De la redacción de El Litoral
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“No puedo creer las cosas que se dicen”, dijo el jefe del Ejército, César Milani, en declaraciones que publica hoy el diario Página 12. El cuestionado militar -cuyo pliego será tratado mañana por el Senado de la Nación- aseguró antes en Radio Nacional Tucumán que “cada uno de los hechos que estos difamadores profesionales han hecho trascender en los medios es falso”.
“Hace 36 años que estuve acá -dijo en esa ciudad del norte argentino-, tenía 21 años y estaba en la Unidad de Ingenieros de Construcciones. Estábamos en una escuela en construcción en la localidad de Monteros con máquinas y equipos viales y nuestra tarea era reparar caminos cuando sacaban la caña y pintar escuelas. A eso nos dedicamos los 40 días”, detalló.
Milani habló después de presentarse de manera sorpresiva en el juzgado federal Nº 1 de Tucumán, donde se reunió con el magistrado Daniel Bejas, luego de que un grupo de senadores y diputados de la UCR pidieran la reapertura de la causa judicial en la que se lo investiga. Allí, el jefe del ejército sostuvo que las informaciones que lo vinculan con la época de la represión “persiguen un fin político, que es perjudicar al gobierno nacional”.
“Hacíamos caminos”
Del desaparecido soldado Alberto Ledo aseguró: “No lo vi, ni lo conocí”. Y aseguró: “Yo no tenía asistente”. Y agregó: “La madre del soldado Ledo jamás me nombró, pero básicamente porque no tuve ninguna relación con su hijo. Yo era de la Compañía A de Ingenieros y Ledo estaba en la Compañía de Comando y Servicios que era la que se dedicaba a la parte administrativa, a cocinar, a hacer guardias de seguridad”.
“Tampoco es cierto que yo haya participado de la detención del padre de Ramón Olivera: ese día, me fijé en el legajo, estaba sancionado por haberme quedado dormido. Y menos todavía trasladé al propio Olivera. ¿Le parece que le iban a asignar esa misión a un joven de 21 años que, además, según dice Olivera, tenía que presionarlo y hacerle decir que era del ERP?”, planteó.
“Cuando se dispone que nos traslademos a Tucumán por un mes, nosotros vamos a Monteros esencialmente con maquinaria para volcar ripio en los caminos para la zafra y luego alisarlo, además de pintar alguna escuela. Pero nunca tuve a Ledo bajo mi mando y menos todavía como mi asistente o auxiliar”, sostuvo.
“No supe qué es la Inteligencia hasta 1983, en democracia. Pero hay que mirar mi trayectoria. Hice el curso de Inteligencia de 1983 a 1987 y no estuve más en Inteligencia hasta 2007. De inmediato volví a Ingenieros: en Neuquén, en Santa Cruz. Volviendo a mis 21 años en La Rioja y Tucumán, le reitero que nunca estuve en un centro clandestino, nunca participé de ninguna detención ni traslado”, destaca.