Por Patricio Dobal
El prototipo nació en una escuela técnica pero sus mentores con solo 21 años ya crearon una empresa para comercializarlo. La máquina tiene características únicas a nivel mundial.
Por Patricio Dobal
El respaldo que instituciones con prestigio y experiencia en el impulso de ideas innovadoras puede aportar es fundamental para emprendedores que tienen, en fase piloto, proyectos con la importancia necesaria para que logren ver la luz. En esa línea, los socios Mateo Meier y Miguel Gómez encontraron en UNL Potencia -el programa de la Universidad Nacional de Litoral para ayudar a escalar iniciativas que están en fase inicial- un aliado para permitir que un prototipo con prestaciones inmediatas a nivel mundial encuentre la chance de convertirse en un implemento capaz de ser fabricado en serie.
La idea en cuestión es una tronzadora. Maquinaria que ya existe en el mercado y que reemplaza el esfuerzo humano para el trozado de la leña y permite minimizar así los riesgos de accidentes que son muy comunes entre los hacheros. La actividad tiene un fuerte arraigo en la zona norte de Santa Fe, región con un pasado asociado a la explotación forestal.
Ahora bien, ¿cuál es la novedad mundial que aporta la tronzadora de Meier y Gómez? El dispositivo es modular y la herramienta de corte que permite trocear la leña en partes maleables puede reemplazarse por un cono formador capaz de elaborar briquetas, tan populares hoy en día como mecanismo de combustión más sustentable y con mayor poder calorífico que la leña.
Los responsables de la iniciativa tienen apenas 21 años, y si bien el plan inicial para desarrollar la maquinaria nació en Entre Ríos, hoy el proyecto de profesionaliza en Santa Fe. “El proyecto nació inicialmente en la escuela técnica en la que nos formamos con Miguel en la localidad de María Grande, provincia de Entre Ríos, pero ahora tomó escala en Esperanza a partir de la incubación que logramos”, precisó Meier. Detrás de la máquina ya hay un startup formada que se llama Meigo Technology, firma que está incubada en Idear, la incubadora que gestiona la UNL junto con la Municipalidad de Esperanza para emprendimientos que eminentemente han nacido en el departamento Las Colonias.
“La producción de leña está asociada a la tarea manual que se hace con hachas y machetes, método que deriva en frecuentes cortes, amputaciones, hernias y fatiga entre quienes ponen el cuerpo para realizar la tarea, con la tronzadora apuntamos a reemplazar ese esfuerzo humano por un mecanismo hidráulico”, mencionó el emprendedor que es estudiante en la tecnicatura superior en energías renovables en el Itec, instituto de formación que funciona bajo el ala del Centro de Industria, Comercio y Afincados de Esperanza (Cicae).
El dispositivo es ni más ni menos que una bancada, similar a un torno, que tiene en un extremo un cilindro hidráulico con capacidad de hasta 20 toneladas y en el otro extremo una cuchilla. El cilindro actúa como un pistón presionando el tronco y acercándolo a la sierra que lo termina seccionando. De acuerdo a lo que explicaron sus mentores, el equipo tiene una producción de 3 toneladas/hora y una capacidad para cortar leña de entre 15 a 30 cm de largo.
“Ambos somos originarios de una zona donde hay mucha actividad forestal y cuando en al escuela secundario nos decidimos a avanzar en una máquina que fuera innovadora nos propusimos intentar colaborar con los miles de hacheros que día a día se arriesgan para conseguir el sustento de sus familias”, expresó Meier.
El plan de los socios de Meigo Technology es el de estar en condiciones de empezar a fabricar en serie el equipo a partir de los primeros meses del año que viene. “Apostamos a que pueda convertirse en un implemento fundamental en el nordeste argentino, zona de alta producción de leña”, puntualizó el joven.
Actualmente los mentores de la tronzadora acaban de terminar el programa UNL Potencia, que está pensado para que emprendedores puedan, en base a una estricto programa de capacitación, perfeccionar sus modelos de negocio para lograr que cada una de las experiencias trascienda la fase de prototipo y pueda salir al mercado formal. “Para nosotros ha sido un espaldarazo fundamental que nos posibilitó corregir el rumbo y enfocarnos en lo realmente importante pensando en el horizonte comercial que tiene el proyecto. Hacia allá vamos”, cerró Meier.