De la redacción de El Litoral
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Tras la prórroga de los plazos de la licitación para el traslado del Puerto de Santa Fe, la Bolsa de Comercio local sostuvo que el proyecto “tiene futuro” y que la idea de la reconversión “sigue viva”, aunque sugirió revisar algunos aspectos de la convocatoria.
“Nuevas prácticas agronómicas y los aportes de la biotecnología vegetal han corrido la frontera productiva hacia el norte, a la cuenca del río Paraguay. Y esa zona en expansión, con núcleos urbanos en crecimiento, requiere de materiales de construcción, equipos diversos, combustibles, maquinaria, insumos y productos industriales de distinto tipo, así como bienes comerciales que abastezcan y acompañen ese proceso mediante servicios de navegación aguas arriba”, explicaron.
Para la Bolsa, “Santa Fe ha quedado en el centro de esta vía troncal de navegación, y de una red caminera que une los dos océanos, ahora potenciada por la aprobación legislativa del túnel de Agua Negra en la provincia de San Juan, paso que asegurará flujo de cargas hacia y desde Chile durante todo el año. Es más, Santa Fe está en el preciso medio del corredor vial que unirá Porto Alegre, capital del Estado de Rio Grande do Sul (Brasil), sobre el Atlántico, y el puerto de Coquimbo, en la cuarta región chilena, a orillas del Pacífico. Además del puerto de Paranaguá sobre el Atlántico en Brasil.
Por ello, considera que “está todo dado para que la estación, extendida a la vera del Paraná, cumpla el papel de puerto multipropósito, modelado durante quince años de trabajo para dar una respuesta productiva y logística a las necesidades de la región, el país y el Mercosur”.
Ante la fallida licitación por el “complejo escenario macroeconómico”, pide una revisión del diseño licitatorio. “Es necesario analizar si resulta razonable poner a cargo del concesionario la construcción del camino de 9 km que conectará el puente principal sobre el riacho Santa Fe con la nueva terminal portuaria, construcción que abarca parte de viaducto, el camino propiamente dicho y los aliviadores intermedios, además de la obra eléctrica de alta ingeniería que necesita una actividad portuaria, como consecuentemente también el gas y otros servicios, etc.
“Nadie puede desconocer que toda esa zona se urbanice por ejemplo con empresas que brinden servicios al puerto y/o transformaciones de valor agregado, etc. También evaluar la incidencia que estas exigencias tuvieron en el fracaso de la licitación. Resguardando los principios de legalidad y transparencia, el nuevo pliego a elaborar debe diseñarse de manera de posibilitar que se presente a la licitación un mayor número de oferentes”, concluye la entidad.