Dos indicadores para construir un "semáforo" de bienestar en la provincia de Santa Fe
De la "mejor situación" hasta la "más desfavorable", ¿cómo se ubica cada departamento en base a indicadores del Censo 2022? Un informe de Humanidades y Ciencias de la UNL advierte sobre brechas y arroja un dato "esperanzador".
La disponibilidad de agua para beber y cocinar por cañerías en el interior de la vivienda es uno de los indicadores de calidad de vida.
Los datos relevados en el Censo de Población de 2022 se publican con cuentagotas. En enero fueron los números macro de cantidad de población y vivienda, y en mayo llegaron los resultados de las preguntas relacionadas con las condiciones de habitabilidad a escala departamental.
Javier Gómez, docente e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, integrante del Departamento de Geografía e Investigador Adjunto de Conicet. Foto: Flavio Raina
Ese fue el insumo para un proyecto de investigación liderado por el docente Javier Gómez, que integra el Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) de la UNL.
Fueron 12 las variables publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) el 17 de mayo y de ese total se tomaron nueve: tres referidas a Tecnologías de la Comunicación e Información (Tics) y otras seis relacionadas con las condiciones físicas y sanitarias en los hogares.
Contraste. Los grandes centros urbanos, donde las condiciones de habitabilidad son buenas, y el acceso a las TICs es mayoritario, contienen bolsones de pobreza que están al margen de los indicadores de calidad de vida. Foto: Flavio Raina
"Los datos viene desagregados a escala departamental, por lo cual no pudimos hacer, hasta ahora, una mayor profundización de lo que ocurre al interior del territorio", es decir, a escala municipal, explica Gómez, investigador Adjunto de Conicet, en diálogo con El Litoral. Sí se logró analizar la situación macro de la provincia y hacer una comparación acerca de cómo se modificaron algunas condiciones en los últimos 20 años.
- A Santa Fe se la define como una provincia muy extensa y desigual. A la luz de estos datos, ¿pudieron confirmar ese diagnóstico?
- Las brechas están. Lo que se puede ver es que algunos signos parecerían mostrar, al menos en estas variables, cambios en las tendencias. Eso no implica que la situación se haya modificado. Pero puede ser esperanzador. Por ejemplo, en lo que respecta a las condiciones sociosanitarias, la conexión al agua potable y la disponibilidad de agua para beber y cocinar por cañería dentro de la vivienda son coberturas que a nivel provincial están en torno al 90 %. En otros indicadores, como la existencia de pisos con revestimiento o cloacas, si bien son tasas más bajas, los valores porcentuales tendieron a mejorar. Hay una tendencia general a que los índices mejoren pero no todo en el mismo sentido.
- ¿Cómo se manifiestan las desigualdades en materia de habitabilidad?
- Se observa un contraste muy marcado entre el norte y el sur de la provincia para el conjunto de los indicadores. Lo que hicimos fue construir un índice con esos seis indicadores y representarlos con colores en el mapa de Santa Fe, como un semáforo: están marcados en verde los departamentos donde los índices son "más favorables", que coinciden con el sur de la provincia; con rojo los "menos favorables" que están en el norte. Y luego vemos situaciones intermedias, representadas con naranja o amarillo: el departamento La Capital se ubica en el rango de "situación favorable".
Al momento de comparar con los datos de 2020, vemos que en aquellos departamentos que venían manifestando históricamente condiciones habitacionales más favorables, esas mejoras se dieron, en general, con una menor variación. Eso ocurrió en Caseros, Iriondo, Constitución, Rosario, San Lorenzo y La Capital. Son departamentos de alta urbanización asociados a los grandes espacios metropolitanos. Esa conclusión nos lleva a pensar en los problemas que surgen en los grandes espacios urbanos a medida que se expanden, las dificultades que acarrea la provisión de servicios sanitarios, de cloacas y de gas. A veces se piensa que las ciudades son los espacios con mayor calidad de vida pero, simultáneamente, son aquellos en los que hay mayores dificultades en ciertos sectores; sobre todo donde hay nueva urbanización o donde están situados los llamados bolsones de pobreza. Son las contradicciones dentro de los grandes espacios metropolitanos.
Fuente: INDEC
Entonces, cuando se analizan los valores porcentuales de las variables en estos departamentos en los últimos 20 maños han tenido mejoras, pero esas variaciones han sido menores. Esto comparado con otros departamentos que han tenido históricamente peores condiciones de habitabilidad, como Vera, 9 de Julio, San Cristóbal o, en la zona de la costa, San Javier y Garay, y que en los últimos 20 años han tenido las mayores variaciones porcentuales.
