Venadenses, entre el sur de Brasil y un abanico de destinos nacionales
Ante la fuerte suba del dólar, la gran mayoría de los turistas del sur santafesino que elige salir del país este verano, opta por las más cercanas playas del sur brasileño. Los precios para una semana promedian los $ 150 mil. Y en destinos nacionales, como Mar del Plata y Villa Gesell, los valores por seis noches arrancan en $ 50 mil.
Balneário Camboriú es una ciudad turística del estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil.
Después de dos temporadas veraniegas signadas por la pandemia, las expectativas de viajeros y del mercado del turismo crecieron en la previa de la temporada fuerte, que abarca enero, febrero y parte de marzo. Sin embargo, como en otros rubros del comercio, el efecto Mundial se hizo sentir con la postergación de las consultas en las agencias de turismo, que se multiplicaron después de los entusiastas festejos argentinos por el campeonato del mundo en Qatar.
Uno de los consultados por El Litoral, fue el empresario Rodrigo Rabolini, quien destacó que “con este valor del dólar, los destinos internacionales quedaron lejos de las posibilidades de la mayoría de la población, y por eso, también en Venado y la región, las playas del sur de Brasil, como Florianópolis y Camboriú, son las más codiciadas, tanto en terrestre como en aéreo”.
Y agregó que un viaje en micro -con salida desde Venado-, siete noches de alojamiento y media pensión, cuesta en promedio unos 150 mil pesos por persona. “Estamos viendo que muchos turistas que antes viajaban al Caribe, ahora optan por el sur de Brasil”, graficó.
En líneas generales, Rabolini evaluó que el turismo está pagando el costo de estrategias para evitar la salida de divisas, a través de un dólar diferencial, impuestos, retenciones y ahora la imposibilidad del financiamiento con tarjeta de crédito para los viajes internacionales. Y en los últimos días se sumó una fuerte disparada del precio del dólar paralelo. “Todas estas cuestiones atentan contra el turismo internacional”, aclaró.
Mientras tanto, observó que, con este escenario, los operadores turísticos nacionales perciben una demanda mucho mayor y entonces los precios se elevan, en algunos casos en forma abusiva. Al respecto, el empresario señaló que “en estos tiempos se impone la ley de la oferta y la demanda, y a eso se adiciona una inflación de más del 90% en el último año, que se refleja en un fuerte encarecimiento de los precios en general”.
En cuanto a la demanda de destinos nacionales que se registran, sintetizó que “la gente consulta por las playas de la Costa atlántica, las sierras cordobesas, la Patagonia, las Cataratas y el noroeste”.
“Los paquetes más demandados son Mar del Plata y Villa Gesell, con valores que arrancan en 48 mil pesos para seis días (cinco noches) con media pensión, como también los paquetes para Villa Carlos Paz, con cuatro o cinco noches de alojamiento, que se venden a partir de los 40 mil pesos por persona”, acotó.
A pesar del sinnúmero de obstáculos que plantea la realidad económica, el empresario aseguró que “todos estamos esperando una muy buena temporada, aunque está claro que el viajero se vuelve más austero, en primer lugar con un recorte de la cantidad de días, y luego con la restricción de los gastos durante la estadía”, evaluó Rabolini, quien enseguida subrayó la importancia de la industria del turismo desde el punto de vista socio-económico y, en paralelo, destacó lo saludable que es "viajar, conocer nuevos lugares, personas, historia, culturas, en fin, todo lo que el ser humano puede atesorar para crecer y proyectarse”.