Un negocio de venta de baterías para autos ubicado en el corazón de barrio Mayoraz, fue escenario de un dramático asalto, en un hecho ocurrido durante las últimas horas de la tarde del miércoles.
Tres delincuentes irrumpieron en un local de venta de baterías para automóviles. El comerciante se resistió y recibió una feroz golpiza.
Un negocio de venta de baterías para autos ubicado en el corazón de barrio Mayoraz, fue escenario de un dramático asalto, en un hecho ocurrido durante las últimas horas de la tarde del miércoles.
Todo comenzó poco antes de las 19 cuando dos individuos (un hombre de 30 años y un jovencito de 17) llegaron hasta el local de Baterías Corbetta, ubicado en San Martín al 6500, de la ciudad de Santa Fe.
Uno de los desconocidos cargaba en sus brazos una batería. Jorge, el dueño del comercio, reveló a El Litoral que por cuestiones de seguridad trabaja a puertas cerradas. “Cuando los ví con la batería abrí la puerta, entonces ellos me preguntaron si podía cargarla. Les dije que sí y los hice pasar. Ahora me doy cuenta que todo era una trampa”. Ya dentro del negocio Jorge sacó los implementos para testear la batería. Pero cuando estaba en eso uno de los sujetos sacó un arma de fuego y le ordenó que se tirara al piso.
Lejos de acatar la orden el comerciante se trabó en lucha con los malvivientes. Pese a estar dos contra uno, los malvivientes no lograban vencer a su víctima motivo por el cual el más joven salió del local y fue en busca de un “refuerzo”.
Segundos después un tercer delincuente se sumó a la refriega y, ahora sí, lograron hacer perder la vertical al comerciante que cayó al suelo.
El negocio en cuestión se comunica en su parte trasera con una casa de familia donde vive la madre de Jorge.
La mujer, de 80 años, escuchó el alboroto y al acercarse para ver qué estaba ocurriendo uno de los delincuentes la agarró del brazo y la introdujo al local.
Pese a todo la mujer aprovechó un descuido de los intrusos, y pudo salir a la calle donde comenzó a pedir auxilio a los gritos. Uno de los maleantes salió tras ella y le apoyó el cañón del arma en su cintura, toda vez que le ordenaba para que ingrese nuevamente al local.
La mujer no hizo caso y continuó pidiendo auxilio, lo que provocó a esta altura que varios vecinos salieran de sus casas y vieran lo que estaba ocurriendo.
Acorralados por la situación el trío de maleantes abandonó el comercio y subieron a un Chevrolet Corsa Gris, modelo nuevo, con el que se dieron a la fuga a toda velocidad. El escape fue tan intenso que el vehículo circuló varios metros con sus puertas abiertas. Algunos testigos narraron que el coche era conducido por una mujer.
“Esto que me hicieron no fue un robo al voleo, todo lo contrario. Fue algo planificado. Se tomaron el trabajo de conseguir una batería e hicieron todo el acto de que venían a cargarla para que yo les abra la puerta”, dijo Jorge a El Litoral.
“A fin de cuentas no se llevaron nada. Había un cajón con plata y hasta un celular que ni lo tocaron. Lo único que me decían era ‘tirate al suelo”. En la fuga los delincuentes se dejaron una mochila y unos guantes”, agregó
Por último Jorge comentó que “este barrio hace tiempo que viene complicado con el tema de la inseguridad. Los robos son un tema de todos los días. Así como estamos viviendo es una locura. El año pasado, acá cerca, murió un hombre en circunstancias que nunca fueron aclaradas”, cerró.
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