En el marco del juicio por el homicidio de Ariel Castelló, se realizó una reconstrucción del hecho sobre la calle Juan Díaz de Solís al 2500, a 20 metros de la intersección con calle Tucumán, en el barrio Roma. El tribunal, compuesto por los jueces Pablo Busaniche -presidente-, Nicolás Falkenberg y Sergio Carraro, se hizo presente en el lugar, en el que se encontraron con los fiscales Cristina Ferraro y Gonzalo Iglesias. En representación de la familia de la víctima, se encontraban los querellantes Agustín Roubineau y Federico Lombardi.
El imputado, Martín Ezequiel Martínez, fue trasladado por personal del Servicio Penitenciario, y debió aguardar en el vehículo hasta que todas las partes estuvieran listas para comenzar. Su abogado, Héctor Tallarico, fue quien solicitó la reconstrucción. Además, se sugirió que los protagonistas de esa fatídica tarde de domingo de Pascuas de 2018 fueran sustituidos por policías, algo a lo que no se opuso ninguna de las partes. Armado con una pistola de madera, Martínez expuso su versión de los hechos al tribunal. Varios vecinos se acercaron a mirar y, al ver al joven de 21 años, no pudieron evitar insultarlo.
El miércoles 30 el tribunal escuchó declarar a todos los testigos, y según fuentes cercanas a la querella los testimonios fueron favorables a la teoría que la acusación presentó. Además, destacaron la coherencia de los aportes de los familiares de Castelló, que fueron muy espontáneos al narrar la situación de extrema violencia que presenciaron. También declaró el imputado, quien se hizo cargo de su responsabilidad en la muerte de Castelló, pero no aceptó la acusación de robo. Se refirió a que no tenía necesidad de hacerlo, porque tenía trabajo y su familia lo ayudaba.
Martínez está acusado de homicidio doblemente calificado, por criminis causa y por uso de arma de fuego, y por tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego, en concurso real entre sí. Desde la fiscalía, y en acuerdo con la querella, solicitan la pena de prisión perpetua. Además, se propuso una calificación legal menor de homicidio en ocasión de robo agravado por el empleo de arma de fuego, con una pena de 30 años de prisión, en caso de que el tribunal así lo considere.
El lunes 4 de noviembre, aún no se ha asignado horario, se escucharán los alegatos finales de las partes, y se espera conocer la sentencia en el transcurso de esa semana.