Flow santafesino: Juli Gallo, el músico que gira con el rapero “Trueno”
Conocido en el sur provincial por haber integrado la banda “Jimmy Pappa’s”, una de las formaciones que más sorprendió a la escena, ahora se da el gusto de trabajar con Mateo Palacios Corazzina, a quien la crítica especializada postula como el máximo exponente del hip hop en Argentina. De tocar en los bares de la provincia a sacudir las tablas ante más de 100 mil personas.
Julián Gallo tiene 29 años y tocó en 13 recitales durante la gira de Trueno por Europa.
“Estoy en un proyecto que me representa y es la primera vez que me pasa, junto a un artista al que le creo lo que dice”, cuenta el oriundo de Venado Tuerto, Julián Gallo, con la voz literalmente gastada, luego de girar por un mes en Europa y meter 13 recitales explosivos junto al rapero argentino del momento: “Trueno”.
El artista, referenciado con La Boca y el xeneize, rápidamente cruzó las fronteras del país con su música y se convirtió en un fenómeno mundial, a fuerza de temas y letras donde deja muestras de su pasado, su amor por el barrio y la familia. En ese trayecto y desde casi un año, lo acompaña Juli.
“Casi al final de la cuarentena estricta (2021), me enteré de que había audiciones para ‘Trueno’. Después me convocaron, fui y al otro día me avisaron que quedé seleccionado. Estaba súper manija. Era fanático del ‘wachin’ y era una gran oportunidad. Así arrancó este proyecto que me tiene con toda la energía puesta ahí”, dijo.
Desde entonces, está enfocado en el mundo “Trueno”, dentro de la banda nueva de gira, con disponibilidad full para ese trabajo. De hecho, ya viajó por Uruguay, Chile, Perú, México, Colombia y recientemente un mes de gira en España.
Julián Gallo es de Venado Tuerto y acompañó a Trueno en su gira europea.
“Se ensaya mucho previamente. Se arma un show que quizá dura seis meses o un año. Salió un disco hace poco el cual ensayamos bastante antes de viajar. Le metimos diario en la sala ocho horas durante junio”, detalla, para valorar luego que “el equipo está bárbaro (el staff se compone de 16 integrantes), hay gente joven apasionada con lo que hace y pienso que la parte humana es clave porque pasamos mucho tiempo juntos”.
Aclara que si bien no hay un contrato formal con “Trueno” (el rapero es independiente), hay fechas con bastante tiempo para adelante. “El equipo está sólido y con mucha buena onda. Es un proyecto muy bien organizado y con crecimiento a futuro”, agrega.
Gallo, remarca la buena relación con el cantante, quien “vive a full, viajando, en sesiones” y que “es una masa como persona”. “Nos juntamos a jugar al fútbol, viaja con nosotros en la combi durante las giras o en la misma categoría de avión. El último mes estuvimos mucho tiempo juntos. El trato humano más allá de lo laboral es buenísimo, que es como el pilar principal del artista y lo que genera esa energía y esa vibra. Es uno más. Por eso me gusta estar arriba del escenario acompañándolo”.
Admite que dentro de la banda, “se puede proponer”, aclarando que es muy amigo del director musical, Pedro Pascuale, con quien hay mucha confianza. “Si bien él hace los arreglos y tiene el show bastante ‘craneado’, en los ensayos ‘pinta’ proponer, tirar ideas y hay flexibilidad con respecto a eso”.
Adelanta que ya están ensayando para una sesión con un formato distinto, más acústico, donde además se van a probar temas nuevos. Luego a fin de mes, se viene una doble fecha en Montevideo (20 y 21 de agosto, Sala del Museo del Carnaval), Córdoba (26 de agosto, Plaza de la Música) y Rosario (10 de septiembre, Anfiteatro). “Tenemos mucho laburo de acá a fin de año. Estamos muy activos. Es una vida tranquila porque hay que estar descansado para rendir. Hay que estar concentrados en poner la energía en los shows para que todo salga bien”.
En esta línea, aseguró: “Siempre busqué de tocar el bajo y vivir de esto. La misión es tocar música que me represente, que me guste más allá de ganar plata. Por eso me puso feliz entrar en la banda, conocer gente viajando, estar en lugares donde hay personas de la industria y hacer nuevos contactos”.
Y aclaró: “Mi familia y amigos están súper felices y contentos por esto que está pasando. Siempre apoyándome, ya sea con ‘Trueno’ o los ‘Jimmy’. La gente que quiero y me quiere se puso muy feliz. Una novedad que me hizo bien a mi y a quienes están cerca”.
Admitió, que “podría hacer cosas apartes” en lo musical, que en ese sentido no hay problema. “Tengo ganas de producir más. Hice algunas cosas y me encantaría meterme de lleno en ese ambiente, educarme. Hacer música para mi y para otros artistas”.
Confiesa que “lo mejor que me pasó hasta ahora fue cruzarme a Leo Genovese en España (multiinstrumentista venadense, de gira con ‘Residente’), con quien tocamos en el mismo festival. Es uno de los artistas más grosos de la tierra. Amo cruzarme con él. Y también con Lito Vitale, un artista que admiro, que me parece un tipazo. Me abrió las puertas y me tiró buena onda”.
