Test de VPH: la prueba que previene un tipo de cáncer y que se analiza en el viejo Iturraspe
El objetivo es llegar a casi 200 mil mujeres de 30 a 65 años de toda la provincia para evitar el desarrollo de cáncer de cuello de útero. La importancia de la vacuna en niñas y niños de 11 años.
La Sala de lectura de test de VPH funciona en un área del Hospital Iturraspe de Bulevar Pellegrini. Sandra Vilches es una de las técnicas que opera el equipo, junto a Gonzalo Márquez. Crédito: Mauricio Garín
En octubre de 2022 se habilitó la Sala de lectura de test de Virus de Papiloma Humano (HPV, por su sigla en inglés) que funciona en el Hospital Iturraspe (Bulevar Pellegrini al 3500), efector de salud que aloja a la Agencia Provincial de Control de Cáncer.
Con la incorporación del laboratorio, la provincia se sumó a una red nacional que ya incluye a otras provincias como Jujuy, Chaco, Santiago del Estero y Misiones. Y este viernes se habilita una instalación similar en el Hospital Provincial de Rosario para hacer lecturas de las pruebas que se generen en el sur de Santa Fe. El objetivo es llegar a una población de 198 mil mujeres de 30 y 65 años de edad que son quienes tienen mayor posibilidad de desarrollar de cáncer de cuello de útero.
Es una población objetivo para los próximos cinco años. "A la mujer que recibe un resultado negativo del test se le recomienda volver a control a los 5 años. Según los estándares en salud, ese es el plazo en que la mujer está protegida para este tipo de patología", explica Graciela López de Degani, a cargo de la Agencia de Control de Cáncer. En cambio si la prueba es positiva, significa que el virus está presente en el aparato genital y que hay que estudiarlo. "No implica que se haya desarrollado el cáncer sino que hay que hacer pruebas para descartarlo". Las estadísticas coinciden en que hay entre un 15 y un 20 % de test positivos y de ese total, se encontraron lesiones en un 36 % de los casos.
"El 70 % de las mujeres que ingresan con cáncer de cuello de útero al sistema de salud lo hace en un estadío avanzado", advierte Graciela López de Degani, a cargo de la Agencia de Control de Cáncer. Crédito: Mauricio Garín
En aquellos casos en que las pruebas tengan un resultado positivo, se deberá realizar un nuevo control a los 18 meses.
Siempre el objetivo del test de VPH es hallar el virus antes de que aparezca la lesión o, si ya está presente, que ésta pueda ser removida a tiempo antes de que desarrolle un estadío de mayor gravedad que puede tener, además, una evolución muy rápida.
La prueba se realiza en simultáneo con el Papaniculau (Pap) que, coincide Gabriel Jeanney, jefe de Patología y de laboratorio de VPH, se realiza con regularidad apenas un 20 % de la población femenina. Sin embargo, esta práctica detecta alteraciones en las células que pueden ser lesiones premalignas que desarrollen luego cáncer de cuello de útero: "No queremos detectar cáncer de cuello de útero, sino encontrar alguna alteración en las células que se pueda quitar con un tratamiento", insiste López al referirse a la importancia de los controles periódicos.
"El objetivo de esta tarea es bajar la mortalidad de cáncer de cuello de útero", señaló Gabriel Jeanney, jefe de Patología y de laboratorio de VPH, quien destacó el cambio de paradigma que involucra esta estrategia de prevención. Crédito: Mauricio Garín
Se puede prevenir
Hay cifras: son unos 800 casos de cáncer invasor por año en la provincia, y alrededor de 200 fallecimientos. Por eso, "es importante que la difusión de la campaña sea efectiva para que esta forma de cáncer desaparezca en los próximos años".
Existen estrategias de prevención: una es el uso de preservativos para reducir la transmisión del VPH.
La otra es la vacuna que se presenta en dos dosis para niñas y niños de 11 años. La segunda dosis se coloca seis meses después de la primera. En este punto resulta fundamental que el esquema de vacunación esté completo, es decir, que sean colocadas ambas dosis, para alcanzar una protección efectiva.