La pandemia agravó las realidades de muchas familias con integrantes electrodependientes: son pacientes crónicos que están en internación domiciliaria y dependen de la energía eléctrica para vivir, porque están conectados a respiradores o a una alimentación y de otra manera estarían ocupando una cama en un hospital.
Según aseguró a El Litoral Mauro Stefanizzi, representante de la Asociación Argentina de Electrodependientes, la internación domiciliaria “descomprime y le ahorra dinero al sistema de salud público”, “pero ahí empiezan otros problemas: la cuestión tarifaria, las empresas de internación domiciliaria ahora con la pandemia no garantizan los recursos humanos como enfermería, hay falta de insumos y medicamentos porque se prioriza a los hospitales, y las familias, que ya habían sacrificado un ingreso económico para cuidar a un paciente en internación domiciliaria, ahora tampoco pueden trabajar por el aislamiento, y no fueron tenidos en cuenta ni para el IFE ni para la tarjeta Alimentar”, lamentó.
Tenés que leerUna nena electrodependiente fue trasladada a su casa en avión sanitario 3 años después de recibir el altaEn el mismo sentido, explicó que el IFE es incompatible con las pensiones, “aunque las personas sean de siete mil pesos”, y “también es incompatible con el SUAF, por lo cual, si cobrás la Asignación Universal por Hijo con Discapacidad no lo podés cobrar”. “Y el IFE debería ser justo un refuerzo por la situación que produce la pandemia; entonces, si el papá o la mamá que estaba trabajando tuvo que dejar de trabajar o cobra el sueldo mínimo porque no puede ir a su trabajo es necesario el IFE”, consideró.
En cuanto a la tarjeta Alimentar, recordó que “en su momento existían la tarjeta Verde y la tarjeta Azul, una era para los que tenían discapacidad, y ahora se cambiaron por la tarjeta única Alimentar pero no contempla a las personas con discapacidad”.
Stefanizzi también detalló que “hay muchos insumos y medicamentos que las obras sociales no están entregando y eso sale del bolsillo de las familias, porque si vos tenés un hijo que necesita una medicación puntual para poder respirar o para no convulsionar y la obra social no te lo da, primero lo comprás y después reclamás”. “Uno a veces lo cuenta y te dicen “tenés que hacer un recurso de amparo”, “existen normas”...pero no tenés tiempo, vos vas y lo comprás, y es una plata menos que a vos te está entrando”, aseguró.
Además, “hay diez mil electrodependientes registrados en el país; serían diez mil personas ocupando una cama y un respirador en un sistema que en muchas provincias está en un 70 u 80%, al borde del colapso”, añadió el representante de los electrodependientes. “Quizás -estimó- a través de un decreto o una resolución de Desarrollo Social se pueda revisar; en Desarrollo iban a evaluar pero no tuvimos novedades”, confesó.
“Por todo eso estamos pidiendo que se tome en cuenta el pedido del diputado Contigiani, para que se pueda avanzar con el proyecto de ley -que ya fue ingresado- para poder hacer frente a esta crisis”, solicitó, y añadió: “Ya tuvimos una reunión con la comisión de Discapacidad y les hemos remitido una carta solicitando que se le de tratamiento al proyecto así que esperamos tener alguna novedad”.