Mónica Ritacca - mritacca@ellitoral.com
Bronca, tristeza, indignación y preocupación eran algunas de las sensaciones que se percibían En los rostros de los ahorristas que esta mañana, apenas se enteraron de la noticia, se acercaron a la sucursal central del banco Macro, emplazada sobre la peatonal San Martín, para conocer si habían sido o no, víctimas del robo.
Todos querían saber si sus cajas de seguridad habían sido vaciadas, información que hasta este mediodía no tenían. El clima que alrededor de las 9 de la mañana era pacífico se fue encendiendo con el correr de las horas. De hecho, hubo forcejeos En la puerta de acceso a la entidad e insultos por parte de varios ahorristas cuando al mediodía exigían conocer el listado detallado de las cajas afectadas.
“Nos tienen acá afuera sin brindarnos ninguna información. Alguien debe decirnos algo, porque lo que estaba En esas cajas era nuestro”, manifestó un hombre a El Litoral. Contó que a la preocupación de no saber si es una de las víctimas del robo, le daba bronca que ninguna autoridad saliera a darles una respuesta o a contarles lo sucedido. “Nos enteramos por los medios de prensa”, agregó.
Silvia, una empresaria del rubro de las motos, narró a El Litoral que estaba desayunando cuando se anotició que el banco donde guardaba todo lo vinculado con su local comercial sufrió un cuantioso robo En el sector de las cajas de seguridad. Alterada por los nervios, contó que “hace más de un año y medio nos obligaron a todas las empresas que estábamos En este banco a utilizar las cajas de seguridad de esta sucursal porque supuestamente eran muy seguras”.
Personas hablando por celular con abogados y escribanos, mujeres llorando y hombres enojados y alterados eran algunas de las postales de la peatonal San Martín al 2400 esta mañana; donde pudieron verse rostros de empresarios locales conocidos y personas mayores En estado de conmoción.
Esther, una abuela, lamentó lo sucedido y pidió a Dios no ser una de las víctimas. Ello porque guardaba ahorros de toda su vida y objetos de valor de sus antepasados. “Hace tres años que tengo, o tenía, la caja de seguridad En este banco. la abrí por una cuestión de seguridad... y mirá lo que pasó”, indicó la mujer con lágrimas En los ojos.
Según explicaron los ahorristas que conversaron con El Litoral, las cajas de seguridad son de uso privado; por ende nadie del banco tiene acceso a lo que uno guarda En ellas. “Vos hacés un contrato con la entidad bancaria. Podés elegir una caja chica, mediana o grande; y de ello depende el monto de un seguro que te dan por si pasan situaciones como éstas. Por supuesto que lo que vos guardás puede superar el monto de ese seguro y perdiste”, explicó Raúl.
Al cierre de esta edición, la gente continuaba apostada frente al banco Macro y exigía información precisa sobre cuáles fueron las cajas violentadas.