Garibaldi, su primer año en el Senado de Santa Fe y su visión del departamento La Capital
Entrevista al senador que representa a departamento capitalino y ha sostenido en el debate legislativo, desde la Comisión de Presupuesto y Hacienda y desde su banca, iniciativas clave para la Casa Gris. Perfil de un dirigente que se siente parte de un equipo.
El senador Garibaldi celebra la licitación del puente Santa Fe- Santo Tomé pero dice que ahora el gran desafío es reflotar el sueño de una nueva vía de comunicación con Paraná. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
En 2023 Julio Francisco "Paco" Garibaldi era concejal de la ciudad de Santa Fe y lanzó su campaña para ser senador provincial bajo la idea general de que había por llenar "un vacío" en la representación por el departamento La Capital. Un año después, se le podrá discutir el contenido, pero habrá que admitir que ciertamente se trata de una de las bancas más activas de la Cámara alta.
Garibaldi en el año legislativo que termina ha sido un exacto opuesto de lo que sucedió con su antecesor, el popular cantante Marcos Castelló, a lo largo de su mandato. El primero tiene todas las características de un dirigente político con una formación partidaria, además de académica. Es lo que se denomina "un cuadro" del socialismo. El segundo, visto con simpatías desde la antipolítica, consideró que no debía dejar su actividad artística y sus giras con Kaniche de las que dependen más de 20 familias, dijo en su momento, antes de ser electo.
En las elecciones generales del año pasado, el socialista aventajó por unos 25 mil votos al justicialista. Se vienen los comicios de convencionales constituyentes y todo indica que será el candidato de Unidos para Cambiar Santa Fe en el departamento aunque no lo admite: "todavía no hay nada definido; sí hay un diálogo respecto de los deparamentos pero ninguno está cerrado", se excusa.
"Nosotros vamos a plantear temas que son fundamentales, de las que hemos hablado cuando sancionamos la ley: introducir ficha limpia en la Constitución, lo que todavía no se ha logrado en el Congreso de la Nación, terminar con los fueros especiales de los legisladores santafesinos, terminar con los mandatos indefinidos de diputados, senadores provinciales, intendentes, concejales y miembros comunales; ampliar los mandatos comunales para que no haya elecciones tan seguidas; achicar el verano legislativo ¿cuál es la razón para que hoy las sesiones ordinarias arranquen recién el primero de mayo?", enumera y concluye: "en política ya no se puede hacer nada que no se le pueda explicar en la cara a los ciudadanos".
"Personalmente cuestiono la división entre sesiones ordinarias y sesiones extraordinarias, debería ser todo el año de sesiones ordinarias, no es una posición de Unidos, sino lo que opino". Y cuando se le recuerda que se trata de una tradición legislativa que pone parte del año a la agenda de los legisladores en las manos del Ejecutivo, retruca: "las tradiciones se pueden cambiar, modernizar, adaptar a los tiempos que vivimos".
Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Sin adornos
En la oficina del senador Garibaldi, además del orden, se destaca lo despojado de la decoración. Porque casi no hay ninguna. El único cuadro es una ventana que da a un prolijo jardín verde de ciudad. Solo hay un intruso cerca de su escritoro: una tentadora pelota chica y dorada, rellena de goma espuma o algo así, extremadamente blanda y liviana, lista para el remate infantil sin consecuencias; rompe las simetrías que se respetan en todo el local donde su equipo trabaja. Son todos tan jóvenes como el senador y se los nota en plena actividad.
Se lo consulta sobre esa pequeña estructura "de colaboradores" y el legislador corrige de manera elegante al periodista: "soy parte de un grupo, ese es mi mayor orgullo", define. "Descreo de los proyectos personales, individuales o personalistas, en política no se trabaja en soledad. Somos un grupo que trabaja por mucho compromiso y por convicción, eso no se puede comprar. Tenemos confianza entre nosotros, entendimiento y conocimiento sobre cada tema, y eso nos permite llegar a más lugares, no solo en términos físicos sino en cuanto a todos los temas que podemos abordar, ser más abiertos", subraya.
Y sigue: "estoy seguro que cada uno de mis compañeros va a actuar como actuamos en este grupo de trabajo; eso es sobre todo, tenemos una línea de trabajo. Esto es mucho laburo, mucha honestidad, y sobre todo mucha humanidad. En las charlas internas que tenemos como equipo es cuando no podemos dar respuestas o algo no logramos. No prometemos lo que no podemos cumplir pero igualmente es frustrante. Tantas veces la demanda es mayor a lo que podemos dar en respuestas", comenta.
Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Estilo
Casi nunca Garibaldi habla como un contador, siempre elige el lenguaje político, incluso cuando como miembro informante por la mayoría en la Cámara alta expone a sus pares del oficialismo y la oposición, a la prensa, y al diario de sesiones la defensa de las leyes pedidas por la Casa Gris.
Aunque se trate del Presupuesto, de la Ley Tributaria o de una obra tan relevante para el departamento La Capital como el puente Santa Fe-Santo Tomé que la Provincia ha licitado, Garibaldi subraya su lectura política de esas decisiones de gobierno.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta sostiene que "además de ser honestos" los dirigentes "debemos ser genuinos, o al menos yo trato de serlo". Y que por eso no explota las ventajas del discurso meramente técnico que podrían darle alguna ventaja en un electorado que tiene en la mira a "los políticos". Es "hasta una cuestión de honestidad intelectual y como persona, mostrarse como uno es, no impostar una idea, si lo que pensamos encaja con lo que en ese momento opina la mayoría de la gente mejor; y si no, uno es lo que es, creo que también es valorable".
"Nunca lo pensé en esos términos, de lo técnico versus lo político… Pero creo que la discusión técnica es anterior, en comisiones, cuando discutimos artículo por artículo, o la posible redacción del texto legal. Ya cuando llegamos con un tema a la sesión es porque hay un acuerdo sobre el contenido y sobre el fondo de lo que queremos aprobar. Seguramente opto por un contenido más político porque creo que es transparentar el por qué uno hace lo que hace. Cuál es el contenido, hacia dónde va nuestra gestión", se entusiasma.
Política, con mayúscula
"Lo que tiene de apasionante la política es que nunca se termina, que a un desafío a una superación a una respuesta que el gobierno o la gestión pudo dar le suceden otras porque siempre habrá una nueva demanda social. Hoy es muy frustrante ver qué por más apoyos a emprendedores, capacitaciones para que la gente tenga mejores condiciones laborales y de empleabilidad, políticas públicas provinciales para el sector productivo, articulación con municipalidades y comunas u otras acciones… Pero la realidad es mucho mayor a lo que podemos hacer desde una banca si las variables macro económicas no están bien", lamenta.
"Soy extremadamente inconformista. Valoro lo hecho pero estoy siempre pensando en lo que viene", dice y ante una comparación con el estilo también incansable que se ve en el gobernador Maximiliano Pullaro comparte: "es un maratonista de la política" que "no se va a relajar o quedar conforme con lo que se logró".
Seguridad, una obsesión
Garibaldi recuerda que en La Capital se llegaron a lamentar 160 homicidios anuales en la Unidad Regional I, en 2015 y menciona que "estamos terminando el año con 35", y que se bajó casi a la mitad el número de denuncias por hurtos. "Nuestra obsesión es cómo sostener estos datos, que más debemos hacer, que tenemos que priorizar para que no vivamos simplemente un veranito: queremos una curva sostenida de seguridad", describió a nivel de los dirigentes del partido de gobierno.
"Objetivamente, los indicadores son muy buenos, pero más que un aplauso lo que se busca es entender por qué hoy sucede y no sucedía antes. La seguridad es una prioridad, con más patrullaje, más prevención, más trabajo en la investigación, mejor articulación entre los niveles de persecución penal y controles de la policía, con más obras de infraestrucara pero sobre todo con más desarrollo productiva: acompañar con políticas desde el Estado a los que producen a los que crean puestos de trabajo", sostiene.
Respecto de qué visión tiene para el departamento La Capital en cuanto a su infraestructura, elogia la prioridad de la provincia para rutas y caminos "porque son para la gente, pero también para la producción" y destaca que parece "un sueño" que se haya licitado el puente Santa Fe-Santo Tomé. Pero inconformista una vez más ya plantea: "los santafesinos tenemos que volver a trazarnos el objetivo de un puente Santa Fe- Paraná, porque la capacidad de paso de los vehículos por el Túnel no da mas. Ese es el desafío grande para las dos provincias y para la ciudad una circunvalación mejor que usemos para estar en minutos en el Hospital de Niños a cualquier hora; y necesitamos mucha inversión en servicios en los barrios: la municipalidad ha innovado con un nuevo sistema de iluminación y le ponernos todas las fichas a esa licitación", describió.
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