El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, sostuvo este lunes que con la bajante del río Paraná "las bombas de extracción de las plantas potabilizadoras quedaron con poca captación y eso es lo más urgente, lo que nos ocupa", aunque aclaró que "hasta ahora no hay problemas" de abastecimiento del fluido.
"No tenemos problemas de agua potable y estamos tomando medidas para poder abastecer", dijo Bordet a los periodistas acreditados en Casa Rosada, luego de la firma de acuerdos por beneficios para las distribuidoras eléctricas sin deudas.
El gobernador admitió que las causantes de la baja "son múltiples" y enumeró que "el clima es una de ella" y también "el comportamiento del río", que "es cada vez más recurrente", porque "vienen más seguidas las crecientes y más seguidas las bajantes".
"Antes las crecientes venían cada siete años y ahora cada dos o tres, y las bajantes no eran habituales y ahora sí lo son", señaló Bordet, y agregó que "claramente hay un cambio climático que modifica las condiciones ambientales", pero que "son múltiples los factores".
Según el último registro, el río Paraná se mantiene con una altura de 8 centímetros frente a Paraná, lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y su altura promedio de 3,21 metros para esta época del año.
Allí, llegó a los -12 centímetros (por debajo del nivel del mar) días atrás; y el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que vuelva a descender hasta los -20 centímetros para mediados de julio.
En Diamante, la altura del río alcanza los 34 centímetros de altura, por debajo de los 2,40 metros del límite y 1,09 metros menos que a principios de junio.
En La Paz, el río Paraná se mantiene con 60 centímetros, 1,20 metros menos que el 6 de junio pasado, muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 4,22 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1996 y 2020.
En Victoria, el río se mantiene desde fines de la semana pasada en 1,09 metros, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.