Por Hagar Blau Makaroff
Los restos de cerámica antigua se encontraron en el inicio de las obras de recuperación del piso del hall central y saneamiento de desagües pluviales, y podría tratarse de vestigios de la antigua vivienda de la familia Ibarlucea, propietaria del predio antes que los Estévez.
Por Hagar Blau Makaroff
El hall central del Museo Firma y Odilo Estévez se viste desde ahora y por un buen tiempo de lonas de nylon entre las paredes y candelabros colgantes, y en su suelo se despliegan barras de madera por doquier. Es que este martes comenzaron a realizarse trabajos arqueológicos producto del inesperado hallazgo de restos de cerámica que podrían tener un alto valor arqueológico ligado a la historia primigenia de la conformación de la ciudad, y que podrían ser de los antiguos dueños del predio, la familia Ibarlucea.
Los restos habían sido encontrados en el inicio de las obras de restauración del piso del hall central y saneamiento de desagües pluviales. Estimaron que las tareas de excavación y rescate llevarán un total de 24 meses, con tareas de arqueología preventiva dado su emplazamiento en el casco histórico de la ciudad.
La Facultad de Humanidades y Artes de la UNR tendrá en sus hombros el equipo de tareas de arqueología preventiva, con el impacto y monitoreo de obra en el hall central del museo. La Secretaría de Cultura municipal brinda por su parte el material bibliográfico disponible, el asesoramiento especializado y el acceso al predio.
Para preparar el espacio, durante la semana del 11 al 15 de octubre se realizaron todos los registros fotográficos y fílmicos del museo, así como el escaneado electrónico para detectar restos de la cuadrícula inicial.
La coordinación de las tareas de investigación arqueológica en la institución está a cargo de Fernando Oliva, arqueólogo y profesor titular de la Cátedra de Arqueología Americana y Argentina en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
Los restos arqueológicos productos de la excavación tendrán su guarda permanente en el lugar que la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario disponga oportunamente, y mientras dure el proceso de investigación, la guarda transitoria de los materiales estará en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
Un posible vestigio de la familia Ibarlucea
El comienzo de las excavaciones este martes se realizó con la presencia de autoridades de la Universidad Nacional de Rosario y la Municipalidad de Rosario, que realizaron el acuerdo de mutua cooperación.
La directora del Museo Estévez, Analía García, expresó en torno al hallazgo de las cerámicas históricas que “ahora podemos decir que no estamos sobre el piso de la casa de Firma Mayor y Odilo Estévez, sino sobre la casa de los Ibarlucea”.
En el sitio oficial del Museo Estévez se menciona sobre la historia de éste que “en 1921 el matrimonio compró su mansión de calle Santa Fe 748 a los Ibarlucea, reconstruida en el último cuarto del siglo XIX. En 1924 los arquitectos José Gerbino y Leopoldo Schwartz restauraron el antiguo solar cuando el matrimonio de Firma Mayor y Odilo Estévez Yáñez decidieron habitarla”. Cuál es la historia de este matrimonio que vivió allí anteriormente es quizás parte de esta historia que se reconstruye con esta excavación.
Su directora agradeció a Gabriel Redolfi de la constructora MSR puntualmente ya que “si no se estuviera llevando a cabo la restauración, hoy no estaríamos celebrando esta grata noticia de la existencia de vestigios de Rosario en tiempos coloniales”.
Por su parte, el subsecretario de Gestión Cultural de la Provincia, Javier Armentano, agregó: “Debajo de esta casa que es la historia de Rosario, sigue habiendo historia de Rosario. Esto es parte de nuestra historia, de la definición de quiénes somos”.