Jorge Pavia
Luego de la clausura de un hogar de ancianos donde falleciera una anciana durante julio y por la que su propietaria se encuentra detenida, ahora se procedió de la misma manera con otro establecimiento de la misma titular. En ambos casos no existía habilitación municipal. Este miércoles se realizó una audiencia en el Juzgado de Faltas municipal.
Jorge Pavia
El caso del geriátrico de calle Santa Fe al 500 donde falleciera una abuela durante el mes de julio, sigue generando conmoción en Venado Tuerto. Allí, había sido detenida su propietaria, que se encuentra con prisión preventiva a la espera de la audiencia imputativa en la causa en la que se la investiga por abandono de persona seguido de muerte. Ahora, se procedió a la clausura de un establecimiento de calle Dean Funes al 100, propiedad de la misma titular.
Al respecto, el referente del área de Seguridad Alimentaria del gobierno de Venado Tuerto, Stefano Quaglia, contó a El Litoral que “a la fecha hay dos clausuras preventivas realizadas, una en calle Santa Fe y la otra en calle Dean Funes al 100; en ambos casos no se contaba con la habilitación correspondiente para poder funcionar bajo el rubro ‘Residencia de Adultos Mayores’ para el cual hay una ordenanza que establece cuáles son las condiciones que tienen que cumplimentar”.
Además, Quaglia ratificó que “los dos establecimientos tienen una misma propietaria”, subrayando que “se la viene notificando y haciendo seguimiento desde hace mucho tiempo por el tema de las habilitaciones, por la parte de seguridad alimentaria e higiene y se le fueron brindando los requerimientos necesarios para poder aggiornarse a la normativa, pero no fueron cumplimentados”.
A su vez, el funcionario municipal destacó que desde las distintas áreas se fueron labrando las actuaciones correspondientes y constatando las irregularidades, “las que fueron analizadas y procesadas por el Tribunal de Faltas, quien terminó dictaminando que se clausuren preventivamente ambos locales, el último fue el de calle Dean Funes que se efectivizó este lunes”.
Respecto a los procedimientos y las causas que terminan en la clausura de un local, Quaglia reconoció que “la clausura es una medida bastante severa, y no es algo que ocurre inmediatamente, sino que se van dando posibilidades. La normativa nos faculta para poder dar plazos de prórroga para que el establecimiento cumpla con los requerimientos, pero cuando esto no sucede hay que tomar determinaciones”.
Los “Hogares” para adultos mayores son lugares que, ante el lamentable hecho ocurrido quedaron en el ojo de la tormenta ya que se evidenció una falta de regulación conjunta entre municipio y provincia. Por parte de la provincia, solo hay una residencia de adultos mayores habilitada en Venado Tuerto pero, en funcionamiento, hay muchas más.
Las clausuras de un establecimiento de este tipo, según el director de Seguridad Alimentaria venadense no son fáciles, ya que “es un rubro que tiene varias peculiaridades. No es lo mismo proceder a la clausura de un comercio común, que este caso, donde están involucrados adultos mayores con un montón de situaciones diversas y con familiares de por medio, con los que hay que estar en contacto previamente y hacer un trabajo mancomunado entre las áreas de la municipalidad y la provincia”.
En este caso, además el Tribunal de Faltas de Venado Tuerto quien llevó adelante la medida a través de la jueza de Faltas, Janina Ferreyra y la Dirección de Inspección General; Desarrollo Social y Salud, a través de las trabajadoras sociales que fueron las que contactaron a los familiares, “actuó también la Defensoría General, estando presente en el procedimiento la defensora Gabriela del Castillo para resguardar los derechos humanos de las personas que estaban ahí”, destacó Quaglia.
Por último, Quaglia remarcó que “antes de que los abuelos sean retirados por sus familiares, el SIES 107 chequeó el estado de salud general de todos y una vez constatado que no había ninguno de ellos que requiera traslado o atención médica en el momento se llevó adelante la clausura, que inició al mediodía y terminó cerca de las 17 horas, una vez que se pudo desalojar completamente el lugar que quedó vacío y con la faja de clausura hasta tanto la propietaria cumpla con todas las medidas para lograr la habilitación municipal”.
Durante la mañana de este miércoles, la jueza de Faltas de la municipalidad de Venado Tuerto, Janina Ferreyra, encabezó la audiencia por la clausura de los establecimientos anteriormente mencionados.
En contacto con El Litoral, Ferreyra informó que “en ambos casos el procedimiento se inicia con actas de comprobación que labra la Dirección de Inspección General y la de Comercio e Industria de la Municipalidad”, añadiendo que eso, “más los informes correspondientes, se elevó al Juzgado de Faltas para la aplicación de sanciones previstas en el Código de Faltas municipal y ordenanzas vigentes que, para este caso, es la clausura de los dos lugares”.
Además, la jueza de Faltas municipal señaló que “hoy puntualmente (por este miércoles) se tomó audiencia del art. 40 del Código de Faltas”, lo que, aseguró “es parte del procedimiento, en la que se formaliza la imputación (lectura de actas) a la infraccionada y en la que puede ejercer su derecho de defensa”. A posteriori, se dictará la resolución fijando el monto de la multa correspondiente.
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