La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presentó hoy la recusación contra la jueza María Eugenia Capuchetti, cuya labor al frente de la investigación por el intento de magnicidio en su contra cuestionó en términos graves.
"Si esta instrucción la completa María Eugenia Capuchetti, todos seremos noveles Sócrates que solo sabremos que no sabemos nada", embistieron los abogados Ubeira y Aldazábal.
La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, presentó hoy la recusación contra la jueza María Eugenia Capuchetti, cuya labor al frente de la investigación por el intento de magnicidio en su contra cuestionó en términos graves.
Los abogados José Ubeira y Marcos Aldazábal sostuvieron que la jueza incurrió “a casi dos meses y medio del atentado, una serie de resoluciones netamente arbitrarias y la total parálisis investigativa nos han convencido de una manifiesta parcialidad contra esta parte”.
“Estamos ante una de las causas más relevantes de nuestra historia democrática, y necesitamos que la investigación esté liderada por alguien voluntarioso y que las decisiones las tome un/a juez/a imparcial, comprometido/a con la verdad y la justicia, y no con no molestar a quienes no hay que molestar”, insistieron.
La conducta de la jueza, que fue –según los querellantes- “como mínimo, negligente”, se debe a una actitud deliberada por parte del juzgado y no a errores de la investigación.
La recusación se fundamenta en el temor de parcialidad por parte de las magistradas, a raíz de una supuesta relación con los ex jefes de la AFI durante el gobierno de Cambiemos, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.
“En las últimas horas, nos dimos de bruces con que la jueza visitaba regularmente la Agencia Federal de Inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri. Dicha agencia estaba dirigida por Gustavo Arribas y Silvina Majdalani, quienes tienen un procesamiento firme por espionaje ilegal al Instituto Patria”, precisaron los abogados.
“Ambos fueron salvados de ser procesados en una maniobra muchísimo más compleja por el argumento del cuentapropismo, que ahora parece aplicarse para explicar lo hecho por Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo”, los tres detenidos por el intento de magnicidio.
“Capuchetti no es ni objetiva ni subjetivamente imparcial. No es objetivamente imparcial debido a sus indebidas relaciones con la AFI macrista y a las presuntas medidas hechas para medios periodísticos y no para la causa, que surgen de la lectura de ciertos medios de comunicación masiva”, sostiene el escrito de la recusación.
A lo largo de 37 páginas, el texto advierte sobre la “parcialidad subjetiva, que es la forma más fuerte de parcialidad”, puesto que la jueza “ha actuado durante el proceso de forma totalmente reticente a investigar cualquier línea que involucre gente que vaya más allá de Uliarte, Sabag Montiel y Carrizo”.
“Su apartamiento no solo tiene que ver con los derechos de esta querella, sino que es imperante para que la sociedad argentina conozca la verdad acerca de lo sucedido. Ya nos hemos cansado de vivir en la incertidumbre debido a la impericia o, directamente, el accionar delictivo de la justicia”, embistieron los abogados.
El documento repasó todas las fallas de la investigación, desde el borrado del teléfono de Sabag Montiel hasta la reticencia a avanzar sobre la denuncia de un asesor parlamentario sobre un supuesto comentario que habría proferido el diputado opositor y ex viceministro de Seguridad del anterior gobierno, Gerardo Milman, en relación con el intento de magnicidio.
“Si esta instrucción la completa María Eugenia Capuchetti, todos seremos noveles Sócrates que solo sabremos que no sabemos nada. La instrucción habrá estado a cargo de alguien que ni sabe ni quiere investigar”, resumieron los querellantes.