El Litoral
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DyN
Al presentarse ante la Sala Dos de la Cámara Federal, el funcionario Pedro Biscay consideró que el magistrado incurrió en “denegatorias a producir prueba, permitirnos acceder al expediente y presentar un descargo formal que tenía preparado y tuve que entregarlo a la Cámara Federal”.
Biscay, uno de los tres directores del Banco Central que aún permanecen en el directorio de la entidad y habían sido nombrados durante el kirchnerismo por el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, solicitó a la Cámara que aparte a Bonadio del expediente.
“Esta investigación no tiene ningún fundamento y es una clara persecución política”, proclamó el director en declaraciones a los periodistas y aseguró que “las principales pruebas que se citan en el expediente” son recabadas de “medios periodísticos y páginas vinculadas con Twiter y cosas por el estilo”.
La Sala Dos del tribunal de alzada, compuesta por Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah sopesará las razones esgrimidas por los abogados de Biscay, Alejandro Rúa y Paula Honisch, y deberá resolver si confirman a Bonadio o lo apartan del expediente.
Pasado el mediodía el tribunal de alzada no se había expedido y por ahora se mantienen las próximas citaciones a declaraciones indagatorias: para mañana está convocado el diputado nacional y ex ministro de Economía Axel Kicillof y el miércoles será el turno de la ex presidenta Fernández.
Biscay, en declaraciones que había hecho más temprano a radio Continental, acusó a Bonadio de “falta de equidad” y lo mandó a “estudiar de nuevo la carrera de Derecho”.
“Solicité fotocopias de las actuaciones para conocer pruebas y circunstancias pero fueron sistemáticamente denegadas durante semanas, tanto respecto de mi persona como al resto de los imputados en la causa”, se quejó el funcionario, que dijo ser “abogado penalista”.
Biscay contrapuso esa situación con que “ante un pedido de fotocopias del fiscal rápidamente (Bonadio) le dio acceso” por lo que consideró que el juez de la causa “actuó violando la igualdad de armas” que debe garantizar a las partes del proceso, fiscalía y defensa.
“El domingo 3 me fracturé la clavícula y el lunes 4 tenía la declaración indagatoria pero mis abogados presentaron un certificado médico”, pero “el juez me mandó a decir que si no me presentaba a declarar me hacía llevar al juzgado por la fuerza pública”, se quejó.
“Es tanta la falta de equidad que me parece que (Bonadio) tiene que volver a estudiar la carrera de Derecho”, concluyó, en declaraciones a radio Continental, Biscay, cuyos defensores argumentarán este lunes en la Cámara Federal un pedido de recusación del juez por supuesta “enemistad manifiesta”.
Por su parte, el abogado Rúa explicó que “pedimos el apartamiento de Bonadio por las sospechas de que no va a ser un juez imparcial en el caso, como no lo ha sido hasta ahora”.
Y argumentó que “en el trámite, ha mostrado una inclinación muy favorable respecto a la posición acusadora”, y que “ha obstaculizado, todo lo que pudo, arbitrariamente, recurrentemente, el ejercicio de defensa”.
En ese sentido, reclamó que su cliente no pudo ejercer el libre derecho a la defensa ya que el magistrado no les permitió “ni siquiera acceder completamente” al expediente, y que tampoco les permitió mostrar pruebas.
“Cuando un juez muestra que no es imparcial, es apartado inmediatamente. No es un tema menor para cualquier persona que es sometida a un juicio”, agregó en declaraciones a radio Belgrano.
Bonadio investiga si la ex Presidenta y los demás imputados supuestamente cometieron el delito de “defraudación contra la administración pública” con los contratos de futuro del dólar que el Banco Central hizo en 2015 vendiendo, sobre todo, a bancos y grandes empresas.