Juan Carlos Scalzo | [email protected]
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Infinidad de fiestas clandestinas en ámbitos privados, encuentros masivos en espacios abiertos, con predominancia de gente joven y sin respeto alguno por los protocolos contra el Covid establecidos y las reuniones de Nochebuena y fin de año, que juntaron a familias enteras sin ser grupos convivientes, terminaron confirmando los temores y el presagio de autoridades sanitarias, médicos y epidemiólogos sobre un rebrote anticipado de la segunda ola de la pandemia.
La primera señal de alarma fueron los datos del pasado jueves y viernes (31 de diciembre y 1° de enero) cuando a pesar de la disminución de los testeos se registraron 59 y 28 nuevos contagios, respectivamente. En tanto que en el segundo y tercer día del año, se reportaron 2 y 26.
De todas maneras, el repunte se nota más nítidamente si se tiene en cuenta que en la semana comprendida entre el lunes 21 y el domingo 27 de diciembre el total de casos fue de 121, mientras que entre el lunes 28 de diciembre y el domingo 3 de enero, la cifra subió a los 180, marcando un incremento del 48,76 %.
El porcentaje se torna inquietante cuando se lo compara con el crecimiento que experimentó el número de personas contagiadas de coronavirus en la provincia en los mismos períodos. En la primera semana hubo 5.109 personas infectadas y en la otra 6.016, con una variación del 17,75 %, es decir 30 puntos porcentuales menos.
El panorama se torna más pesimista a futuro si se tiene en cuenta que en la ciudad, como en todas en general, existe la sensación de que, a parir del comienzo de la vacunación, el virus ya es cosa del pasado y no cesan las fiestas y encuentros clandestinos. A ello, se suma la cantidad de rafaelinos que ya salieron de vacaciones con destino a los centros turísticos que mayor cantidad de visitas concitan, con la posibilidad de que al regreso sean portadores de covid y, ante el relajamiento que se observa, desencadenen contagios en una magnitud que no pueda ser atendida por el sistema de salud.
Otro elemento estadístico importante es que en la actualidad es que la ocupación de camas críticas (sala general y cuidados intensivos) afectadas a pacientes con Covid disminuyó la semana anterior a un promedio diario de 22, cuando en la anterior fue de 26.
Finalmente, en los últimos siete días, solo se produjo un deceso, llevando el número total de vícitmas fatales a 114.