Se trata de un fraude que impacta de forma negativa en las arcas de la compañía que termina pagando por la utilización de una energía que no factura, atentado contra los recursos genuinos de la firma.
La Empresa Provincial de la Energía realizó hace una semana 440 inspecciones en el barrio Campiñas de Piñero donde se encontraron con domicilios que tenían conexiones directas a la fuente de energía, es decir sin el medidor instalado. Según estimaron, estas irregularidades representan un fraude económico cercano a 1.6 millones de pesos.
Sin embargo, solamente el año pasado “completamos poco más de 45 mil inspecciones en todo el territorio provincial y la cifra de la energía no facturada y que está anualizada en fraudes de estas características superó los 450 millones de pesos”, confirmó a El Litoral el gerente de la EPE, Jorge Tarchini.
“Desde el inicio de la actual gestión se dio mucho énfasis al combate del fraude de energía. Fundamentalmente en aquellos sectores de la sociedad que están en condiciones de poder afrontar una condición regular y una facturación normal como cualquier usuario”, indicó.
En este sentido, Tarchini contó que están trabajando en un plan de detección orientado a estos casos en particular, como son los barrios residencialas abiertos o cerrados. Actualmente, “llevamos unas 4.500 inspecciones en 2022; en Campiñas de Piñero fueron más de 400 y se detectaron más de 60 conexiones o con fraude de medidor o mediante una conexión directa, puenteando el medidor”.
De estas 4.500 inspecciones que la EPE lleva realizadas en toda la provincia, el porcentaje que encontraron de forma irregular “ronda el 12, 15%”. Según estimaron desde la compañía esta cifra se encuentra en línea con el porcentaje en general, aunque también se encuentran en situaciones en donde los barrios tienen “hasta un 45%, es decir casi la mitad”, señaló el gerente.
“Si lo analizamos desde el punto de vista de la energía que compramos en el mercado eléctrico mayorista y que no podemos facturar a causa de estos fraudes, si lo analizamos en términos anuales, esto es una parte de lo que tiene que ver con lo operativo”, afirmó.
Y agregó: “Esto quiere decir que, el impacto si bien en términos porcentuales puede resultar bajo, desde el punto de vista económico y llevado al arco de un año entero, es importante en cuanto a una merma de ingresos genuinos para la empresa, porque es energía que compra y que, por consecuencia del fraude, no puede facturar”.
Hace una semana la EPE detectó conexiones irregulares en el barrio residencial abierto del Gran Rosario, Campiñas de Piñero, ubicado en el kilómetro 8 de la ruta AO12, donde los operarios de la firma realizaron 440 inspecciones y se encontraron con un 13,6% de cableados clandestinos.
Según informaron desde la empresa provincial, 60 de los domicilios tenían conexiones irregulares domiciliarias y de ese total, 34 directamente no tenían medidor de luz instalado, por lo que no estaban pagando por el uso de la energía.
“Estas tareas forman parte de un plan prioritario de disminución de las pérdidas no técnicas, que tiene como objetivo mejorar la facturación de los consumos, la calidad del servicio a los usuarios, adecuando la infraestructura eléctrica a las necesidades de la población y ordenando la información de la energía abastecida que administran los sistemas comerciales", señaló el titular de la EPE, Mauricio Caussi.
En este caso, la empresa estimó el consumo irregular de energía de estos 60 usuarios en 197.400 kWh anuales, equivalentes a un fraude económico del orden de los $1.600.000, a valores de la tarifa residencial normal.
Por otra parte, la EPE recuerda que siguen vigentes las vías de recepción de denuncias anónimas sobre irregularidades en el servicio: 0 800 555 0083, en la oficina virtual de la empresa, a través de la web y [email protected]