Miguel Meynet | [email protected]
Miguel Meynet | [email protected]
Aquel trágico enero de 2019 dejó una cicatriz que no cierra con el correr del tiempo en el pueblo de Progreso. El accidente aéreo que costó la vida de Emiliano Sala, dejó una huella de dolor en los habitantes de esta pequeña localidad de la provincia de Santa Fe.
San Martín de Progreso, es el club que lo formó, donde hizo todas las inferiores y hasta llegó a jugar en 3ra. División. Fue el trampolín hacia su paso por el profesionalismo.
Este club que participa en los torneos de la Liga Esperancina de Fútbol, en sus 104 años de vida, no había podido lograr un campeonato oficial. Pero este año se le dio y “dos” (Torneo Clausura y Campeonato Absoluto) con una campaña más que excepcional. Disputó 25 partidos, de los cuales ganó 20, empató 5 y no perdió ninguno, con 55 goles a favor y 15 en contra.
Pero detrás de todo esto hay una historia muy emotiva y particular, casi como un cuento de “Cenicienta”. Un par de botines de Emiliano Sala, fueron protagonistas, marcaron un gol en 8vos. de Final y patearon y convirtieron un penal de la definición ante Santa Clara, para determinar quien era el campeón absoluto.
La familia Molteni, oriunda y conocida de Progreso, Mauricio y Martín hijos de Omar y Daniela, hicieron las inferiores en San Martín. Luego por razones de estudio y trabajo juegan en clubes que dependían de la Liga Santafesina.
Mauricio se integra al plantel Sanmartiniano en el torneo Clausura, y lo hizo como todo “pibe” que se va y adoran volver a los lugares de su terruño.
¿Pero como es la historia de los botines? Omar y Martín en el año 2018 emprenden un viaje a Europa y después de recorrer varios países, llegan a Francia, y se instalan en el domicilio de Emiliano Sala, quien los recibe con los brazos abiertos.
Antes de emprender el regreso, Emiliano les obsequia una caja: “es un par de botines que le envío de regalo a Mauri”, fueron las palabras del entonces jugador del Nantes.
Esos botines llegaron y quedaron ahí, en la caja, intactos. Hasta este año, donde Mauricio se los calzó en el partido de 8vos. de Final y donde marcó el segundo gol, no fue un grito más, fue una sensación distinta, ese gol lo había anotado con los botines de Emi, que por primera vez habían salido de la caja que había llegado desde Francia.
Y a partir de ahí se convirtieron en cábala. Hasta el partido final con Santa Clara, donde los 90 minutos había terminado 1 a 1. y hubo que recurrir a los tiros penales. Mauricio fue el encargado del segundo tiro penal y su remate de derecha chocó contra la red, colaborando con el triunfo de campeonato absoluto de San Martín .