Domingo de violencia y muerte en Santa Rosa de Lima.
Domingo de violencia y muerte en Santa Rosa de Lima.
Todo se inició poco antes de las 21 cuando distintos llamados al servicio de emergencias 911, alertaron sobre disparos de arma de fuego que se escucharon en la zona de Corrientes y Gaboto, esto es, en barrio Santa Rosa de Lima.
Cuando los primeros agentes llegaron al lugar constataron la gravedad de los hechos.
Sobre la vía pública yacía agonizando un jovencito, mientras que otro muchacho permanecía en el lugar con una herida de bala al costado de su cabeza.
Así las cosas los uniformados cargaron al menor herido en un patrullero y salieron raudos en dirección al hospital José M. Cullen.
Un tiro en el pecho
El menor (que fue identificado como Joel Nicolás Revechi, de 16 años), presentaba un impacto de bala a la altura del tórax.
Tras una primer asistencia quedó alojado en la sala de Shock Room donde, pese a los esfuerzos realizados, finalmente se produjo su deceso.
La noticia de su muerte alteró los ánimos de algunas personas que habían llegado hasta el hospital y provocaron desmanes, motivo por el cual debieron ser desalojados por la fuerza pública.
Se salvó de milagro
Poco después llegó por sus propios medios al hospital un hermano del fallecido que resultó ser Fabricio Fabián Revechi, de 18 años.
Sobre éste último bien puede decirse que salvó su vida casi milagrosamente ya que presentaba una herida de arma de fuego a la altura de su oreja izquierda(le tiraron a la cabeza) sin revestir gravedad.
Un casco policial
En simultáneo con esta situación los investigadores permanecieron en la escena del suceso y comenzaron con su tarea.
Tras algunas averiguaciones numerosas personas dieron cuenta que el autor de los disparos era otro muchacho que se alejó corriendo y buscó refugio en una vivienda de la zona.
Así las cosas los pesquisas llegaron hasta un inmueble ubicado en Moreno y vías del ferrocarril.
En la requisa del lugar los policías hallaron oculta debajo de unas chapas un arma de fuego de fabricación casera (Tumbera).
Pero la sorpresa mayor se dio cuando en una de las habitaciones de la casa se encontró un casco de color azul con la inscripción “Policía” en su frente.
Ambos elementos fueron secuestrados al igual que un joven que fue trasladado a sede policial en averiguación del hecho y puesto a disposición del fiscal de Homicidios en turno, doctor Andres Marchi.