Es la persistencia de la enfermedad en muchas personas que la padecieron. Fatiga extrema, dificultad respiratoria, confusión mental y trastornos del sueño -además de eventuales taquicardias- son algunas de las manifestaciones. La clave: reforzar el sistema inmune.
A nivel mundial, se estima que más de un 10% de los pacientes que cursaron la enfermedad que genera el nuevo coronavirus presentan "Long Covid" o Covid persistente, algo que va camino a convertirse en una de las consultas médicas más frecuentes en un futuro no muy lejano. En este síndrome persisten los síntomas luego de cuatro semanas de ocurrida la infección por Covid-19, e incluso la prolongación puede superar las 12 semanas.
El Long Covid se caracteriza por síntomas como fatiga extrema, dificultad respiratoria, confusión mental, trastorno del sueño, fiebre, problemas gastrointestinales, ansiedad, depresión, dolor de cabeza, palpitaciones y taquicardias, pérdida del olfato y del gusto, entre otros trastornos en distintos órganos.
Especialistas de todo el mundo advierten que una gran cantidad de adultos y jóvenes que sufrieron Covid, aún cuando no presentaban enfermedades preexistentes, podrían enfrentarse en los próximos años a serios problemas de salud. Esto se debe a que hay cada vez más investigaciones que sugieren que algunos tipos de coronavirus generan anticuerpos que atacan a los órganos y tejidos.
En el caso del Covid persistente aún se desconocen las causas, pero la autoinmunidad podría ser una de las principales razones. "El sistema inmune es el guardián indiscutible del organismo y que esté fuerte nos protegerá de enfermedades, virus y bacterias. Luego de una infección de SARS-CoV-2, esta barrera protectora puede quedar dañada o debilitada, lo que expondría al paciente a desarrollar alguna enfermedad autoinmune" explicó el Dr. Ernesto Crescenti, médico e investigador.
Cómo reforzar el sistema inmune
Nutrientes: En lo que va de la pandemia se pudo observar que una gran cantidad de pacientes internados por Covid-19 presentaban un déficit nutricional en vitamina D, Omega 3 y fibras. Por esto, se recomienda incluir en la dieta alimentos ricos en estos valores nutricionales.
Oligoelementos, minerales y vitaminas: Los oligoelementos son componentes químicos imprescindibles para el organismo, ya que brindan los nutrientes esenciales para que todos los procesos funcionen correctamente. El Zinc, Selenio y Manganeso son los grandes aliados de la salud y sus múltiples propiedades tienen un rol clave para combatir las enfermedades autoinmunes. En el caso de las vitaminas se recomienda consumir las del complejo B, que se encuentran por ejemplo en el hígado de vacuno, el pescado, la carne de ave, los huevos y la leche.
Alimentación: Mantener una dieta variada y sana, rica en frutas y verduras frescas, consumir cereales integrales (trigo, maíz o arroz), legumbres (lentejas, garbanzos o judías) y fundamentalmente frutos secos, uno de los principales aliados de nuestro sistema inmune.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o comidas ricas en grasa.
Vacunarse contra el Covid-19
Evitar una reinfección (utilizar mascarilla que cubra la nariz y la boca, mantener distancia social, evitar espacios concurridos o mal ventilados), y mantener los cuidados higiénicos.
Estar atentos a los síntomas. Es importante no dejar pasar por alto ningún síntoma y evitar la automedicación. Dolor torácico, falta de mejoría en la falta de aire, fiebre, diarrea o cualquier otro síntoma que dure más allá del período de infección aguda de Covid-19, debe ser alerta para consultar a un médico.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es la tercera causa de muerte a nivel mundial. Se trata de una patología crónica relacionada a la inhalación de humo de combustión, siendo el principal factor de riesgo el tabaquismo, y se estima que causa anualmente más de 3 millones de muertes, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es una enfermedad progresiva de inicio lento, por lo que los primeros síntomas suelen ser solapados. El principal es la falta de aire o disnea ante esfuerzos, pero también se manifiesta con tos y expectoración crónica. Esto se debe a la inflamación de la vía aérea, producto de la exposición prolongada a partículas dañinas inhaladas.
Una de las preguntas que surge es qué pasa con los pacientes que padecen EPOC y son "post Covid", es decir, que cursaron y superaron esta enfermedad. En el actual contexto de alta prevalencia y circulación viral, la pandemia produjo especial preocupación por las personas que padecen enfermedades respiratorias crónicas, entendiendo esta circunstancia como predisponente para una peor evolución.
Con el tiempo transcurrido se plantean también nuevos escenarios: la mayoría de los pacientes se ha recuperado de la infección por coronavirus, y el número de personas en la etapa llamada "post Covid-19" va aumentando. Pero su el paciente post Covid tiene síntomas de predominio respiratorio deberá realizarse una espirometría y una TAC de tórax.
A través de la realización de este último estudio, se puede comprobar que el padecimiento de una enfermedad viral aguda respiratoria puede ser el desencadenante de una "exacerbación o crisis" de la EPOC; además de detectar ésta y otras patologías no conocidas por el portador.
Para estos pacientes, queda clara la necesidad de controles médicos a mediano y largo plazo con su neumonólogo para establecer un plan de seguimiento. La recuperación incluye el momento oportuno para realizar rehabilitación pulmonar, actividad física programada y sistemática, continuar y ajustar el tratamiento habitual inhalado, así como la cesación definitiva del tabaquismo.