Por Gustavo Capeletti
La edil opositora Natalia Capparelli expuso que fue intimidada por una concejala oficialista. E hizo constar en actas su aseveración. Pero, en plena sesión fue desmentida por la acusada que podría demandarla.
Por Gustavo Capeletti
“No te preocupes que el Movimiento Evita sabe muy bien donde vos vivís”. La denuncia pública fue formulada en plena sesión semanal del Concejo Municipal de Reconquista por la concejala Natalia Capparelli, de Juntos por el Cambio, y apuntó contra una edil del oficialismo que, supuestamente, buscó intimidarla con esos dichos.
La reunión de los jueves transcurría con normalidad en el recinto legislativo hasta que Capparelli planteó que era su intención “hacer mención a otra situación que se dio en el marco de la Comisión de Obras Públicas (que preside) y que me parece que no puede pasar por alto, que considero que necesita también ser mencionado”.
Acto seguido, la referente opositora expuso sin nombrarla que, en el marco de la discusión por el orden de prelación para entrega de lotes sociales por parte de Instituto de Tierra y Vivienda que funciona en el ámbito del Ejecutivo, “una de las concejalas se refirió a mí persona diciendo ‘no te preocupes que el Movimiento Evita sabe muy bien donde vos vivís’”.
Tras la paráfrasis de ese “apriete” de la que dijo ser víctima, Capparelli sostuvo, sentada en su banca de la primera fila del hemiciclo de la sala, que “no hay ninguna expresión, ninguna circunstancia que justifique este tipo de presiones que claramente demuestran cierta prepotencia, cierta impunidad, cierto apriete”.
Con tono firme y segura de sus expresiones, reflexionó que “todos somos dirigentes políticos, somos todos adultos, estamos en una institución democrática y debemos cuidar nuestras palabras. Nuestras expresiones, cada expresión tiene un valor y esta expresión fue absolutamente inadecuada para un órgano legislativo y para el ámbito de discusión donde nos encontramos”.
Antecedente vinculante
Y pidió “dejar asentado esto en la sesión porque me parece terrible, me parece grave este tipo de expresiones”, al tiempo que responsabilizó a la edil apuntada de “cualquier situación que suceda que puede alterar la tranquilidad de mi hogar, de mi familia o de mi persona bajo el tratamiento de este expediente. Quiero dejar esto como antecedente vinculante”.
Para completar su afirmación, que cayó como un balde de agua fría entre sus pares que en un primer momento no atinaron a emitir palabra, insistió: “Me parece que claramente se ha excedido en sus palabras. Ha sido la expresión desafortunada, sin lugar a dudas. Acá somos todos dirigentes y somos responsables de nuestras palabras. Quiero que quede asentado en el acta. Esto debe ser señalado, no es el marco ni la conducta adecuada de una legisladora local y debe ser repudiado ante este Concejo”.
Ante tamaña imputación, la jefa del bloque del PJ, Nancy Sartor, la conminó a que identifique con nombre y apellido a quien estaba haciendo referencia. Capparelli respondió: “La concejala Constanza Arzamendia”.
Desmentida
La respuesta de la sindicada no tardó en llegar para desmentir de plano lo vertido por la denunciante y emplazarla a que “vas a tener que probar lo que estás diciendo”. Por este conflicto suscitado en el seno mismo del legislativo, El Litoral consultó a la aludida, quien dijo que estudia las acciones a seguir, y aunque dejó en claro que no descarta accionar penalmente aclaró que primero irá por un pedido de disculpas, de reparación pública en el mismo ámbito donde ocurrió la afrenta de la que se sintió objeto.
“Con el paso de las horas y ya más calmada no sé si voy a ir por la vía judicial, primero me inclinaría por un pedido de disculpas público, y si eso no ocurre analizaré con mi familia qué hacer. Es que ayer estaba con mucha bronca, pero hoy pienso que tengo trabajar cuatro años con esta persona, entonces primero me inclino por eso”, aseveró Arzamendia. “No tengo respuesta de por qué hizo lo que hizo, yo creo que el año que viene es político y eso tendrá algo que ver”, indicó, en referencia a que Capparelli anunció que competirá por la intendencia de Reconquista el año próximo.
En medio del cruce que alteró la habitual calma del Concejo, el presidente Gustavo López ofreció un pedido de disculpas a su par por cualquier expresión que la hubiere podido ofender en el marco del debate de la última reunión de la Comisión de Obras Públicas. En las últimas horas, este medio tuvo acceso al acta manuscrita de ese encuentro que en ninguna parte refleja ni recoge el mencionado incidente, a pesar de que Capparelli es la titular de esa Comisión interna.
En ebullición
El tema de los lotes sociales se mantiene en estado de ebullición entre los distintos sectores políticos de esta ciudad desde que por las tomas ocurridas el año pasado fueran imputados centenares de usurpadores, y sobre todo funcionarios municipales del Instituto Tierra y Vivienda pertenecientes al Movimiento Evita por la coautoría de los delitos de instigación a cometer delitos, usurpación en carácter de inductores, usurpación de funciones correspondientes a otro cargo, incumplimiento de los deberes de funcionario público e inducción a la usurpación. La investigación y posterior imputación fue realizada por el fiscal Leandro Mai, esposo de la concejala Capparelli, en julio del año pasado. En aquel momento, en pleno proceso eleccionario, el Movimiento de Mujeres Peronistas, con el apoyo de amplios sectores del PJ provincial y nacional, emitió un documento crítico: “Sostenemos el repudio y rechazo a la violencia de género e institucional ejercido a dos trabajadoras municipales de la localidad de Reconquista” a las que se les allanaron “sus domicilios particulares y no las dependencias laborales”, mientras que desde el PJ General Obligado hablaron de “politización judicial”.
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