Un chatarrero al que le secuestraron más de cuatro toneladas de metales robados quedó en prisión preventiva este martes. La medida fue acordada por las partes, que negocian un posible juicio abreviado.
Fue detenido el jueves pasado en un galpón donde acopiaba 4,5 toneladas de metales robados. Quedó en prisión preventiva y negocia un acuerdo de juicio abreviado.
Un chatarrero al que le secuestraron más de cuatro toneladas de metales robados quedó en prisión preventiva este martes. La medida fue acordada por las partes, que negocian un posible juicio abreviado.
La investigación por el robo de cables y otros bienes metálicos comenzó hace más de un año, y está en manos de la fiscal Clelia Trossero. Este martes, solicitó la prisión preventiva de Leonardo Rafael Romero (42) luego de atribuirle el delito de "encubrimiento agravado por la habitualidad y por el ánimo de lucro".
La cautelar fue consentida por el abogado defensor José Ignacio Mohamad -en vistas a un posible acuerdo de juicio abreviado-, y ordenada por la jueza Sandra Valenti.
Esta no es la primera vez que Romero visita el subsuelo de tribunales, ya que en octubre pasado le secuestraron una gran cantidad de metales de dudosa procedencia y se le imputó el "encubrimiento agravado por el ánimo de lucro", tras lo cual le otorgaron medidas alternativas a la preventiva.
Estas fueron claramente incumplidas, ya que menos de un año después, en un nuevo allanamiento realizado el jueves 8 de julio, le encontraron alrededor de cuatro toneladas y media de metales y aproximadamente $ 3.700.000.
El jueves 8 de julio el personal de la Agencia de Investigación Criminal realizó una serie de allanamientos en la Guardia, más precisamente en la zona de Bajada Distéfano y el terraplén de la ruta nacional Nº 168. Irrumpieron en dos viviendas y en la chatarrería de Romero, en la cual hay una serie de galpones.
Dentro, escondidos entre el resto de los objetos acumulados en el lugar, encontraron una gran cantidad de metales, presuntamente robados. El peso estimado ronda las cuatro toneladas y media. A esto se sumaron $ 3.700.000 en efectivo, dos camionetas, un camión, una grúa y una zorra, por lo que la AIC valuó el secuestro en un total de trece millones de pesos.
Romero fue el único detenido, y el domingo se lo imputó. Este martes, en una audiencia realizada a puertas cerradas, la fiscal expuso las evidencias con las que cuenta hasta el momento y escuchó la declaración del chatarrero. La prisión preventiva fue acordada por las partes, y en su resolución la jueza Valenti señaló que teniendo en cuenta la naturaleza de las operaciones comerciales que realiza -compra y venta de chatarra-, Romero "debía tener conocimiento de que el metal provenía de un delito doloso", y si bien él no ha tenido intervención en el robo de estos elementos, "con su conducta obviamente entorpeció el desarrollo de una correcta administración de justicia".
Además, sostuvo que el encubrimiento es un delito "concreto, instantáneo y de efectos permanentes", y convirtió la detención del imputado en prisión preventiva teniendo en cuenta "la prolongación del hecho en el transcurso del tiempo, la habitualidad, el ánimo de lucro y la entidad del daño".
La Empresa Provincial de la Energía (EPE) presentó en su momento un pedido especial al Ministerio Público de la Acusación para que alguien se abocara a los múltiples robos de cables y transformadores en distintas localidades del centro sur de la provincia. Esto motivó la asignación de la fiscal Clelia Trossero a la investigación de este tipo de delitos, cuyo fruto fue el dictado de varias condenas.
Además de la EPE, otras empresas como Telecom y Aguas Santafesinas también han sido -y son- víctimas de estos robos y han reconocido elementos secuestrados en diversas causas como propios.
La organización criminal que sustrae de manera sistemática todo tipo de artículos de metal que se encuentre en la vía pública fue denominada por la AIC como la "Banda del Cobre".