasado, cuando se agotaba el período de sesiones ordinarias había tres proyectos en la Legislatura. Desde entonces requieren del acuerdo entre el oficialismo y la oposición, en ambas Cáma ras.
Uno de los proyectos tiene media sanción y corresponde a la mayoría opositora de la Cámara de Diputados. Su autora es la diputada socialista Clara García del Frente Progresista, Cívico y Social. La legisladora trabajó sobre la base del decreto del gobernador Miguel Lifschitz, que en 2018 le dio un fuerte impulso a esa actividad y consiste en un completo programa que establece beneficios e incentivos para la autoproducción de energías no convencionales y permite la inyección de excedentes a la red.
Por otra parte, con igual desarrollo y amplitud para dar al sector una ley base que lo vuelva a poner en marcha, existe otro proyecto de ley en la Cámara alta, del senador Marcelo Lewandowski (PJ-Lealtad-Rosario). Y a ambos se suma otro texto, enviado por el Poder Ejecutivo, que refleja el trabajo de funcionarios de la Epe y del Ministerio de Medio Ambiente cuyo punto más destacado es la adhesión a la norma nacional.
A fines de 2020 se temía que el tema quedara para mediados del año siguiente. Pero no fue así, ya que el gobernador Omar Perotti habilitó en el Senado la discusión del tema al tiempo que repitió en envío de su mensaje para que sea tratado en las presentes sesiones extraordinarias.
El tema fue motivo de varias reuniones entre los autores de las dos iniciativas y de otros legisladores de ambas Cámaras, que encontraron un texto en común. Un borrador que contiene una norma a votar por ambos cuerpos está listo para su tratamiento en el Senado primero y en Diputados después, pero por ahora el tema se ha ido postergando.
La cantidad de usuarios con capacidad de generar energía eléctrica a partir de fuentes renovables para autoconsumo o para inyectar (vender) el excedente producido a la red registró un aumento interanual del 304% y creció 170% la potencia instalada, según información de la Secretaría de Energía, basada en datos de las provincias que han adherido a la ley nacional 27.424 (de 2017), que establece el marco regulatorio para que los usuarios de la red de distribución eléctrica como hogares, PyMEs, industrias o establecimientos de producción agrícola generen energía para su autoconsumo a partir de fuentes renovables y puedan inyectar -y vender- el excedente a la red. Santa Fe aún no ha adherido a esa norma.
El régimen promocional que establece la posibilidad de que un usuario sea, al mismo tiempo, generador de energía cuenta con 12 provincias adheridas y 138 distribuidoras y cooperativas eléctricas inscriptas, en el marco del Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública.
La generación distribuida ayuda a la conservación del medioambiente y también tiene la ventaja de reducir la cantidad de energía que se pierde en la red de transporte, ya que la electricidad se genera muy cerca de donde se consume.
En diciembre de 2020, el programa que opera en el ámbito de la Subsecretaría de Energía Eléctrica alcanzó los 338 usuarios-generadores, con una potencia total instalada de 3.145 kW, lo cual equivale al consumo anual de más de 1.000 hogares promedio.
Córdoba lidera el número de usuarios generadores que reciben beneficios del régimen de promoción, con casi 200 casos. Además, tiene la mayor potencia instalada, que llega a 1.711 kW.
Se considera usuario-generador a quien ya conectó su equipo de generación distribuida bajo la normativa vigente, por lo que de esta manera puede generar un ahorro económico en la factura del servicio eléctrico y también contribuir a la disminución del impacto ambiental.