La detención de Alicia Reina y su posterior imputación por su participación en los abusos cometidos a alumnos de una escuela de triatlón de San José del Rincón despertó sentimientos encontrados entre las víctimas y sus familiares. Por un lado tranquilidad y por el otro mucho dolor, porque quienes la ayudaron a permanecer prófuga eran personas muy cercanas a los damnificados.
Así lo manifestó Salomé Menvielle, parte del grupo de familiares que acompaña a las 14 víctimas con las que cuenta la causa que investiga los abusos sexuales cometidos por el entrenador de triatlón Walter Sales Rubio, su pareja Sheila Arteriza, la hermana de ella (Solange), y la madre de ambas. Esta última, Alicia Reina (64) permaneció prófuga de la justicia durante más de dos meses, hasta que el pasado miércoles fue detenida mientras se escondía en una vivienda de Arroyo Leyes.
Este viernes el fiscal Matías Broggi le atribuyó la autoría del "abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado" de un chico, que fue sometido en reiteradas oportunidades entre sus 10 y sus 17 años, cuando concurría a practicar deporte. También se le imputó el delito de "promoción a la corrupción de menores agravado" en perjuicio de la misma víctima.
Tenés que leerAbusos en Rincón: imputaron a la madre y suegra de los "entrenadores del horror"La mujer fue cómplice de su yerno, el principal investigado y quien habría armado la red de abuso que se tejió durante más de una década en Rincón. En su casa de calle Pucinelli y Castañeda se perpetraron gran parte de los abusos denunciados, de los que la mujer estaba al tanto, según explicó la fiscalía.
"Gente hipócrita y perversa"
"Nos genera muchísima tranquilidad su captura. Como acto de justicia, que ayude a que los chicos y chicas sepan que no están solos, que hay un sistema que los acompaña y que la justicia está de nuestro lado, haciendo las cosas como corresponde", señaló Salomé Menvielle.
Aún así, la detención de Reina trajo consigo mucho dolor y bronca. El miércoles, luego de enterarse de la captura de la mujer, un grupo de víctimas y familiares se dirigieron hasta la zona de Arroyo Leyes, donde se ubica la casa en la que la estaban "guardando", para pegar carteles en la vía pública. Suponían que en la vivienda no habría gente, "porque si estaban aguantando a una prófuga deberían haber estado todos presos".
Mientras colocaban los volantes en árboles y postes de luz, comenzó a salir gente del domicilio ubicado sobre calle 36, que a los gritos insultó a los allí presentes. Se dirigieron a ellos con nombre y apellido, después de todo, los conocían. "Lo más horroroso fue la manera en la que insultaron a las víctimas. La verdad que no podía creer la falta de respeto, la falta de empatía", dijo Salomé.
Tenés que leerCayó la cuarta acusada por abusos de menores en Rincón"Esta gente estaba escondiendo a una abusadora", y lo más indignante es que son los mismos que "han estado compartiendo la mesa o mateando con las víctimas y sus familias", enfatizó. "Saber que esas personas que en algún momento se dirigieron a nosotros como amigos, y algunos que incluso se sentían parte de las familias, eran quienes la estaban encubriendo es un dolor enorme".
"No puedo explicar lo que se siente que una persona que ha dicho que amaba a estos chicos termine defendiendo a esta mujer. No me entra en la cabeza como puede existir gente así, tan perversa e hipócrita", destacó la allegada al grupo de denunciantes.
La fiscalía solicitará que Alicia Reina permanezca en prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación. Este martes 5 se realizará la audiencia de medidas cautelares en el que se definirá el futuro procesal de la imputada.
Si bien entre las familias hay un buen vínculo y apoyo mutuo "los chicos tienen sus altibajos", señaló la madre de una de las víctimas. "Estamos tratando de salir adelante, con compañerismo y con el amor que tenemos por ellos", manifestó con la voz entrecortada por las lágrimas.
"No es fácil, para nada. Tratamos de mantenernos fuertes y de hacer lo necesario para que nos escuchen" y que la causa avance, "pero en lo íntimo de las familias es difícil, cuesta. A veces en mi casa hay demasiado silencio, silencio que sabemos lo que esconde, y duele" compartió. "Pero seguimos, no vamos a caer".