Joaquín Fidalgo
Se conocieron los datos preliminares de la autopsia. Mientras, centenares de personas se movilizaron este lunes para manifestar su dolor e indignación ante este nuevo femicidio que conmociona a toda la región.
Joaquín Fidalgo
Los resultados preliminares de la autopsia y otros peritajes arrojarían como resultado que Agustina Imvinkelried (17 años) fue asesinada aparentemente por asfixia. Antes, trató de defenderse y fue salvajemente golpeada.
En base a lo que pudo reconstruirse, la joven fue a bailar con amigas el sábado por la noche al boliche Teos, uno de los más importantes de Esperanza y la zona. Poco antes de las 6 del domingo, Agustina salió del local -ubicado, sobre la ruta provincial 6, en una zona poco poblada del sector sureste de la ciudad- pero permaneció en las inmediaciones por algunos minutos.
Caminó hasta el carribar. La secuencia fue registrada por una de las cámaras de vigilancia que el local tiene en el exterior. Ya el sol comenzaba a iluminar la escena. Agustina compró algo para comer. Cuando se retiraba, se topó con una conocida, con la que intercambió unas pocas palabras, y luego siguió en dirección a la ruta. Las últimas imágenes la muestran caminando por la banquina en dirección al norte.
Un kilómetro más allá, ella fue abordada por un automovilista, con quien mantuvo una conversación. Otra cámara de seguridad grabó ese momento, crucial para la investigación.
Aparentemente, Agustina fue llevada hasta un descampado cercano, en el cruce de las calles España y América (a aproximadamente 500 metros del boliche Teos), donde el criminal le quitó la vida, ahorcándola con sus propias manos.
Este lunes por la noche se aguardaban los resultados de distintos análisis para poder precisar si la joven además sufrió algún tipo de abuso sexual.
El peor de los finales había comenzado a percibirse este lunes, en horas de la madrugada, cuando la policía pudo determinar la identidad del hombre que manejaba el auto -un viejo Renault 21 gris, con vidrios polarizados- en la última filmación. Cerca de las 2, los uniformados irrumpieron en una vivienda de barrio Unidos de Esperanza y allí encontraron sin vida al sospechoso.
Se trataba de Pablo Trionfini, un empleado municipal de 39 años. Su cuerpo colgaba de una soga atada a su cuello. En su casa, se secuestraron guantes y calzado sucios con barro.
Se supo que tenía dos causas judiciales en trámite por violencia de género, una por amenaza simple y otra por desobediencia a un mandato judicial. Ambos episodios habían ocurrido en 2017 y la denunciante era su pareja en ese momento.
El domingo, este sujeto habría sido visto por testigos primero en auto y luego en bicicleta en inmediaciones de la escena del crimen. Además, le había pedido prestada una pala a un vecino. “Te saludo ahora porque no nos vamos a ver más”, le habría dicho en ese momento.
Fue cerca de las 10 que los investigadores hallaron a Agustina, semienterrada, cubierta con algo de tierra, pasto y un trozo de silobolsa. Llegaron hasta el lugar luego de “triangular” la señal del teléfono celular de la víctima (el aparato no pudo ser hallado aún) y seguir a perros rastreadores.
Grave
Con el paso de los minutos, ganó la calle el rumor de que en realidad la joven había sido atacada por tres sujetos y que la policía buscaba a dos cómplices. La versión fue rotundamente desmentida cerca del mediodía por la fiscal del caso, la doctora María Laura Urquiza, quien aseguró en conferencia de prensa que no había prófugos en la causa.
No obstante, en las redes sociales proliferaron acusaciones -graves e irresponsables- contra algunos esperancinos.
Además, la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación detalló que el cuerpo de Agustina tenía “algunos golpes visibles y estaba entre pastizales, escondido y camuflado entre la vegetación”.
Sobre el sospechoso del hecho, identificado por la policía como Pablo Trionfini (39), quien fue hallado ahorcado en su casa en un presunto suicidio, Urquiza dijo que existe evidencia que lo vincula. “Vamos a determinar con la pericia del celular de Agustina si mantenían algún tipo de relación por redes sociales”, añadió.
Entre las pruebas, la fiscal mencionó “testimonios de personas que lo vieron, que dicen que él se dirigió ayer (por el domingo) por la tarde a lo de un vecino para pedirle prestada una pala y que después ubicaron su auto en horas de la mañana en el lugar donde fue hallado el cuerpo”.