Aparece allí un cambio de tendencia o la posibilidad de no seguir repitiendo los esquemas de desigualdad. Obviamente hay un montón de brechas y desigualdades al interior de la provincia, pero esta es la lectura que nos permite hacer el censo.
- ¿A qué conclusiones llegaron al analizar el acceso a las tecnologías de información y comunicación (Tics)?
- Hay brechas pero son diferentes. El último censo midió en cuántos hogares había un celular con Internet, y ese indicador tiene un comportamiento bastante homogéneo dentro de la provincia. No hay brechas tan marcadas como ocurre con otros indicadores; por ejemplo, contar con un equipamiento informático. Es evidente que el celular es un dispositivo tecnológico más transversal pro no ocurre lo mismo con la computadora, cuya presencia en los hogares se incrementa a mayor nivel educativo, tal como revela la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Observamos también que, en general, las mayores coberturas de estos elementos tecnológicos está asociada a la urbanización. Acá si, los departamentos con mayores centros urbanos tienden a contar con mayores porcentajes de conectividad. El contraste es mayor en el norte y en la zona de la costa donde hay pueblos más pequeños, zonas rurales más extensas, mayores distancias y todo eso juega en contra para la infraestructura de redes, lo que hace que haya una brecha para la conectividad y la disponibilidad de equipamiento informático.
- Esa brecha se vio claramente durante la pandemia donde la virtualidad fue una alternativa para muchos, pero no para todos.
- Cuando analizaba estos datos pensaba en este aspecto porque en la provincia de Santa Fe, nueve de cada diez hogares tiene celular con Internet, según datos del Censo; ocho tienen Internet pero seis de cada diez tienen un equipo informático. Esto es a nivel general; ya sabemos que hay departamentos donde esa cifra es menor. ¿Cómo sostener una virtualidad educativa en estas condiciones donde mucha gente depende de un celular? ¿Hasta qué punto se puede plantear una educación con ese instrumento?
- Este cruce de datos, ¿es el insumo de un nuevo trabajo de investigación o un aporte para la toma de decisiones a nivel público?
- Ante todo lo hacemos porque son las temáticas que investigamos, como los índices de calidad de vida en el marco de trabajos nacionales que adoptan esa variable como un instrumento para discernir condiciones donde se busca identificar estas heterogeneidades y brechas.
Fuente: INDEC
Hacia afuera, se busca sensibilizar socialmente, que comprendamos el espacio donde vivimos, que podamos hacer una autocrítica de algunos procesos, pensando en la educación, en las deudas que todavía tenemos al interior de la provincia.
Por departamento
En lo que respecta a las condiciones de habitabilidad, la mejor situación relativa corresponde a departamentos localizados en el sur provincial (Belgrano, Rosario, Iriondo, Caseros, Constitución). La categoría "favorable" se asigna a tres departamentos del centro santafesino (Castellanos, Las Colonias y la Capital), y uno del sur (San Lorenzo). La categoría "desfavorable" se asigna a departamentos del norte (San Justo, Gral. Obligado), del centro-sur (San Martín y San Jerónimo) y del sur (General López). En una situación relativa "más desfavorable" se encuentran los departamentos del norte y de la costa: San Cristóbal, San Javier, Garay, Vera y 9 de Julio.
La brecha digital
El censo 2022 reveló que el 78,6% de las viviendas particulares ocupadas tienen conexión a Internet en la provincia, mientras que en el 89,8% hubo, al menos, un teléfono celular con acceso a internet. En tanto, en el 60,5% de los hogares santafesinos hay una computadora, tablet u otro equipamiento similar.
Sin embargo, las desigualdades entre los departamentos santafesinos son marcadas: en Castellanos las coberturas suben hasta el 83,6%, 91,2% y 62,8%, respectivamente, mientras que en San Javier alcanza el 57,8%, 81,9% y 40,1%.
"Las mayores brechas se denotan en dos indicadores: conexión a internet de la vivienda y tenencia de equipamiento informático o similar. Los departamentos con mayores tasas de cobertura son los del centro-sur provincial, en general aquellos de importante urbanización y que albergan a las dos principales ciudades de la provincia. En el otro extremo, las menores tasas de cobertura refieren a departamentos norteños y otros localizados en la zona de la costa santafesina, más ruralizados y con predominio de pequeñas localidades", analiza Javier Gómez, del Departamento de Geografía de la UNL en el reporte realizado por la Facultad de Humanidades y Ciencias.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.