La cepa H1N1, conocida como gripe A, constituyó una epidemia en la Argentina y en el mundo hace 10 años, cuando en el país hubo centenares de muertos. La vacunación efectiva y las campañas sanitarias lograron reducir año tras año la cantidad de afectados, con lo cual ya no es una amenaza para la mayoría de las personas. Lo más probable es que si alguien contrae el virus, reciba la indicación de su médico de hacer reposo, estar atento a la fiebre y tener paciencia hasta que pase el cuadro. El problema son los grupos de riesgo, que pueden tener complicaciones severas, y por eso es muy importante que se vacunen. Dos santafesinos, que tenían problemas previos de salud y no se habían vacunado, fallecieron esta semana.