Rodrigo Pretto | [email protected]
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Sastre no festeja cada 16 de julio el día de su fundación, sino el de su santa Patrona, la Virgen del Carmen. La confusión aún permanece entre los habitantes, sobretodo en la conciencia de los más jóvenes. Es que hay que remontarse a la historia para entender que nuestra localidad puso su piedra fundacional un 13 de diciembre de 1886 y transitó por tres períodos antes de llegar a lo que es. Incluso es curioso para muchos pensar que el nombre de la localidad es en honor al educador y escritor de origen uruguayo, Marcos Sastre, pero que nunca pisó estas tierras. Es más, en las actas de las primeras familias que arribaron hasta este territorio no figura nadie con dicho apellido.
Para entender los orígenes de Sastre es materia obligatoria remontarse a la historia de mediados de siglo XIX. En el año 2014, y en conmemoración a sus 90 años, la Biblioteca Popular San Martín realizó un trabajo de investigación y publicó una reseña con datos aportados desde el Museo Doval Fermi. La misma, asegura que en aquellos tiempos estas tierras pertenecían a los sucesores de José María Cullen – gobernador de nuestra provincia entre 1855-1856 –. Pero de acuerdo a datos aportados por el Museo Doctor Rodolfo Doval Fermi, el año 1884 fue un punto de partida. En ese momento, “Iturraspe, Ortiz y Cía.” – empresa que se dedicaba a parcelar tierras y venderlas o arrendarlas a inmigrantes que llegaban – decidió apostar por estos lares y comprar los terrenos.
Pasaron dos años para que la firma haga sus primeros negocios. Hacia el año 1886, la ubicación estratégica de esta superficie tenía una importancia extraordinaria para empresas vinculadas a los negocios ferroviarios que buscaban expandirse desde Rosario hacia el norte y oeste de la provincia. Fue en ese año que las primeras familias de inmigrantes, en su mayoría del norte Italia, llegaron a esta parte de Santa Fe.
Sin embargo, ni los primeros colonos ni las compañías vendedoras de las tierras tenían incidencia en la denominación que las terminales ferroviarias recibían. Por eso, las dos estaciones fundadas aquí – General Mitre y Belgrano – adoptaron como nombre el apellido de un célebre educador y escritor de la época, Marcos Sastre. Nacido en Montevideo pero radicado en Santa Fe tras mudarse con sus padres, el apellido del uruguayo se erigió en las estaciones sin que este hubiera pisado estas tierras. Es más, en las actas no figura nadie con dicho apellido dentro de las primeras personas que arribaron.
En mayo de 1886, Estación Sastre ya era una hecho como elección. Pero hubo que esperar hasta el 13 de diciembre de ese año para que el Departamento Topográfico del Gobierno provincial le diera el visto bueno y apruebe la traza definitiva del pueblo. Por eso, esta última fecha debe tomarse como nacimiento oficial de nuestra localidad.
Aunque hay que tener en cuenta un dato no menor. En la zona norte de la Colonia Sastre se había proyectado un segundo pueblo, el cual fue reconocido bajo el nombre de Ortíz. Dicho apellido lo llevaban los hermanos Jorge y Emilio – actualmente esas denominaciones la llevan dos calles que bordean Plaza Independencia – que, en su momento, formaban parte de la sociedad con Bernardo de Iturraspe en la empresa que se encargaba de vender las tierras a inmigrantes, aseguran desde la Biblioteca General San Martín.
Sin embargo, años después fue anexado por la Sociedad de Fomento de la Colonia Sastre (Comuna) ya que no llegó a prosperar como asentamiento urbano. Por este motivo, la denominación final para el pueblo fue la de Sastre y Ortíz, aunque de acuerdo a los archivos de Ferrocarriles Argentinos, ambas estaciones ferroviarias – tanto Sastre como Ortíz – fueron inscriptas bajo un solo apellido: Sastre.
Un dato a tener en cuenta y de mayor relevancia pasa por considerar el 1901. Hasta ese entonces, la localidad de San Martín de las Escobas contaba con el título de Cabecera departamental. Por decreto provincial, en ese año fue reemplazada por Sastre. Y para 1986, por proyecto de ley, el pueblo Sastre-Ortiz fue nombrado ciudad.