Rock, trap, gospel y folclore
En el camino musical de Juli Gallo, hubo mucha data. Prepararse para vivir este presente, lo llevó antes a incursionar no solo en el rock, sino trabajar en el mundo del trap, el góspel y también el folclore. De hecho, antes que “Trueno”, fue parte del team de la trapera “Dakillah”.
“Esa fue la primera vez que me llamaron desde una agencia, con una producción atrás y un pequeño contrato. El rumbo empezó a ser otro, con mejores ingresos y empezar a vivir diferente, no tan ajustado. Pero eso se empezó a pinchar y en paralelo siempre salían laburos con la banda ‘Living Soul’”.
Era, como se dice en el ambiente, “músico de cambio”. “Hay mucha gente que toca el mismo instrumento que uno. Si no puede ir una fecha, te recomiendan. Así toqué para un coro góspel o en un recital de folclore en Florencio Varela. A través de gente en común y conocidos empezaron a salir los primeros laburos chicos. En paralelo, me iba metiendo en un género que gustaba. Di con gente piola, que me tiró un centro”.
Después, estuvo con el duo pop melódico ‘MyA’, con quien empezó a ver de qué se trataba el mundo de las “giras” con la música. Se sumó como sesionista y recorrió gran parte del país arriba de un micro. “Empecé a viajar y tocar bastante, pero con la pandemia eso se paró y después fue incertidumbre”, recordó. Allí nació su relación con Pedro Pascuale, productor y director musical, con quien comparte escenario junto a Trueno en la actualidad.
Desde el tuerto
Poco menos de una década atrás, Gallo de 29 años, comenzaba a meterse en el mundillo de lo que hoy es su profesión, tocar música y poder vivir de eso. Con los “Jimmy Pappa’s”, se ganaron un lugar y un nombre en Venado Tuerto, para luego llevar esos toques a Rosario.
“Esa fue mi primera experiencia con la música, a los 13, tocando con amigos de la infancia, con quienes empezamos a improvisar”, recuerda de la banda en la que cantaba y después tocó el bajo, a la par de Juan José Castelli (guitarra y voz), Julián Sileone (primer bajista), David Had (teclados) y Leo Angelino (batería).
Gallo, tiene una buena relación con Trueno, quien según él “vive a full, viajando, en sesiones” y “es una masa como persona”.
Tras unos años, los Pappa’s se instalaron en Rosario para continuar creciendo y allí Julián empezó a dar con su propio camino. Empezó a estudiar otras músicas con el bajo (del que fue profesor Mariano Sayago) y sacar temas. Se metió a estudiar en la Escuela de Sonido “Cetear”, donde conoció a Ramiro “Rama” Molina, con quien luego armaría “The Music’s”, con la participación de Nano Bianciotti, Agustin Borsini y Stefano Marocco.
Con “Rama”, se hicieron amigos, se juntaban a zapar y escuchar música: “Salió lo de armar algo para tocar en boliches y pubs. Fueron las primeras experiencias de cobrar por hacer música. Salíamos a laburar en ese plan”, a diferencia de lo que pasaba con los Jimmy. “Con los Pappa’s era gastar más en un flete que lo que ganábamos. Igualmente, esa banda fue lo mejor. La pasábamos súper bien entre amigos aunque no ganábamos plata”.
Formó “The Music’s”, con quien tocó cerca de 4 años en Rosario y alrededores, haciendo covers pop en boliches y pubs. Luego, empezó a ir a Buenos Aires, al ciclo cultural y fiesta dominguera de música negra en Makena Club, conocida como “Afromama”. “Me copaba cada vez más la movida, la gente y relacionarme. Armé fechas con gente de ahí en Rosario para tocar y empezaron a invitarme para vivir en Buenos Aires. Tenía la idea. Sentía que en Rosario mucho más para mi no iba a pasar. Tenia ese presentimiento y la manija del agite de los pibes. Fui a probar, en el peor de los casos me pegaba la vuelta, pero no”, detalló.
¿Quién es Trueno?
Nacido en la Comuna 4 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, más precisamente en La Boca, Mateo Palacios es un rapero mundialmente conocido por su desempeño en las batallas de rap y por su música. Hijo de Pedro Peligro, un rapero histórico del barrio de La Boca y activista del hip hop, Trueno comenzó a rapear a los tres años y su primera aparición en público se dio en la Casa de las Estrellas, La Boca, durante una presentación de su padre.
Trueno es una de las grandes estrellas de la música argentina en la actualidad.
De chiquito participó de varias obras de teatro en el barrio junto a su familia, hasta que, a los diez años, en grupo de teatro Catalinas Sur, realizó su primera presentación sin un familiar que lo acompañe y junto a sus de amigos. En 2014 dio sus primeros pasos dentro de las batallas de freestyle, con presentaciones en “A cara de perro juniors” (ACDP) y en la Red Bull Regional Buenos Aires. Sin embargo, en ambas ocasiones perdió en primera ronda y se apartó por un tiempo de las competencias.
Si bien su vida siempre estuvo relacionada con el rap, durante la adolescencia se metió en el mundo de la creación de contenido. En su canal de YouTube mostraba su casa y su familia. A lo largo de su carrera en la música, colaboró con varios artistas de hip hop, entre ellos Duki, Neo Pistea, Tiago PZK, Wos, Nicki Nicole, Underdann, Bizarrap, Halpe, XOVOX, C.Terrible y Shaolin Monkeys.