Un hombre de 33 años fue condenado el jueves a la pena de prisión perpetua en un juicio abreviado en el que admitió haber asesinado a la adolescente Florencia Romano (14) el 12 de diciembre de 2020 en una vivienda y arrojado su cadáver calcinado en una acequia en el departamento mendocino de Maipú, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Pablo Ramón Arancibia (33), quien en un juicio abreviado admitió su responsabilidad en el femicidio de la joven, a quien había contactado vía redes sociales para invitarla a su casa, donde la atacó a golpes primero y con un arma blanca después.
El acuerdo al que llegó la fiscalía con la defensa del acusado fue avalado por el juez Federico Martínez, detallaron las fuentes.
Según la investigación que llevaron adelante los fiscales Claudia Ríos y Fernando Guzzo, el hecho ocurrió el 12 de diciembre del año pasado, cuando Arancibia contactó a la adolescente a través de las redes sociales y la invitó a su casa en Maipú.
Una vez allí, se cree que el hombre la atacó a golpes y con un arma blanca, y le provocó la muerte.
La investigación determinó que Arancibia quemó parte del cuerpo, lo envolvió en sábanas y lo arrojó en una acequia, donde fue encontrado cinco días más tarde.
El sospechoso había sido detenido antes del hallazgo de cadáver y mientras la policía realizaba rastrillajes de búsqueda.
Junto a Arancibia también había sido detenida su pareja de 27 años, aunque ésta fue excarcelada por falta de pruebas y porque hubo testimonios que coincidían en que no estuvo presente en el lugar del hecho.
En paralelo a esta causa, se inició otra para investigar las razones por las cuales no se le dio curso al llamado de un vecino que indicaba que una persona pedía auxilio realizado por un vecino al CEO de Mendoza.
Esa comunicación se produjo a las 18.58 del sábado y en ella se daba cuenta de una situación de violencia en el domicilio de Arancibia donde, de acuerdo a la pesquisa, se encontraba Florencia.
Por este hecho, la auxiliar Soledad Herrera -que fue quien recibió la comunicación- fue apartada de su cargo y quedó imputada por abandono de persona en una causa que aún se instruye y que generó indignación en la ciudadanía y el pedido de explicaciones a la cúpula policial de la provincia.
Romano fue vista con vida por última vez el sábado 12 de diciembre, cuando salió de su casa para ir supuestamente a reunirse con amigas, según le dijo a sus familiares.
Pero con el correr de la pesquisa se determinó que viajó desde Guaymallén, donde vivía con sus familiares, hacia Maipú, donde residía Arancibia.
Durante la investigación, los investigadores establecieron que la chica mantenía contacto con el hombre a través de Instagram y que había acordado encontrarse ese día con ella.
Ese y otros datos despertaron las sospechas de los pesquisas, quienes días antes de hallarse el cadáver lo arrestaron y trasladaron hasta la fiscalía de Homicidios.
La principal hipótesis del móvil del crimen sostiene que Arancibia quiso abusar de la adolescente y la mató cuando encontró resistencia.
Mientras familiares y amigos realizaban manifestaciones y marchas por el centro mendocino para pedir por la adolescente, luego de varios días de búsqueda, el 17 de diciembre, personal de la Policía Científica y de la Unidad Fiscal de Homicidios hallaron el cuerpo en el cauce de una calle en la localidad de Maipú.
Con información de Télam.