El Estado Nacional asumirá el control por un año de la estratégica Hidrovía, el principal paso para las exportaciones agroindustriales, con el fin de "asegurar su mantenimiento".
El ministro de Transporte, Alexis Guerrera, expresó que el objetivo es "asegurar su mantenimiento" y tener "tiempo suficiente para preparar una licitación grande y así garantizar la navegabilidad".
El Estado Nacional asumirá el control por un año de la estratégica Hidrovía, el principal paso para las exportaciones agroindustriales, con el fin de "asegurar su mantenimiento".
Así lo anunció este martes el ministro de Transporte, Alexis Guerrera, quien indicó que "se está trabajando para asegurar el mantenimiento del servicio de la Hidrovía Paraná-Paraguay durante un año".
La decisión se tomó en momentos en que la bajante del río Paraná es la peor en 45 años, lo cual torna aún más relevante la necesidad de un buen funcionamiento de la Hidrovía.
El objetivo será contar con "tiempo suficiente para preparar una licitación grande y así garantizar la navegabilidad", dijo el funcionario.
"Se está trabajando para realizar una licitación corta que consista en el mantenimiento de lo que hoy está pasando, y esto de que no habría obras nuevas planteadas durante 12 meses, que es a lo que estamos llamando licitación corta", explicó Guerrera.
La prórroga de la concesión actual vence el 30 de julio próximo. Antes de esa fecha, debería estar lanzada la licitación corta, de mantenimiento por parte de la Administración General de Puertos, estimó el funcionario.
En esos doce meses, el Estado se encargará del mantenimiento del sistema y cobrará un canon, mientras los privados continuarán con los trabajos de dragado y balizamiento.
De esta forma, la licitación corta solo constaría del mantenimiento, para preparar los pliegos de una larga, para los próximos 30 años, se estima.
"Ahí podrán competir chinos, japoneses, franceses, alemanes y belgas también", sostuvo el ministro de Transporte. Justamente la concesión actual está en manos de la empresa belga "Jan de Nul", la cual tiene un socio local que es Emepa.
La Hidrovía tiene 3.500 kilómetros de extensión y por allí pasa la mayoría del comercio exterior argentino.
Guerrera explicó que hay un trabajo conjunto, desde el Consejo Federal de la Hidrovía, con la participación activa prevista de las provincias vinculadas con la vía navegable", para encarar el proceso de licitación internacional.
El ministro señaló que junto a las provincias, universidades y otras áreas del gobierno elaborarán los pliegos que se pondrán a consideración para la concesión de la vía navegable durante los próximos 15 años.
Según trascendió, al menos un consorcio chino está interesado en operar esa vía estratégica, lo cual genera preocupación en los Estados Unidos.
En declaraciones periodísticas, Guerrera dijo que la licitación contemplará "nuevos dragados, accesos a puertos públicos, con una mirada puesta de Santa Fe hacia el norte, para hacer más navegable toda esa zona".
Sostuvo que el "manejo de lo que sucede en esa vía navegable lo tiene que tener el organismo de control, o sea el Estado, que será el diferencial de lo que no sucedió los últimos 25 años".
Consultadas fuentes del sector agroindustrial, consideraron que el Estado "no debe realizar obras de mantenimiento ni de balizamiento, porque no tiene los recursos económicos ni tecnológicos para hacerlo, menos aún frente a una bajante histórica del río Paraná".
Por eso, señalaron se debe "convocar de forma urgente a una licitación abierta y transparente, donde la tarifa la cobre en forma directa el concesionario".
"El dragado y el balizamiento no controla lo que llevan los buques, por lo que la soberanía nunca estuvo en tela de juicio: el control lo lleva adelante el Estado, fue así desde 1995; incluso se previó en su momento un margen para financiar ese control (unos 23 millones de dólares desde el comienzo), que nunca se aplicaron", señaló una fuente del sector agroindustrial consultada por la agencia Noticias Argentinas.
Recordó que "el control ya lo ejerce Prefectura, AFIP, SENASA y el Ministerio de Transporte".
Algunos sectores de la agroindustria temen que el objetivo final de la movida encarada por algunos sectores oficiales sea que finalmente el "peaje de la Hidrovía no se pague directamente al concesionario del dragado sino a un ente estatal, lo cual representaría quedarse con una caja de 300 millones de dólares anuales".
Además, especialistas en política exterior sostienen que ante una licitación internacional, para Estados Unidos sería "estratégicamente perjudicial si se eligiera a una empresa china, y por eso sigue atentamente el tema".
"A nivel internacional no hay muchas empresas tecnológicamente preparadas para realizar la tarea que requiere la Hidrovía, por ejemplo, su profundización", explicaron las fuentes consultadas en la agroindustria.
Con información de NA